¿Os acordáis del Freezer realista? Pues el mismo autor, David Muñoz, ha creado este Célula con un detalle que quita el hipo y que se puede ver a la más resolución en este enlace.
Gracias a Cromadeus por el soplo.
¿Os acordáis del Freezer realista? Pues el mismo autor, David Muñoz, ha creado este Célula con un detalle que quita el hipo y que se puede ver a la más resolución en este enlace.
Gracias a Cromadeus por el soplo.
La saga Final Fantasy se ha ganado, a lo largo de su historia, un gran número de fans incondicionales, aunque también una cantidad ingente de detractores. Sin embargo, ambos “bandos” suelen coincidir en que la banda sonora de estos juegos, sobretodo en la era Square (a secas), es sobresaliente.
El mérito, como todos sabéis (y sino ya os estáis fustigando y pidiendo perdón en 4 idiomas), es de uno de los semidioses de la composición musical videojueguil: Nobuo Uematsu. Podemos considerarlo un pionero por la forma de afrontar sus trabajos, ya que pese a las limitaciones de la era 8 bits, el japonés supo imaginar mundos sonoros llenos de belleza, complejidad y armonías más cercanos al cine que al ocio maquinitero. En ese sentido, su mérito es indiscutible.
Si preguntamos a cualquier jugón o jugona sobre la música de Uematsu para la saga FF, probablemente lo primero que le vendrá a la mente es alguno de esos temas de corte orquestal, pausado y bello como la melodía del mapa en FFVII, o quizás la épica del Terra’s Theme de FFVI y de la marcha de las Alas Rojas de FFIV… o la contundencia pseudo-operística de un clásico como el One Winged Angel. Nadie olvidará el mítico preludio en cualquiera de sus versiones o las suaves y melosas notas de piezas como el tema dedicado a Aeris/Aerith.
Nada hay mas útil y que se quede bien pegado a la memoria que un símbolo, un icono, un tópico. Los hay en todas partes, mires donde mires ves iconos. Ya sea de la sociedad de consumo, como cuando miras en tu cartera y ves tu tarjeta de crédito, o bien de la revolución, como aquella famoso foto del Che Guevara. Hay iconos que aglutinan esperanza, otros que representan lo mas bajo de nuestra sociedad, y hay otros, que simplemente, nos muestran casi como somos realmente. Y ese icono, es el zombi. Ese monstruo salido de nuestras peores pesadillas que saca a relucir cómo es el ser humano realmente.
Todo el mundo conoce a los zombis. Los hay de todas clases, listos, tontos, feos y, bueno, no recuerdo ahora mismo ningún zombi guapo. Yo prefiero el zombi clásico, el que es fuerte, tonto, lento, y que se cuentan por millones.
Han sido retratados de muchas maneras en diversos medios, literatura, cine, televisión, cómic, videojuegos. Este último bastión es donde, digamos, más juego se le ha dado, valga la redundancia. Pero, ¿por qué es un icono? Porque representa todos nuestros miedos. Si analizamos al zombi clásico, nos encontramos ante un ser, que, de momento, no duerme. Nunca se cansa, no necesita comer, que siempre está alerta, que como te pille a destiempo puedes ir despidiendote de todo, pero, sobre todo, porque antes fue una persona con su historia detrás. Y ante un apocalipsis zombi, ¿cómo habría que actuar? Para empezar, un evento de tales características supondría el fin de nuestra “civilización”. Ya que hoy en día no dependemos tanto de nosotros mismos como antaño. Muy poca gente sabe trabajar la tierra para conseguir comida, y hay mucha gente que se ve perdida sin su teléfono móvil.
La verdad es que este tipo de videos son bastante recurrentes, pero a mí me sigue haciendo gracia ver cómo la gente traslada los más típicos elementos de los Zelda a la vida real, en la que resultan verdaderas excentricidades. Se ceban mucho con lo de romper cosas en la casa, pero el momento pizza es genial.
Vía: TechEBlog
Si hay algo que he aprendido en todo este tiempo desde que me esclavizaron curro alegremente para Pixfans, es que no hay mayor amor en el mundo de los videojuegos que el de los fans hacia a sus queridas sagas, siempre deseosos de honrarlos mediante homenajes con forma de fanarts, fanfics, fancomics y mucha “fancosas” más. Pero sin duda, nada supera al amor y mimo artesanal que desprende un fangame y, en este caso, tiene nombre: Card Sagas Wars. A este título le seguimos la pista desde hace mucho, pero por si alguno de nuestros lectores acaba de salir de alguna oscura y fría cueva diré que Card Sagas Wars es el M.U.G.E.N definitivo, aunque para ser sincero, clasificar este juego como un simple «M.U.G.E.N.» es casi un desprecio ya que lejos de ser un collage que mezcla indistintamente sprites y gráficos de distintos juegos, Card Sagas Wars es un proyecto que supura profesionalidad por todos sus poros y le hace a uno el replantearse la idea de gastar 60€ en alguno de los juegos de lucha comerciales teniendo a su disposición esta maravilla gratuita.
Ahruon y Orkimedes son los responsables de este juegazo, dos madrileños que demuestran que con perseverancia y esfuerzo (y un talento por el cual mataría) un fangame no tiene por que vivir a la sombra de los títulos de las grandes compañías. Hoy tenemos el placer de tenerlos entre nosotros para que respondan algunas de nuestras preguntas.
Son muchos los videojuegos clásicos que tuvieron su propia serie de animación, pero hay uno que seguro que no: el Tetris. ¿Seguro?, bueno, casi… porque ya hay quien lo está intentando, con resultados así de delirantes…
Vía: Destructoid
A día de hoy raro es el juego que no cuenta con lo que ya se extiende por la comunidad como DLC (véase también Downloable Content o Contenido Descargable). Un sombrero nuevo para tu personaje mago de ese juego del que te aseguran más de cien horas de diversión, nuevos parches horteras para que tu coche sea el más molón en las carreras ilegales donde luchas por conseguir el teléfono de la chica del pañuelo de la salida o todo un spin off sobre la propia aventura de tu juego de rol apocalíptico. En general te aporta más cosas al juego de una manera u otra, enriqueciéndolo por completo y aportando al menos un poco más de interés por él si ya te lo habías pasado y ahora descansaba en el rincón de tu cuarto.
Hola.
Con esta simple palabra me dispongo a dar comienzo a uno de los mayores retos personales a los que me he enfrentado. En las líneas que prosiguen intentaré condensar todo lo que pienso acerca de Metal Gear. Espero que estos párrafos iniciales puedan servir de presentación para seguir contribuyendo tanto como el tiempo me permita.
Este artículo…no es una review, no tratará sobre los mejores gráficos, ni sobre la jugabilidad. No buscará la lágrima fácil ni provocar orgullo. Este artículo no tiene nota ni calificaciones. Estas líneas sólo vienen a expresar la profunda admiración de este redactor hacia una de las obras cumbres de nuestro “Pequeño Mundillo de los Videojuegos”.