Monster World IV, el último de una saga
Monster World IV es la sexta y de momento última entrega de la saga Wonderboy/Monster world. Fue lanzado para Megadrive en Abril de 1994, pero quiso la ventura que este juego de Westone nunca abandonara territorio nipón. La misma historia se repetiría con el recopilatorio para Playstation 2 que lo incluía junto al resto de entregas de la saga y la versión disponible en la consola virtual.
La protagonista de este juego que combina plataformas, acción y aventura es Asha, una chica cuyo espíritu ha sido colmado de un sentimiento aventurero. Seguir llamando Wonderboy a un juego con protagonista femenina no habría sido del todo apropiado, así que el juego se acabó titulando Monster World IV, sin más.
La historia comienza cuando Asha, incitada por una llamada de socorro que sólo ella parece escuchar, deja atrás su apacible hogar y su familia para hacer realidad su anhelado deseo de explorar el mundo de Monster World y convertirse en una gran aventurera. Bueno, sabemos que ese es su deseo gracias a los comentarios de sus padres y vecinos, porque ella no expresa en voz alta ninguno de sus pensamientos.
Al principio esta heroína de cabellos verdes como el jade vaga sin un rumbo claro, o por lo menos no hace saber al jugador a dónde se dirige, pero no tardará en encontrarse con una lámpara encantada habitada por un genio que no sólo le sugerirá que visite la ciudad de Rapadagna, sino que además se convertirá en su principal medio de transporte.
En la bulliciosa Rapadagna conoce a los Pepelogos, unos bichitos voladores que conviven en avenencia con el resto de ciudadanos. Todos ellos son de color amarillo, pero se habla de una misteriosa raza azul que…
Cuando Asha ya haya callejeado lo suficiente, llegará la audiencia con la reina que todos esperabamos desde el momento que descubrimos el palacio en la zona oeste de la ciudad. Asha será nombrada caballero y le será entonces encomendada la misión de rescatar a los espíritus que las fuerzas del mal han aprisionado. ¡Y así comienza su noble periplo!
Aventuras en tierras lejanas
Monster world IV cuenta con un estupendo apartado gráfico que sabe sacar un gran partido de la paleta de colores de la megadrive. La mejora con respecto a anteriores entregas resulta especialmente evidente en las animaciones de la protagonista. Lejos quedan esos personajes que caminaban manteniendo estático el tronco y los brazos de anteriores entregas. Asha no sólo resulta menos rígida, sino que además cuenta con multitud de animaciones que se utilizan específicamente en obstáculos concretos. Verla patinando sobre hielo mientras se apoya sobre una única pierna o contemplar como brega por subir a la superficie cuando se está hundiendo bajo el agua demuestra que éste ha sido un punto en el que los creadores han invertido una gran dedicación.
En la ambientación del juego destacan diversos elementos típicamente árabes: genios saliendo de lámparas, alfombras voladoras, turbantes, palmeras, camellos, cimitarras… Al no tratarse de la temática más recurrente en el mundo de los videojuegos y tampoco predominar en anteriores Wonderboy, resulta bastante refrescante.
La perspectiva es la habitual en un juego de plataformas 2d, como ha sucedido siempre en la saga, y la música acompaña adecuadamente la acción, dejando espacio para algunos remixes de temas antiguos.
Todo es más directo
Uno de los cambios más notorios con respecto a sus más directos antecesores es la disminución del esquema aventurero.
En esta ocasión la ciudad de Rapadagna será nuestra base de operaciones y también nuestro punto de descanso y abastecimiento. Desde ella iremos accediendo en un orden lineal y prefijado a las distintas pantallas que componen el juego.
Cuando un nivel haya sido superado ya no se podremos volver a visitarlo. ¿Qué implica esta circunstancia? Principalmente, que todo objeto al que no liberemos de su abandono quedará fuera de nuestro alcance cuando acabemos la mazmorra que lo alojaba
Por supuesto no hay interconexión entre las distintas zonas, ni tampoco un mapamundi que se encargue de cohesionarlas. Los niveles que transcurren en exteriores se han acortado de un modo significativo, siendo básicamente el preludio a unas mazmorras de sorprendente longitud en las que trampas y acertijos predominan como espuma en el mar.
Asha podrá comprar espadas nuevas que aumentarán la fuerza de sus ataques aunque eso no significa que la forma o alcance de estos vaya a variar un ápice. La adquisición de armaduras le permitirá prolongar el tamaño de la primera de sus dos barras de vida, pero rellenar la segunda implica un cambio de estrategia: tenemos que encontrar unos cristales de color azul y se nos dará un punto extra de energía por cada diez de éstos.
Para costear nuestras adquisiciones podemos vender los lingotes de oro que iremos encontrando en los escenarios a una mujer multimillonaria que ha impuesto a sus pobres mascotas su discutible gusto estético. Estas barras doradas no sirven a ninguna otra función y si las canjeamos por efectivo apenas nos veremos obligados a realizar las siempre tediosas recolecciones de dinero. Algo que sin duda debemos agradecer a los autores del juego.
Al contrario que en anteriores entregas, el mero contacto con un adversario rara vez hará daño a la protagonista y, de hecho, los primeros enemigos del juego suponen el mismo peligro a su integridad que una brisa veraniega. ¿Nos encontraremos con monstruos más implicados en sus implícitos quehaceres destructivos a medida que avance la aventura? Me imagino que la respuesta a esta retórica pregunta resulta harto evidente. Cuando la situación cambie, Asha podrá recurrir a su escudo para protegerse de la ofensiva enemiga, aunque no todos los ataques serán rechazados.
Haciendo de la defensa nuestra única baza nunca conseguiremos destruir a las sempiternas fuerzas del mal. Por lo tanto, cuando tomamos la iniciativa, no estará de más recordar que en medio de un salto podemos apuntar con nuestra espada hacia arriba o abajo.
Las magias son un elemento habitual en este tipo de juegos pero Asha perderá el tiempo si se dedica a buscarlas, pues no se encuentran entre los recursos a su alcance. Al menos cuenta con la habilidad de correr y para ponerla en práctica tan sólo tendrás que pulsar dos veces en la dirección deseada.
Pepelogo, el mejor amigo de Asha
Si los héroes de los action RPGs pudieran compararse con los protagonistas de los RPGs por turnos o los tácticos, probablemente protestarían por su injusta soledad. Casi siempre han de resolver los problemas de los demás contando con el insuficiente respaldo que suponen unas cuantas palabras de ánimo o algún regalo en forma de equipamiento, y estar al servicio de un monarca protegido por un poderoso ejército no cambia la situación, pues los soldados nunca se mueven de palacio para echarles una mano.
Afortunadamente, Asha cuenta con el apoyo de su propio Pepelogo. Este bichito redondeado que parece volar con sus orejas y que irá aumentando su tamaño a medida que avancemos en la historia la seguirá desde el momento de su nacimiento como si fuera su mismísima sombra. Y a nuestra heroína le irá muy bien tenerlo a mano, pues la criaturita tiene más usos que una navaja y el diseño de los niveles justifica su existencia como algo más que un adorno. Además, ella cuenta con el servicio de un Pepelogo especial de color azul. Y es que los protagonistas siempre merecen tener algún privilegio.
¿Qué no alcanzas un interruptor? Siempre puedes lanzar a tu mascota en la dirección adecuada para que se encargue de activarlo con la lengua ¿Qué no llegas a una plataforma porque está demasiado lejos? El bueno de Pepe también sirve de planeador y además lo puedes utilizar para realizar el clásico doble salto ¿Qué caen bolas flamígeras de un inoportuno boquete abierto en el techo? Nos metemos a nuestro amigo por sombrero y dejamos que sea él quien resista los caloríficos impactos ¿Qué no puedes abrir esa puerta porque está demasiado alta? Sólo tienes que congelar a Pepe y se convertirá instantáneamente en una estupenda plataforma en la que nos podremos apoyar ¿Qué quieres atacar a ese enemigo sin desenfundar tu espada? Pues te aguantas, porque el Pepelogo no sabe o no quiere atacar a tus enemigos ¡Pero nadie me puede negar que este bicho está preparado para deslumbrarnos con un copioso número de prácticos trucos!
Sí, Pepe es sin duda el mejor amigo de Asha. Lo que no significa que ella sea la mejor amiga de Pepe en vista de cómo lo trata…
Conclusión
Es una lástima que este juego no saliera de Japón, ya que sin duda merece la pena probarlo. Eso sí, si probaste antes títulos como Wonderboy in Monster World o Wonder boy III The dragon´s trap es probable que eches en falta un mayor componente de exploración.
Existen algunos parches de traducción que te permiten jugarlo en inglés, por ejemplo, pero de momento no hay ninguno que convierta los textos a la lengua de Cervantes.
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