La saga Donkey Kong
La mujer de Mario Bros siempre se mete en problemas, y además con tipos gordos. Ahora es el desdichado Bowser quien corre tras ella y la secuestra una y otra vez (y otra…), pero en los inicios, Mario tuvo que vérselas con un enorme simio, y todavía no salía con Peach, sino con Pauline. El título del juego era “Donkey Kong” (1981), diseñado para recreativas por Shigeru Miyamoto, y en él encarnábamos por vez primera al viejo fontanero (que por aquel entonces era carpintero, y se hacía llamar “Jumpman”), dando a luz un género de los videojuegos que vendría a ser abanderado: Las plataformas. En ese nacimiento, ese gran eclipse en el cielo, dos figuras asistían en el firmamento. Mario Bros era uno de ellos, sí, y además el máximo representante del género, al cual ayudaría a dar el salto al 3D; pero resulta curioso que el primer juego donde hacía aparición tuviese otro nombre, el de nuestro protagonista de hoy: Donkey Kong, el gorila.
Pero… ¿qué son las plataformas? ¿cuál es su definición?. Originalmente se identifica esta tipología de juegos en un formato 2D, de avance en scroll lateral, como en los juegos de lucha clásicos. Pero ya en este primer “Donkey Kong” el avance de escenarios es también vertical, por lo cual puede ser en cuatro direcciones de visión lateral. Como bien indica la denominación del género, la base de este tipo de juegos son las plataformas, el escenario en que transcurren. La dificultad, el reto, lo cambiante viene dado por el escenario y la interacción con él. El escenario es el verdadero protagonista. Pero ¿acaso la dificultad de un juego de carreras no viene dado por la pista? ¿en un RPG por la mazmorra?, bueno, sí, pero añadamos grandes barrancos sin final y topografías varias y tendremos todos los ingredientes necesarios. El personaje suele tener como mínimo la habilidad de saltar, y es habitual la recolecta de ítems a través del escenario, así como enemigos a los que sortear o derribar.
En realidad muchos de los videojuegos de hoy deben mucho a las plataformas, pues la definición de cada uno viene dada sobre todo por cuestiones temáticas. Podría declararse que todos los juegos que hay hoy en el mercado, son en esencia un ”Mario 64” (1996), desde que este reinventó las plataformas en 3D (de hecho han pasado a llamarse juegos de aventuras). Ya satirizaba Rare en su excelente “Banjo Tooie” (2000) la base plataformera de todo videojuego, con sus minijuegos de deportes, disparos y carreras. Incluso el “The Legend of Zelda: Ocarina of Time” (1998) se podría considerar un plataformas, excepto porque el salto es automático. En teoría los Zelda son un tipo de juego RPG, que viene a significar “Role playing game”, es decir, un juego donde encarnas un rol, “interpretas” a un personajes y asumes su papel… pero… ¿acaso no son esto todos los videojuegos?. Quizás la pureza de los RPG esté en los de combates por turnos, por mucho que duela a los puristas del Action RPG. Dejemos el campo de las RPG al “juego basado en el desarrollo de personaje por sobre el escenario”.
Desde luego, hoy en día todos los géneros conviven en la misma batidora, si bien se clasifican en base a ciertas particularidades que popularmente encierran cada uno. En cualquier caso, las plataformas están omnipresentes en todos ellos. Han puesto las bases, han inventado todo, el resto son hibridaciones.
Pero hoy no estamos aquí para definir géneros ni desentrañar el misterio de estos. Estamos aquí para analizar una gran saga de plataformas, y ya sea de paso, sacar en claro algunas características del género.
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