Sinopsis: The Kid (Munro Chambers) en un chico que se ha criado en futuro post-apolíptico donde el agua se ha convertido en el bien más preciado. Kid está decidio a acabar con el reinado de Zeus, el actual jefe de la zona donde vive que hace la vida imposible a todos a través de su tiranía. A lo largo de este camino The Kid se irá encontrando con toda clase de personajes a cada cual más peculiar.
Nacionalidad: Canadá
Año: 2015
Duración: 89 minutos
Director: Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell
Producción: EMA Films / Timpson Films
Guión: Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell
Fotografía: Jean-Philippe Bernier
Música: Jean-Philippe Bernier, Jean-Nicolas Leupi, Le Matos
Reparto: Munro Chambers, Laurence Leboeuf
Festival Sitges 2015: Oficial Fantàstic Competición
Crítica: NOSTALGIA. Así con mayúsculas y sin ningún tipo de trampa ni cartón. No es simplemente la palabra que mejor define Turbo Kid sino que además es la que mejor la describe. Desde una banda sonora sublime que te lleva de vuelta a los 80 a golpe de sintetizador todos sus personajes cumplen a raja tabla la estética, motivaciones y estilo de una época recordada seguramente con más cariño de lo que fue realmente.
Mad Max es otra de las fuentes de las que bebe la película. Un malo (Michael Ironside) prototipo de aquel futuro post-apolíptico y seguramente mejor interpretado que algunos villanos en esas secuelas para muchos olvidables. Las pautas de un futuro negro siempre se repiten: escasez de agua, anarquía, violencia para sobrevivir, etc. Pero con el efecto nostalgia todo funciona.
Turbo Kid puede que sea una película de culto desde el momento en que ha empezado a corretear por los festivales pero la realidad es que no hubiese durado mucho en nuestro videoclub habitual y estaría irremediablemente abocado a ser un VHS más en la sección de terror que muchos devoraban a pesar de la poca calidad de las cintas de dicha estantería.
La banda sonora es algo aparte. ¿Tira de nostalgia? Por supuesto. ¿Es seguramente la mejor banda sonora de 2015? Seguramente. Los responsables de este éxito son el duo de electro de Montreal Le Matos. Unas canciones que merecen ser escuchadas en vinilo pero que ya alcanzan en internet un número elevado de escuchas en diferentes plataformas de música y vídeo.
El gore tampoco podía faltar en un film ochentero. Como siempre rozando más la parodia y la ridiculización de la violencia en favor de un sano consumo del género las toneladas de sangre y los desmembramientos no se pueden tomar más en serio que en una película de dibujos animados (de cualquier época).
Tampoco falta un personaje que se roba la película, un acompañante del héroe que sin querer se gana el corazón del espectador a base de carisma. En esta ocasión la agraciada es Apple (Laurence Lebouf) una chica tremendamente peculiar con la que Kid comenzará una clase de amistad que durante ese tiempo ya parecía perdida. La ingenuidad y alegría de Apple por cualquier cosa provoca que el espectador adore al personaje más peculiar de la fauna que rodea a nuestro protagonista.
Turbo Kid es una película hecha por y para nostlgicos. Sin caer en la parodia y siempre con el telón de fondo ochentero por bandera parece que nunca fue tan divertido montar una bicicleta en un escenario tan deprimente y devastador.