Videojuegos de mierda
Los médicos aconsejan ir al lavabo (es decir, ir de vientre, cambiarle el agua al canario, hacer aguas mayores, ir a hablar con el Sr. Roca, soltar la tortuga…) una media de 2-3 veces al día. Dependiendo de la necesidad en cada momento y del apretón en cuestión se deduce que nos podemos pasar bastante rato sentados en la taza del váter al día y, como ya nos conocemos de memoria todas las etiquetas de nuestros productos higiénicos, ¿porque no aprovechar ese momento muerto para jugar a algún videojuego?
En otros tiempos, lo normal era cogerse la portátil y echarte unas partidas rápidas (o no tan rápidas) al videojuego de turno en el que estabas enfrascado en ese momento, así podías ir avanzando en la historia. Quien no ha jugado al Tetris, por poner un ejemplo, mientras está sentado en el trono…
Con el paso de los años las portátiles han ido evolucionando y ahora, con conexión a Internet y todo, como te pongas a echar una «partida rápida», lo que en teoría iban a ser 10 minutos se puede convertir, tranquilamente, en una hora. Otra opción, en caso de que tengas la Wii U, es llevarte el tableto-mando al lavabo para continuar la partida que estabas jugando en el televisor, pero como ya sabemos que pasa siempre en estos casos, justo al cruzar la puerta del lavabo nos saldrá el mensaje de que se ha perdido la conexión.
A otro nivel está el irse con el portátil o el iPad, ya que aquí, aparte de jugar al videojuego de turno que te apetezca puedes aprovechar para revisar el correo, mirar vídeos de gatos, entrar en PixFans o cualquier otra cosa que se te ocurra y te permita el aparato. Por añadir una frase de un amigo que resume el placer de llevarse un apararto tecnológico mientras estás haciendo tus necesidades, afirmó textualmente: «No hay mejor placer que estar cagando con el iPad«. Ahí lo dejo.
Pero claro, el tema de portátiles y tabletas está muy bien si estás en tu casa, ya que sólo los tienes que ir a buscar. Pero, ¿que pasa cuando estás fuera de casa? Porque ya sea en el trabajo, en la universidad o por cualquier otra razón, pasamos mucho tiempo lejos de nuestro domicilio. En estos casos, la gran mayoría de la población de lo que podemos considerar el primer mundo, sólo dispone de un aparato tecnológico a mano, el teléfono móvil, sobre todo si es un smarthpone.
Llegados a este punto, me voy a centrar en lo que quería hablar en este artículo, y son esos «videojuegos de mierda» para teléfonos inteligentes a los que sólo juegas cuando estás en el lavabo, pero que por la razón que sea, te han tenido enganchados más tiempo que una partida rápida. Entendiéndose el sobrenombre que le he puesto como una relación directa con la actividad que se está haciendo en ese momento, y no porque tengan que ser malos videojuegos. Para no explayarme en exceso, sólo voy a comentar algunos videojuegos que he disfrutado en estos momentos tan especiales de mi existencia con unas simples pinceladas.
Temple Run
El típico endless run que tanto se ha prodigado en dispositivos móviles. La única historia que existe es que eres un buscador de tesoros que escapa de un mono que le persigue, teniendo que conseguir obtener los máximos trofeos posibles en tu escapada infinita, todo complicado con diferentes trampas que te vas encontrando.
Tiene el punto negativo de que necesitas estar muy pendiente del videojuego, ya que al mínimo despiste acabarás muriendo, por lo que si estás jugando, igual no te puedes concentrar lo suficiente en otras cosas.
Lo estuve jugando una temporada, pero me acabé cansando debido a que se me hizo repetitivo hasta decir basta.
Fruit Ninja
Consiste en rebanar todas las frutas que vayan saltando por la pantalla, evitando las bombas e intentando hacer combos. Cuanto mejor lo hagas y más cortes a la vez, más puntos consigues. Así de simple.
Con los puntos que consigues, se pueden personalizar las katanas y varios efectos, con la idea de alargar la vida del videojuego y darle cierto punto de novedad.
Un videojuego realmente adictivo y divertido, que va de perlas para efectuar una partida rápida que no se te vaya de la manos más del tiempo estrictamente necesario.
Death Worm
Eres un gusano insaciable que se mueve por las profundidades de la tierra sediento de destrucción. Te da igual si son coches, humanos, animales o extraterrestres, debes destruir todo ser viviente sin recibir daño, con tal de llegar a los diferentes requisitos de puntuación u objetivos para completar los niveles disponibles.
Además de las misiones «normales», en las cuales se pueden ir mejorando las características del gusano e ir obteniendo de forma temporal las habilidades de lanzar bolas de fuego y mayor velocidad, existen varios extras para unas partidas rápidas, misiones alternativas más cortas, que le da algo de variedad al estilo del videojuego.
Personalmente, es un videojuego al que cada cierto tiempo vuelvo a echar unas partidas, ya que lo encuentro bastante entretenido (supongo que debe ser que esto de destruir cosas siempre tiene su aquel).
Tiny Wings
Una carrera de pájaros, en la cual el objetivo es llegar el primero a meta. La mecánica del videojuego es tan simple como presionar la pantalla para caer en picado de forma que nuestra caída esté lo más alineada posible con la estructura del escenario, siendo ésta una sucesión de colinas de diferentes alturas.
Cuanto mejor lo hagas, más velocidad obtendrás y antes llegarás a la meta. No tiene más.
Es un videojuego perfecto para una partida rápida mientras estamos en el lavabo, aunque he de reconocer que lo jugué un tiempo en su día y no lo he vuelto a poner más.
Plants vs Zombies
Un estilo de Tower Defense un tanto especial, con un toque de humor y absurdo bastante elevado. Como todo videojuego de ese género, el objetivo principal es evitar que una horda de zombies sobrepasen nuestras líneas de defensa.
Una vez eliminamos a todos los enemigos que salen en cada pantalla, pasamos a la siguiente, y así hasta completar el videojuego.
Realmente es perfecto para una partida que no se nos vaya de las manos en el tiempo, ya que no tardaremos más de cinco minutos en completar una pantalla, por lo que nos viene como anillo al dedo para cuando nos entra un apretón.
Angry Birds
No podía faltar el que, problamente, sea el videojuego más famoso de los teléfonos móviles. Que os vamos a contar que no se sepa ya; controlas unos pájaros con muy mala leche y tu misión es eliminar a los cerdos que están en cada pantalla protegidos por diferentes estructuras.
Todo consiste en aprovechar de la mejor forma varios elementos físicos para dar en el punto exacto, con la potencia exacta y la parábola necesaria. Cuanto mejor lo hagamos y menos lanzamientos utilicemos, mayor puntuación obtendremos.
Un servidor lo estuvo probando durante un tiempo, aunque me aburrí bastante pronto porque me pareció algo repetitivo y soso, sobre todo según ibas avanzando niveles, ya que a veces el completar una pantalla era más bien cuestión de ir probando el mismo lanzamiento varias veces hasta que en uno acertabas, pues eran tan mínima la diferencia entre un tiro malo y el perfecto que perdía parte de su gracia.
Kick Flick Soccer
Un videojuego que descubrí por casualidad y me ha traído grandes ratos de diversión y piques por superar las puntuaciones de mis amigos.
Eres un lanzador de faltas, hay un portero y una barrera. Sólo con que deslices el dedo como si golpearas la pelota con el pie, le puedes dar la dirección, potencia y efecto que quieras. Simple y sencillo, a la vez que adictivo.
Existen varios modos de juego, como por ejemplo a cinco vidas, el cual se va complicando conforme vas marcando goles, o a la mejor puntuación de diez lanzamientos, todos con la posibilidad de ser comparados online con el resto de jugadores.
Si te gusta el fútbol, es un videojuego perfecto para unas partidas muy rápidas, ya que además, puedes dejarlo en cualquier momento y continuar con tu racha en la siguiente parada técnica en el lavabo.
Risk
Y acabo mi repaso con el Risk, sí, el Risk. Pero en este caso, las partidas no se van a dilatar durante horas y horas ni vas a perder a tus amigos por traiciones varias y acuerdos incumplidos, ya que se ha implementado un sistema de juego que agiliza la velocidad de la partida, pudiendo acabarla en apenas cinco minutos, todo dependiendo de como transcurra. No se cuánto se me han llegado alargar, pero os puedo asegurar que no recuerdo que haya sido más de una hora.
El objetivo en el Risk «digital» es más simple que su homónimo de mesa, siendo éste el de acabar con todos tus contrincantes.
Si eres amante del Risk, lo vas a disfrutar doblemente si te puedes echar una partida mientras liberas carga de tu cuerpo.
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Estos son varios ejemplos de videojuegos que me vienen a la cabeza y he jugado en mis momentos más íntimos y en busca de la paz interior, pero, ¿cuáles son los vuestros?
Y si me disculpáis, servidor va a hacer ahora mismo una parada técnica en los aseos…
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