Historia del Triforce de Zelda
Todos los fans de Zelda sentimos algo muy especial por esos triángulos amarillos que se han convertido en el inequívoco símbolo de la saga más mítica de la historia de los videojuegos. Lo que muy pocos sabíamos (yo hasta hace poco), es que el diseño está basado en el estandarte de un clan feudal japonés, el clan Hojo. Cuando me enteré decidí profundizar algo en el tema y el resultado es este artículo. Espero que os guste.
Es muy difícil innovar a la hora de diseñar símbolos que no se parezcan a ninguno anteriormente creado, por eso en ocasiones puede parecer que un símbolo está basado en otro y no haber ninguna conexión (siempre me he preguntado si el símbolo de Seifer en FFVIII se basa en la cruz de Santiago). Sin embargo, resulta evidente que Miyamoto y compañía conocían el antiguo símbolo y que lo emplearon para el Triforce.
En muchas ocasiones un símbolo se hace más famoso después de que alguién se base en él de lo que originalmente era, y su connotación puede cambiar. El ejemplo más claro lo tenemos quizá en la esvástica, que ahora nos remite inequívocamente al nazismo, pero resulta que Hitler se basó en un antiguo símbolo divino, de origen indoeuropeo. Como prueba aquí os dejo una foto propia que saqué en el campamento romano de Aquincum (Hungría), de una pieza que tiene unos 18 siglos de antiguedad.
Pero volviendo al caso japonés, los estandartes en este país, al igual que en Europa, servían como una manera sencilla de identificar a un clan o familia, y se empleaba tanto para lucir en batallas como en la decoración, el vestuario o los documentos. Sin embargo, la principal diferencia de los estandartes japoneses respecto a los de la Europa feudal es su sencillez, mientras los señores europeos se hacían representar con estandartes cada vez más complejos y que incluían más motivos, en Japón la mayoría eran simples trazos que marcaban una forma bien definida.
Según una leyenda japonesa, el símbolo que nos ocupa tuvo su origen en el fundador del clan Hojo, Tokimasa Hojo (1138-1215), que había ido a la isla de Enoshima (al sur del actual Tokio), donde se encontraba una cueva en la que, según las leyendas, habitaba un dragón sagrado. Tokimasa había ido a orar por la prosperidad de su familia, y el dragón le otorgó tres de sus escamas, que se convertirían desde entonces en el símbolo de su clan, con la forma que conocemos.
El clan Hojo pasó por diversos momentos, mejores y peores, a lo largo de la historia de Japón, siendo tal vez el episodio más destacado su decisiva intervención en la lucha contra los mongoles en su momento de máxima expansión (siglo XIII). Desde entonces el uso de este símolo se extendió bastante en Japón, siendo relativamente conocido, y en la actualidad se emplea con mucha frecuencia para diseños comerciales y de otro tipo. Algo parecido a lo que pasa aquí con la cruz de Santiago, un símbolo de origen medieval y que ahora podemos encontrar en el escudo del Celta o en distintos productos alimentarios gallegos.
Por todo esto, es seguro que Miyamoto y demás creadores de Zelda conocían este símbolo, y aunque no he podido confirmar definitivamente la conexión, esta es evidente.
Por otro lado es muy interesante la relación de este símbolo con el shintoísmo, la principal religión de Japón. Según una creencia shintoísta, cada ser vivo posee cuatro espíritus que residen en su alma, y determinan ciertas de sus características, son los siguientes:
– Ara-mitama: determina el valor
– Nigi-mitama : determina la amistad
– Kushi-mitama: determina la sabiduría
– Saki-mitama: determina el amor
Cuando estos cuatro aspectos se encuentran en armonía, esa criatura se considera un naohi, que sería algo así como un “espíritu verdadero”, que lo tendrá fácil para llevar una vida de paz; sin embargo, si se comete un acto malvado, la persona puede convertirse en un espiritu atormentado y volverse malvado. Al fin y al cabo, toda esta visión es una filosofía sobre el bien y el mal.
Esta es otra interpretación diferente de los cuatro aspectos antes referidos
– Ara-mitama: Puede ser un alma dotada del poder de mandar con autoridad.
– Nigi-mitama : Referido a un espíritu con la capacidad de proporcionar unión y armonía.
– Kushi-mitama: Un espíritu con la fuerza de lograr grandes cambios
– Saki-mitama: Un espíritu que puede conceder bendiciones
Estos cuatro espíritus parecen corresponderse bastante bien con los cuatro triángulos del Triforce (tres triángulos que componen un cuarto), máxime teniendo en cuenta que en la saga Zelda dos de ellos representan el coraje y la sabiduría, como el Ara y el Kushi. Por otro lado, también la leyenda de Zelda entronca con la tradición shintoísta cuando hace referencia a la necesaria armonía de los poderes que representa cada parte de la Trifuerza, y la figura de Ganondorf representaría ese espíritu desviado.
Imagen del castillo de Inuyasa, principal bastión del Clan Hojo.
En conclusión, el Triforce se basa en un antiguo símbolo feudal japonés, y muchos de los aspectos de la leyenda creada en la saga alrededor de este símbolo de los dioses entroncan con aspectos de la cultura y la tradición japonesas.
Fuentes: Kirai – ZeldaUniverse – Linkdahero
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