Snow Bros
Sin duda una de las primeras imágenes que evoca el mundillo arcade es la de estos dos hermanos pateando bolas de nieve. Igual que el eterno Pang!, este Snow Bros es uno de esos juegos que prácticamente cualquier joven de hoy en día reconoce, pese a incluso ignorar el nombre. Una cuestión que de alguna manera, digamos que trasciende al mundo de la culturilla en general. Quién no conoce a Mario, y quien no conoce, sin saberlo, a Nick & Tom…
Y es que los señores de Toaplan, no conformes con haber creado auténticas joyas de los salones recreativos como Tiger Heli, Twin Cobra o Zero Wing (ya sabéis, el del famoso “All your base are belong to us”) concibieron un auténtico traga-monedas, tremendamente simple a la par que adictivo. Como tantos otros títulos de Toaplan, Romstar fue la responsable de su distribución.
La idea se basa en ir superando una serie de niveles, bastante sencillos en cuanto a diseño, mientras sobrevivimos a sucesivas oleadas de enemigos. Para derrotarlos, debemos dispararles, convirtiéndolos en bolas de nieve que luego podemos manipular. Aunque la premisa inicial es bien simple, está demostrado que sólo los más diestros son capaces de llegar a la cumbre que se esconde tras nada menos que cincuenta niveles.
Si ya de por sí no es fácil lidiar con los diversos enemigos que iremos encontrando, cada diez niveles nos tendremos que enfrentar con un Final Boss, a cada cual más puñetero. Por suerte, también podremos usar a nuestro favor una serie de items en forma de pociones, que nos permitirán movernos más rápido, volar o hacer bolas a mayor velocidad, entre otras.
Para regocijo de nuestras castigadas carteras, las consolas y ordenadores domésticos recibieron unas correctísimas conversiones del arcade original. Mientras que Capcom distribuyó la versión ochobitera de NES, Tengen hizo lo propio con una soberbia adaptación para Sega Mega Drive, aunque algo tardía (tres años después con respecto al arcade original). Como dato curioso destacar que se completaron sendas versiones para Amiga y Atari ST allá por 1991, pero nunca llegaron a ver la luz.
Parece que la mítica compañía francesa Ocean Software no estimó oportuna su comercialización, craso error teniendo en cuenta que la conversión atesoraba una calidad altísima. Por suerte, muchos años después la copia reapareció, y quedó en ese archivo infinito que es internet. Para tal fin recomiendo un auténtico tesoro para nostálgicos que es Amiga Games That Weren’t, web dedicada a todos esos juegos de Commodore Amiga que no vieron la luz por una razón u otra.
Si te ha gustado este juego y aún te quedan ganas de más, también puedes echarle un ojo a un título que, pongamos, se “inspira” muchísimo en la mecánica que tratamos. Cambiad las bolas de nieve por pistolas estilo cazafantasmas, y disfrutad del entretenidísimo Tumblepop.
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