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Sispri Gauntlet – Miles de chicas querrán darte un gran abrazo

“Imagina que un día te despiertas y te encuentras con que tienes hermanas, en enormes cantidades, muy agresivas… ¡y que te quieren tantísimo…!”. Pues esto es el demencial argumento de este genial juego. Paso a presentaros otra joya de los juegos amateur: Sispri Gauntlet creado por el estudio D5.

…no estoy solo…

¿Quién no recuerda ese viejo arcade-RPG llamado Gauntlet? Ese clásico nos metía en la piel de un guerrero que tenía que deambular por enormes mapeados laberínticos llenos de toda clase de criaturas que sólo querían saber si tienes una peca dentro de los pulmones, que no dejaban de ser generados constantemente y que, a menos que te dieras prisa o los destruyeras, te ibas a sentir un poco molesto mientras te iban arrebatando el HP…
Pues bien, Sispri Gauntlet es eso mismo pero más adaptado a nuestros días. Y con un buen regusto moe, que siempre viene bien.

Al principio del juego se nos da a elegir un personaje entre los ocho seleccionables, cada chica con un tipo de disparo diferente y según qué habilidades. Tras eso, y sin más dilación, nuestra niña aparece metida en un mundillo en el que hay un montón de “hermanitas” clónicas que no dejan de ser generadas por una especie de aparatejos con forma de corazón. Así pues, aparte de que deberemos quitarnos de en medio a esas lindas hermanitas, tendremos que destruir lo que las genera. Sí, suena fácil…
Si no fuese por la enormísima cantidad de ambos que aparecen. Bien puedes encontrarte con “sólo” doce enemigas y tres generadores o con más de ochenta enemigas y diecisiete generadores al mismo tiempo. Y todo ello bajo una constante y agobiante lluvia de disparos de lo más variado.

“¡No!” dijo el agente Smith

Tu personaje va equipado con armas de potencia aparentemente desmedida, ya sean ametralladoras, misiles, bombas y demás cosas que hacen mucha pupa (NdD: Resulta un tanto inquietante ver a una niña con una ametralladora gathling…) todo ello para librarse de la turba desordenada que te comenzará a atacar en manada nada más aparezcas en su campo visual. Pero no sólo con el disparo básico vas a poder sobrevivir: Necesitarás emplear tus otros dos ataques para lograrlo.

El primero de esos disparos especiales es un disparo concentrado que se ejecuta alternando movimientos hacia delante y atrás (a la guisa del Psyvariar) y normalmente es un fuerte ataque que es capaz de destruir robots enemigos en cuestión de segundos. El otro, llamado “EX Attack”, normalmente es un ataque de muy corto alcance que, cuando destruye a una enemiga, la convierte en un montón de balas que, si aciertan a otra hermana, también se convertirá en balas. Ergo, con un simple espadazo puedes causar una terrible reacción en cadena que te limpie toda la pantalla de enemigas (que no balas) en menos de un segundo.
Además, para facilitar las cosas, puedes pulsar un botón para hacer que tu chica se quede mirando en una dirección se mueva a donde se mueva. Esta función tan práctica (bien heredada de “Ikari Warriors”) te permite realizar pasadas sin tener que preocuparte de que, cuando cambies de dirección el disparo no te acompañe en esa misma dirección.
Poco puedo decir acerca del control: Es casi perfecto y te permite sobrevivir en cualquier situación siempre que puedas reaccionar ante las oleadas y legiones de enemigas que te asaltarán.

“Adoro el olor del napalm por las mañanas. Huele a victoria”

El juego es terriblemente difícil, y ya no solo para avanzar pantallas sino también para encontrar las decenas de secretos que cada pantalla tiene ocultos, ya sean apoyos o potenciadores, generalmente tan bien escondidos que parece que los hayan puesto donde están a muy mala idea y para fastidiar al personal; ya por las rutas secretas, que te llevan a pantallas ocultas o mucho más difíciles, ya hasta hermanitas que te ayudarán sutituyéndote cuando lo estimes necesario o cuando mueras ante la batalla que tienes ante ti o para encontrar la escasa comida que hay en el juego para restituir un poco de tu más escasa aún energía.
Por suerte, existen modos de sobrevivir aparte de cargarte a las enemigas rápidamente como, por ejemplo, subir niveles. Tal como ocurría en el Psyvariar cuando destruías enemigos o rozabas balas, aquí también te dan “experiencia”, una experiencia que te aumentará la cantidad de energía máxima que tienes, te potenciará los disparos o cambiarán las características de estos, aumentando su alcance. Pero, la mejor función de subir nivel es que consigues una invulnerabilidad temporal durante la cual puedes moverte con completa impunidad entre las enemigas para llegar a la salida o, mejor aún, para conseguir más niveles aún.

Battle Royale: Cuando uno tiene una gathling y otro un cuchillito

Si bien el juego da sus facilidades, los personajes seleccionables son muy irregulares. Los hay muy buenos, como las que llevan armas de fuego (ésas son apuestas seguras) mientras que otras son terriblemente más agobiantes de llevar a pesar de las “ventajas” que puedan tener (una, por ejemplo, lleva un enorme perro de paseo que la cubre de ataques enemigos tal cual si fuese una esfera del R-Type; y otra, cada vez que dejas el botón de disparo pulsado, aparecerá un ángel que se moverá como tú le indiques por la pantalla pero haciendo que tu niña apenas pueda moverse quedando a merced de los cientos de tiros que puedan estar apuntando hacia ella). Si bien algunas son geniales, otras ni merece la pena seleccionarlas.

Pensaba que girando a la derecha me iría mejor pero…

Si hay algo que tenga Sispri Gauntlet es cantidad de pantallas y cantidad de situaciones embarazosamente complicadas. Normalmente, cada pantalla tiene al menos dos salidas que te guiarán hacia pantallas más o menos complicadas (sólo hay que usar el sentido común cuál es cada cual). Las pantallas más difíciles, las que te llevan a las auténticas zonas finales, son las más difíciles de alcanzar para lo que tendrás que apañártelas para sobrevivir a las oleadas de enemigas como sea para conseguir las llaves que abran las puertas hacia esas zonas y pasar entre hermanas y robots gigantes que lo único que quieren de ti es darte un abrazo (muy muy fuerte, eso sí).
Lo mismo que encontrar esas salidas ya es una proeza, cada zona está inundada de caminos ocultos al ojo humano y que sólo podrán ser descubiertos con algo (o mucha) intuición por parte del jugador o con mucha suerte al descubrir que según que paredes se pueden mover o tienen un pasillo oculto. Eso sí, normalmente merece mucho la pena el desvío tomado.

Homenajeando que es gerundio

Sispri Gauntlet es un dechado continuo de homenajes a otros videojuegos, ya empezando por el ya mencionado Gauntlet como al ren’ai (juego de simulación de ligoteo) “Sister Princess” de donde salen todos los personajes y enemigos del juego, ya las protagonistas, ya las enemigas, ya los mismos escenarios en los que transcurren estas batallas (colegios, playas, una calle con tranvías, una piscina, una gran mansión… todos ellos lugares típicos aparecidos en ren’ai variados), ya sus mismas armas (algunas llevan “armas” extrañas basadas en sus aficiones como una lupa y ositos de peluche).
De vez en cuando te encontrarás extraños enemigos que inevitablemente te recordarán a otro gran clásico, Doom (te acabas encontrando con caco-demonios y calaveras llameantes… no me extrañaría encontrarme con un ciber-demonio en la última pantalla, la verdad…
Por la cantidad de disparos que hay, así como por los patrones que lanzan algunos de los robots (así como la nula presencia de entes masculinos (también conocidos como hombres) en el juego) también cabe considerar que Toho es otra fuente para este gran juego, así como el Psyvariar en el modo de lograr experiencia y R-Type para el personaje de la chica del perro.
Luego ya hay homenajes menores basados en las mismas armas de fuego que portan algunas de las chicas, como Terminator o Predator…

¡Un montón de niñas cabezonas me están atacando!

Gráficamente, el juego es completamente 2D, con personajes hiper-deformados (un cuerpo con dos cabezas de alto) pero con buena resolución. Lo bueno es que a pesar de clonar y mover a tantos personajes a la vez es que el juego apenas lagea incluso si en la pantalla hay más de noventa enemigas en movimiento y más de doscientos disparos de formas diferentes volando libremente por ahí. En este sentido, es muy estable (y las chicas son monísimas).
Los fondos son estáticos pero representados en una resolución bastante alta.
Musicalmente es juegos es muy correcto en la mayor parte de las pantallas, con composiciones que, si bien, no llaman demasiado la atención, sí que suenan bien y acompañan a la acción. Sin embargo, cuando no son estas canciones, hay otras que suenan realmente genial, con motivos realmente épicos que te harán pensar que en lugar de enfrentarte a un montón de niñas, estás luchando contras seis legiones infernales. No hay nada malo en la música (salvo, quizá, en las pantallas claramente más relajadas).

Conclusiones

El juego es muy agradable de jugar pero, a la vez, es un maldito infierno. Es realmente difícil (y si eres novato, puede que hasta te cueste sudor y lágrimas pasar de la misma primera pantalla) pero motiva mucho. La cantidad de rutas y pantallas secretas que hay en el juego lo hacen muy atractivo. Y si te gusta destruir cantidades ingentes de enemigos, tiene su morbo.

El juego es muy poco dado a las contemplaciones y hará todo lo posible para que no consigas acabar las pantallas o que, para conseguir los secretos, tengas que pasar las de Caín, ya sea enfrentándote a decenas de enemigas (más aún…), ya haciendo que des rodeos que agotarán los 300 segundos en los que debes acabarte la pantalla antes de que empiecen a surgir robotitos que te irán agotando toda tu energía (puedes convertir el tiempo que te queda en experiencia en unos lugares especiales pero es una jugada algo arriesgada).
El juego es muy divertido, variado, un desafío la mayor parte de las veces y, además, tiene función de replay lo cual le da mucho valor. Aunque sea a la demo, dadle una oportunidad.

Vídeo de una pantalla cualquiera…

Web: Página oficial de D5
Web: Página oficial de Sispri Gauntlet
Descarga: Descargar Sispri Gauntlet (421MB)