Nier
Junto al calor de la chimenea, sentado cómodamente en su sillón, se encontraba el Kraken de los Análisis. Tras un duro día de trabajo se sentó agotado, tomó su pipa de madera de arce y tras llenarla con tabaco de menta, la encendió con una pequeña cerilla. Cogió el periódico de la mesilla y comenzó a leer tranquilamente la sección de política. Pero su momento de relax no duró mucho, ya que en cuanto el Dios Morfeo comenzó a apoderarse de él, el pequeño Kraken Junior entró en la habitación como un vendaval.
– ¡Abuelito! ¡Abuelito! ¡Me aburro!
– ¡Pues cómprate un burro! – comentó con complicidad el Kraken, lejos habían quedado sus días de furia en los que sembraba la destrucción por doquier al analizar videojuegos.
– ¡Abuelito! ¡Analízame un videojuego!
– Junior, ya sabes que dejé esos días atrás. Eran muy estresantes para mí.
– Vengaaaa, ¡quiero oír este! – el pequeño Junior fue hacia la estantería de videojuegos del abuelo y sacó una caja casi al azar. La portada prometía: se podía ver una ilustración muy cool de un señor con espadón. En letras grandes se podía leer una sola palabra: Nier.
– Es curioso que hayas elegido ese juego, pequeño. Es uno de los mayores conflictos con los que me he encontrado en mi carrera de analista. Siéntate en mi regazo, que te contaré un entrañable análisis.
El pequeño Kraken se acomodó en las rodillas de su abuelo y comenzó a relatar la historia, mientras el crepitar del fuego y las vagas sombras que se proyectaban en la pared les sumergían en un nuevo mundo de fantasía.
AVISO: Nier es un juego complicado de analizar. Gran parte de su atractivo está en la historia que cuenta, que es indispensable para entender la rareza que lo hace grande. Así que si no queréis spoilers sobre el desarrollo de la historia, no leáis más. Pero si os gustan las historias originales, es una pena que os perdáis este juego por su aspecto exterior.
El Kraken comenzó su historia:
– Érase una vez un videojuego llamado Nier. Nier no era muy querido por sus amigos y todo el mundo le despreciaba. Las reviews de todo el mundo decían lo mismo. Decían que tenía un apartado gráfico digno de una generación de consolas anterior, decían que su sistema de misiones era tedioso y repetitivo, decían que sus hermanos publicados por Square-Enix eran más guapos y altos. Con ese tipo de críticas, imagínate los pocos amigos que hizo el juego. Compartiendo estantería con sus hermanos, los Final Fantasy, nadie se fijaba en Nier.
Pero un amable administrador de Pixfans me envió el juego para que lo analizara. Yo lo pedí voluntariamente, ya que había oído leyendas en foros apartados del mainstream, cuchicheos que decían que la historia que cuenta Nier era fresca y arriesgada. Ya me advirtieron: “cuidado con el vídeo de introducción, ya que te destripa toda la historia antes de ni siquiera empezar”, así que cuidadosamente encendí mi consola y pulsé el botón start para comenzar un juego nuevo. Unas semanas después, mi viaje había terminado.
– ¿Qué pasó abuelito? ¿Mereció la pena?
– Claro que la mereció, pero es difícil explicar el encanto que tiene este juego. Si lo miramos por encima, Nier es un Action-RPG bastante normalete, con sus armas, hechizos, mejoras, niveles, pueblos con aldeanos en apuros… tampoco parece gran cosa. El sistema de mejoras se hace asignado “palabras” que vamos encontrando a ciertas armas o hechizos. El sistema de subida e niveles es bastante automático y no hay mucha libertad de personalización del personaje. Ni siquiera podemos asignarle nuevas armaduras para cambiar su aspecto. Las misiones secundarias de los aldeanos son repetitivas hasta la muerte, pidiéndote que pesques 20 pescados o busques 10 piedras separadas por un kilómetro entre ellas.
– Jó abuelito, el juego huele a truñete a distancia…
– No sólo eso, sino que encima el apartado gráfico es muy muy discreto. Las texturas están pixeladas y los mapas más vacíos que Madrid en agosto.
– Vaya mierda…
– ¡Sin tacos niño! Pero hay que saber ver más allá. Como ya decían en la Bella y la Bestia, la belleza está en el interior. Nier también tiene cosas muy buenas, y todas ellas están relacionadas con la bizarrada que es su historia. Para entender mejor sus virtudes, te voy a resumir el argumento del juego sin contarte revelaciones finales:
– Al comienzo del juego vemos a un padre y a su hija tirados en un supermercado abandonado. Los dos están famélicos, fuera del supermercado la ciudad parece haber sufrido un apocalipsis. En el exterior, unas sombras muy raras acechan a los protagonistas. La niña insiste en tocar un libro tirado delante de ellos, mientras que el padre se niega. Al final, lo tocan y hay un combate en el que… el libro dispara magias mientras el protagonista reparte cera con un palo.
De repente hay un salto argumental de miles de años. Estamos en un mundo medieval y el único rastro de civilización moderna son unas ruinas mugrientas que nos encontramos en cada escenario. Vemos otra vez al padre, esta vez convertido en un guerrero-medieval- forzudo-con cuero sin saber muy bien por qué. También está su hija, que es víctima de una misteriosa enfermedad relacionada con las sombras. Y aquí empieza tu aventura, sin más explicaciones vas a buscar una cura para la hija.”
– ¡Toma ya! – dijo el pequeño Kraken, totalmente perdido en la extravagancia del argumento.
– Pero esto no es todo. Durante sus aventuras, el protagonista traba amistad con una mujer semidesnuda, que oculta un secreto. Digamos que llamarla “mujer” es simplificar… también se encuentra con un niño que convierte en piedra todo lo que ve. Por si no fuera raro, más tarde se convierte en un esqueleto flotante con problemas de autoestima. Y para rematar, durante toda su aventura les acompaña un libro flotante y parlante con acento inglés bastante pijo.
– ¡No entiendo nada!
– Espera que hay más. Durante sus aventuras, pelearán contra enemigos tan letales como robots con forma de lavadora, contra cuadrados que lanzan proyectiles en forma de círculo, muñecos de trapo gigantes o monstruos con testículos en su barbilla. También visitarán pueblos en los que sus habitantes viven en un sueño, o se rigen por más de 20.000 normas que no pueden romper.
– ¿¿¿Qué???
– Puede parecerte una locura, pero lo mejor es que todas estas bizarradas juntas funcionan muy bien. Muy pocos juegos pueden acercarse a la historia de Nier a nivel de originalidad. El argumento es tan extraño, que te invita a seguir jugando para descubrir de qué va todo esto, explicado satisfactoriamente en una revelación final que no voy a contar. Y es más, los personajes están muy bien construidos. Aunque sus historias son bastante arquetípicas en la forma, no lo son en el fondo. Al final te acaban cayendo bien y quieres ver cómo acaban sus aventuras. En el mundo de los RPG, donde los argumentos se repiten una y otra vez, Nier es una opción muy refrescante.
Y ya está, a la cama que ya es hora, Junior.
– ¡Uau abuelito, increíble! Sólo una cosa más antes de irme… dime eso que sueles decir de “te gustará si…” o “no te gustara si…” para rematar el análisis.
– Bueeeeno, allá va:
TE GUSTARÁ SI:
- Tienes gusto por las historias extrañas, originales, que se salen del típico esquema tradicional de los RPG compuesto por: reino en apuros, héroe y princesa. Este punto es imprescindible, si no lo compartes ni te molestes.
- Si esquivas todas las misiones secundarias y simplemente disfrutas de las misiones principales. Aún así es largo y ofrece nuevas revelaciones de la historia en la segunda partida.
- Si te van los RPG ligeritos, con mucha acción y sin mucha microgestión.
NO TE GUSTARÁ SI:
- Buscas grandes gráficos, aunque el juego tiene momentos bastante espectaculares.
- Te gusta completar al 100% todas las misiones de un juego.
- Quieres echar unas partidas cortitas sin pensar mucho.
El Kraken de los análisis terminó su historia. En su regazo, el pequeño Junior ya estaba dormido, soñando con el mundo de Nier y sus amigos. El Kraken sonrió, apagó su pipa y le llevo a la cama, arropándolo suavemente. Tras ello, recogió la caja del juego del suelo del salón y lo colocó en su estantería con una sonrisa.
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