Los Tazos
Como a mucha gente le gustó que hace unas semanas le dedicase un artículo a las canicas, hoy me he propuesto hablar sobre otro de esos juegos de patio de colegio con los que nos entreteníamos durante el recreo, los Tazos.
Los Tazos llegaron a España de la mano de Matutano a principios de la década de 1990, y se podían conseguir como «regalo» dentro de las diferentes bolsas de patatas fritas y aperitivos de la compañía.
Los primeros modelos que aparecieron estaban decorados con los personajes de las series Looney Tunes y Tiny Tunes, muy populares por aquél entonces.
Gracias a una agresiva campaña publicitaria en la televisión a la hora de los dibujos, los que éramos niños por aquél entonces nos abalanzamos sobre las bolsas de patatas como si nos fuera la vida en ello. Necesitábamos los tazos necesarios para poder jugar una partida con los compañeros del colegio.
Tal fue el éxito de estas fichas de plástico que a las pocas semanas el jugar a los tazos se había convertido en toda una institución a la hora del recreo. Incluso muchos supermercados y kioskos se quedaron sin stock de bolsas de aperitivos ante tan grande demanda de bolsas de patatas. Los tazos se podían coleccionar y apostar en las partidas; eran como las canicas y los cromos al mismo tiempo.
Pero como siempre que hay apuestas de por medio, hay gente que pierde con más frecuencia, y los menos diestros en el lanzamiento de tazos tenían que comer más bolsas de aperitivos que el resto para poder afrontar las pérdidas. Seguro que más de uno aumentó de peso y se volvió adicto a los Cheetos durante aquella época.
Tazos desgastados
Estaba todo estudiado, el intentar completar una colección con las ganancias del patio del recreo y que además luciese bonita era una tarea imposible. Los dibujos de los tazos se borraban a la mínima y al final en las apuestas sólo se veían fichas de plástico blancas, sin apenas dibujo, o con éste considerablemente desgastado. ¡Era una conspiración de Matutano para que consumiésemos más patatas! Y obviamente todo el mundo usaba de apuesta los tazos en peores condiciones.
También había algún que otro «artista» que cuando se le borraba el dibujo del tazo cogía un par de rotuladores y lo repintaba, aunque casi siempre con un resultado cutre.
Master Tazo
No tardaron en llegar los Master Tazos, unos tazos con un tamaño y peso notablemente superior al de los normales, y como no podía ser de otra forma, se conseguían dentro de las bolsas de aperitivos de tamaño grande. Todos necesitábamos al menos uno para poder afrontar dignamente una partida.
Con los Master Tazos las ganancias se incrementaban en cada lanzamiento, y por lo tanto también las pérdidas. ¡A comer más patatas se ha dicho!
Macrotazos y Megatazos
Los Macrotazos y Megatazos tenían un diámetro superior al de los tazos convencionales e incluso al de los enormes Macro-Tazos, pero eran más delgados que éstos últimos. Gracias a sus enormes dimensiones, eran más complicados de voltear.
El que no tenía un tazo a su gusto era por que no quería…
Tazos de Dragon Ball
Matutano también se hizo con la licencia de la serie Dragon Ball, toda una jugada maestra ya todos sabemos que Son Goku y compañía son unos magníficos vendedores.
Además aprovechó el éxito de los personajes de la popular serie de Akira Toriyama para lanzar, nunca mejor dicho, los Tazos Voladores. Estos tazos eran capaces de surcar el cielo a una gran velocidad, como si de una estrella ninja se tratase. Prácticamente al mismo tiempo también llegaron hasta nosotros los Magic-Tazos, unos tazos con un holograma en el que podíamos ver su imagen cambiar dependiendo del ángulo en el que lo mirásemos.
Chiqui Tazos
Chiquito de la Calzada era muy popular por aquél entonces y era imposible evitar sus chistes al encender la televisión. Y si protagonizó películas como Condemor o Brácula, ¿por qué no iba a tener también una colección de tazos? Los Chiqui-tazos.
Poke-Tazos
Otra de las colecciones licenciadas más famosas fue la de la franquicia Pokémon, los Poke-Tazos.
Yo nunca llegué a jugar con ellos, ya que cuando salieron ya era un «tipo mayor» que iba al instituto.
Porta-Tazos
Pero claro, había que transportar los tazos de un lugar a otro, y por ello Matutano lanzó los Porta-tazos, un tubo de plástico con las dimensiones oportunas pero que era bastante incómodo. Y además, si la Game Boy cabía en el bolsillo, en el otro seguro que cabían todos los tazos necesarios para el día a día.
T-Tazas
Cuando un producto se vuelve popular nunca tardan en llegar competidores que intentan aprovecharse del éxito. El clón más cachondo de los tazos son sin duda las «T-Tazas«. Unos tazos de cartón que nos mostraban exuberantes mujercitas ligeras de ropa.
En ocasiones, la ropa de la chica estaba hecha de un material gris que desaparecía con la saliva, por lo que si chupábamos estos tazos las señoritas nos mostraban sus vergüenzas sin ningún pudor.
Las T-Tazas se conseguían comprando unos chicles azucarados de fresa de una marca que ya no recuerdo. Y, a pesar de su carácter explícito, el dueño del kiosko no tenía reparo alguno en darme un puñado de chicles «bien acompañados».
Tazos de fútbol
El diario Sport también repartió sus tazos. Cómo no, éstos estaban adornados con las caras de las estrellas de los equipos de la Primera División.
Amor, Jordi Cruyff, Karpin, Simeone, Prosinecki, Koeman, Djukic y Redondo. ¡Menudo equipazo!
Tazos de Disney
Disney también se apuntó al bombardeo utilizando las licencias de sus personajes y orientándose en el público más joven.
Super Caps
Los Super Caps eran unos tazos de cartón duro que se comercializaban directamente en sobres, y era de agradecer. Aunque parezca mentira, estábamos hartos de comer patatas.
Tazos del Street Fighter
El mundo de los videojuegos también tuvo representación en forma de tazos, y el juego de moda de entonces, el Street Fighter II gozó de su propia colección.
Y muchos más
No han parado de salir tazos desde entonces (de los Power Rangers, de Yu-gi-oh, de Los Caballeros del Zodiaco, etc.), y aún a día de hoy se siguen comercializando. Pero los años no pasan en balde para nadie y lo más probable es que no se vuelva a repetir la fiebre noventera que hubo por conseguir estas preciadas fichas.
¿Y tú?, ¿jugabas a los tazos?, ¿los coleccionabas?, ¿aún los tienes guardados? ¿echamos una partida?
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