La pantalla de la Nintendo 3DS
La nueva portátil de Nintendo es ya toda una realidad. En Japón salió a la venta el pasado 26 de febrero y a Europa llegará dentro de unos días, el próximo 25 de marzo. Mucho se ha hablado de Nintendo 3DS, pero no tanto sobre la tecnología de su pantalla, sin duda su característica estrella, la cual permite ver imágenes tridimensionales sin utilizar ningún dispositivo entre la máquina y nuestros ojos.
Cuando la portátil se anunció en las presentaciones y ferias de videjuegos del año pasado, empezó a circular el rumor de que se trataba en realidad de una versión mejorada del efecto gráfico aparecido en el juego Rittai kakushi-e Attakoreda para DSiWare y que a falta de un acelerómetro se usaba la cámara para crear un efecto 3D al mover la consola.
Pero Satoru Iwata, en plena presentación de la consola en el E3 2010, dijo claramente que Nintendo llevaba años trabajando para crear una pantalla especial, y para mostrar ese efecto del juego de DSi realmente no hacía falta nada del otro mundo. ¿En qué consiste entonces dicha pantalla?
Hay dos cosas en las que uno normalmente piensa cuando le dicen aquello de «3D sin gafas«.
La primera son las llamadas impresiones lenticulares. Se hicieron increíblemente populares hace por lo menos un lustro gracias a las pequeñas muestras que venían de regalo en los paquetes de aperitivos y bolsas de patatas, las cuales consistían en impresiones de dos imágenes simultáneas hechas a tiras verticales bajo una lámina de plástico escalonado que coincidía con dichas tiras. Con este sencillo sistema se conseguía que los ojos (ambos) percibieran tan sólo una de las dos imágenes, dependiendo del ángulo en el que las miráramos. La técnica se mejoró permitiendo usar muchas más imágenes, pudiéndose conseguir un efecto tridimensional más que decente al mover la lámina de un lado a otro, aunque con un límite de inclinación. De esta forma se consiguió hacer creer a nuestros cerebros que estábamos ante una imagen holográfica tridimensional.
La segunda son las confusas láminas de los libros de El Ojo Mágico, llamados estereogramas, donde debemos concentrarnos y mantener un ángulo y distancia concretos para poder ver la ansiada imagen tridimensional. Debido al tema de la concentración resulta un efecto complicado de ver para muchas personas y prácticamente imposible para otras, especialmente para aquéllas que padezcan determinadas deficiencias en la visión.
Realmente la idea no dista mucho de mezclar estos dos curiosos efectos ópticos, pero naturalmente el medio es muy distinto y es necesario complicar mucho más la historia. La idea de la estereocopía 3D, todos lo sabemos ya, es dar informaciones distintas a cada ojo, las cuales se mezclan en nuestro cerebro creando la imagen tridimensional. En Nintendo 3DS, este efecto se consigue colocando entre la pantalla TFT-LCD (los píxeles) y la iluminación del fondo, una pantalla LCD llamada «barrera de paralelaje«, desarrollada en este caso por Sharp.
Como puede deducirse por el gráfico, el sistema es bien sencillo de explicar. La barrera de paralelaje tapa parcialmente la luz que hace que podamos ver los píxeles de la pantalla, pero colocada de manera que el ángulo afecte de distinta forma a cada ojo. Tenemos por tanto una imagen parecida a una impresión lenticular donde quien hace el trabajo es esa barrera, y no el movimiento de nuestra cabeza o de la consola, y donde cada ojo recibe una información distinta. También hay que tener en cuenta que hay que respetar una distancia concreta y tener la máquina completamente frente a nosotros para poder apreciar el efecto, justo como en los estereogramas, aunque sin apenas tener que concentrarnos. La famosa palanquita reguladora del 3D, por tanto, no es más que un simple sistema para modificar la transparencia de esa barrera intermedia, llegando a desaparecer si se desconecta del todo, haciendo por tanto que los dos ojos vean lo mismo.
Por desgracia, dicha tecnología sólo puede aplicarse en dispositivos pequeños y personales, ya que en pantallas grandes sería realmente difícil mantener la posición y distancia correctas, y eso sin olvidar que sólo podrían ser usadas por una persona, la única situada en el lugar exacto para apreciar el efecto 3D, así es que en principio esta tecnología no podrá aplicarse en las televisiones de nuestras consolas de sobremesa o en el cine (¡y no porque no se haya intentado!), así es que habrá que seguir usando las gafas. No obstante, sí que llegará a otros pequeños dispositivos como ya ha ocurrido con el móvil LG Optimus 3D.
Como vemos, el mundo de los videojuegos no deja de sorprendernos. Continuamente se añaden adelantos tecnológicos a las consolas abriendo nuevas posibilidades a la imaginación de los estudios de desarrollo. Los que nos preguntemos qué nueva forma de jugar surgirá de Nintendo 3DS estamos a punto de empezar a descubrirlo.
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