Blazing Star [Pixelbits]
El tsunami de despidos a principios de los años noventa que propició el cese de desarrollos en la compañía Irem daba lugar a numerosos estudios gracias a sus ex-empleados. Diseñadores, programadores y creativos de gran talento repartidos por el vasto territorio de Japón. Mientras algunos de ellos formarían Nazca Corp. -padres de Metal Slug (1996)- y otros tantos enfocaron su carrera profesional en Aicom, propietaria de Sammy Holdings hasta la fecha que SNK decidió publicar los juegos de ambas empresas. Fruto de estos compromisos nacen infinidad de títulos que copaban el dilatado repertorio de todo reputado salón recreativo.
A pesar de que el nombre original iba a ser «Pulstar Blast», el título de Yumekobo finalmente acabaría llamándose Blazing Star, secuela directa del célebre Pulstar (1995) de Aicom. Una jugabilidad, descendiente del legendario R-Type (Irem, 1987), que añade su propio sabor, en forma de nuevos atributos y algún héroe. Durante generaciones el género shmup hace suya la máxima, placentera en cualquier caso, de «pulsar botones lo más rápido posible», descargando adrenalina y hormonas mientras estamos frente a la máquina recreativa. Cargar el disparo duramente para soltarlo o lanzar explosivos es secundario, pero no menos importante en función del personaje elegido. Singulares power ups, bonus, bombas, explosiones, acorazados espaciales e infinidad de ciborgs voladores imprimen elegancia; la variedad la aporta el catálogo de situaciones que nos llevan desde el interior de un complejo galáctico hasta sumergernos en el agua como un anfibio, sellando una obra desquiciante para cualquier jugador bisoño y profano en la materia de las naves espaciales.
Los últimos coletazos del renderizado 3D, antes de la completa irrupción del 3D, estaban dando sus frutos en esta tardía época de arcades, cediendo el paso a los años venideros del segundo milenio, donde no ser por los pelotazos de Treasure, Radiant Silvergun (1998) y su secuela espiritual de mayor éxito Ikaruga (2001), dejarían este estilo de juego muerto y desvancado, sin dejar usar el último crédito en los segundos finales de la pantalla de «Continue?». Blazing Star es uno de esos que ten mantienen en cada partida en ascuas, sin un claro salvador de la galaxia. Una forma de juego efímera, pero que recompensa a los pacientes y los dedicados.
Pixelbits es una sección destinada a recomendar, de forma breve y concisa, clásicos del arcade que en su día se pudieron disfrutar en los salones, y a los que aún hoy vale la pena darles una oportunidad.
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