Hace tiempo que tengo en la cabeza la idea de que la saga Mario Kart, para acabar de ser redonda e innovar en uno de los pocos aspectos que le queda, debería convertirse en un Nintendo Kart, siguiendo la estela marcada por el Smash Bros.
Me parece muy correcto que Nintendo sólo quiera lanzar un Mario Kart por videoconsola, ya que así tienen más tiempo para pensar en la nueva entrega, y eso se nota en cada versión, que siempre han traído alguna novedad con la que aportar un soplo de aire fresco, aparte de los nuevos objetos y personajes, como por ejemplo: Continuar leyendo »
Últimamente estoy un poco nostálgico, y esta entrada no va a ser una excepción. Prometo que en próximos artículos abarcaré otros temas que no se basen sólo en tocar la fibra tan sensible del videojugador, pero hoy no es el día.
Recordando experiencias pasadas, me he dado cuenta de que muchos problemas y situaciones que sufrí en mi niñez ya no existen o no se han repetido.
Por ello, os presento un recopilatorio de veinte experiencias videojueguiles que han pasado a mejor vida y que dudo que algún día podamos volver a vivir o repetir (eso que se pierden la generación actual y las siguientes). Continuar leyendo »
En el mundo de los videojuegos siempre se ha utilizado el reclamo de lo retro y de la nostalgia para mantener franquicias a flote, sacando nuevas entregas que todo el mundo espera porque han pasado muchos años desde la última (véase el Duke Nukem Forever o la deseada, por ejemplo, tercera entrega de Half Life) o haciéndonos pasar por caja a volver a pagar videojuegos que ya disfrutamos en su día porque han sufrido una actualización o están en otro formato, como ya comenté en su día en este artículo.
Siempre he sido bastante reacio a volver a pasar por caja por un videojuego que ya disfruté en su día, y más a los precios que los ponen, pero creo que con la generación de videoconsolas actuales (PlayStation 4, Xbox One y Wii U), la cosa se nos está yendo de las manos y algunos están aprovechándola para estar…
El primer paso al respecto fue el rechazo de la retrocompatibilidad, con la excusa de abaratar costes y demás. Con ello se aplanaba el camino para una realidad que ya nos veíamos venir: refritos, remasterizaciones, consolas virtuales, etcétera.
El caso que me ha llevado a escribir este artículo es el de la remasterización HD del primer Resident Evil. Vamos a ver, un videojuego que tiene 18 años, del cual hace 12 años se hizo un remake para GameCube (personalmente, el mejor que he visto hasta la fecha), y del que ahora quieren sacar una revisión en HD del remake a 1080p y 60 FPS, en formato digital. El precio está por ver, pero seguro que de los 50 euros no baja. ¿Nos hemos vuelto locos?
Si nos paramos a pensar un segundo, vemos que dicho videojuego va a tener una versión “idéntica” cada menos de dos generaciones de videoconsolas, siendo el primer remake de una factura impecable, pues Capcom tuvo que rehacer hasta el último pixel, pero este segundo parece simplemente un saca cuartos. Que sí, que nos venden la historia de que lo hacen para que la gente que no ha disfrutado de este videojuego en su día lo pueda hacer, que trae ciertas mejoras gráficas, sonoras y pequeñas actualizaciones que luego, casi seguro, son las mínimas posibles para no perder mucho tiempo ni dinero. De acuerdo, una vez vale, dos ya empieza a mosquear el tema.
Cuando se anunció la actual generación de videoconsolas, la vi con cierto recelo, ya que creo que va a ser la generación en la que se va a apreciar un menor salto tecnológico, menos catálogo a destacar va a tener y, en definitiva, más desapercibida va a pasar (espero equivocarme). En la anterior generación ya tuvimos varias remasterizaciones en HD, abriendo la veda para que nos fuéramos acostumbrando en un futuro no muy lejano. Y aquí estamos, con una nueva generación de videoconsolas en la que gran parte del catálogo son remasterizaciones de videojuegos de videoconsolas anteriores, siendo especialmente sangrante las que se hacen sobre la anterior generación.
Otro caso que me viene a la cabeza es The Last of Us. Un videojuego que tiene un año y ya tiene una versión remasterizada que promete 1080p y 60 FPS estables. ¿Aquí también sirve el argumento de que se ha hecho para que lo puedan disfrutrar generaciones nuevas que no jugaron el original?
Y podría seguir con varios ejemplos más, pero que cada uno se ponga los suyos, será por cantidad.
En este párrafo me voy a salir un poco del tema, pero quería comentar una similitud que encuentro entre la fiebre del HD y las cámaras de fotos. El ojo humano tiene ciertas limitaciones de resolución, espectro de colores y demás detalles, por lo que va a llegar un punto que aunque se haga una remasterización a 16K, no se va a apreciar la diferencia (bueno, excepto si lo vieras en una pantalla de 500 pulgadas a 5 centímetros de ésta). Cuando llegamos a este nivel, pasa a ser más marketing que otra cosa. Quien no recuerda, que a día de hoy aún se utiliza, el vender las cámaras fotográficas como mejores sólo porque tienen más megapíxeles? Según nos venden, más megapíxeles sinónimo de mejor cámara. Al principio, cuando habían pocos megapíxeles sí tenía gran importancia, pero pasados un punto, ya da igual 15 que 20. Son más importantes otros conceptos, como el objetivo, por poner un ejemplo. Es muy simple, que hace mejores fotos:
- Cámara reflex de 8 megapíxeles.
- Cámara compacta de 14 megapíxeles.
Volviendo a tema, por todo lo comentado anteriormente, bienvenidos a la generación de las remasterizaciones en HD, con promesas de 1080p y 60 FPS estables que no se podían conseguir en la generación anterior, pero sí en esta (o eso dicen). Vamos, otro argumento a añadir al saco para vendernos lo mismo una y otra vez.
Esperemos que esta tónica cambie pero, a día de hoy, podemos decir que el año 2014 y 2015 parecen los años oficiales de las remasterizaciones y, si la cosa no cambia, también podríamos hablar de la generación de videoconsolas de los remasterizados. Por supuesto, hay algunos lanzamientos originales en perspectiva para las actuales videoconsolas que tienen muy buena pinta, pero la sensación general de los catálogos a estas alturas resulta un tanto desesperanzadora. Tanto que, o la cosa va cambiando, o en mi caso sería la primera generación de la que no me comprase una videoconsola.
¿Y por que nos siguen sacando refritos? Pues porque nosotros seguimos comprándolos. Si dejáramos de comprarlos, posiblemente les daríamos un toque de atención y se lo pensarían dos veces, aunque esto es una mera suposición. Obviamente, no podemos demonizar a las compañías por esto, los televisores han evolucionado, los videojuegos antiguos no lucen como antaño y hay clásicos imposibles de conseguir, por lo que, a veces, los remakes ofrecen novedades que valen la pena…en sí mismo esto no debería ser un problema. El problema está en el exceso, tanto a la hora de abusar de remasterizaciones en vez de invertir en desarrollos originales, como en los excesivos precios, cobrando igual por productos que ya se habían amortizado y han tenido unos costes ridículos que por videojuegos que han requerido un trabajo cuidadoso durante meses o años. Pero bueno, el mercado manda.
Y si lo que tienes son ganas de jugar a clásicos, no te importan los gráficos y quieres ahorrarte parte de tu dinero, siempre te puedes aficionar a los emuladores, que, como se suele decir, como el original, ninguno (salvo algún caso contado que es la excepción que confirma la regla). Sí, algunos videojuegos han envejecido mejor que otros, pero el original siempre será el original.
El otro día andaba discutiendo con un compañero de trabajo (informático, para más información), sobre los emuladores. Que si tal emulador para la MegaDrive es mejor que tal otro, que si aplicando esta combinación de filtros se ve mejor, que si las scanlines son una mierda y no se deben usar nunca, que si tiene más opciones y es más compatible con diferentes controles y ROMS tal emulador respecto a otro, que si este está más optimizado que el otro… Vamos, una típica conversación con un compañero informático y amante de los videojuegos. Continuar leyendo »
El free-to-play es ese modelo de negocio que se remonta a los MMO de la segunda mitad de los años 90, según el cual, en principio, se ofrecen videojuegos de forma gratuita.
Hasta aquí todo muy bonito, pero como hay que rentabilizar el desarrollo del videojuego de alguna forma, se decide introducir publicidad, o la compra de objetos o desbloqueables dentro del videojuego. Nada que objetar.
Pero llegados a este punto, nos surge un problema. Si estas “mejoras” que se compran en el videojuego fueran sólo extensiones del mismo, no habría problema, pero muchas veces no es así, y un free-to-play te pone muchísimos problemas para avanzar en la historia o es una demo camuflada bajo el paraguas del gratis. Continuar leyendo »
Como en otros sectores, en los videojuegos se ha utilizado y se utiliza el erotismo como un reclamo para obtener más notoriedad e incrementar las ventas.
En los principios de este mundillo, el erotismo apenas era utilizado (aquí no hablo de los videojuegos estrictamente eróticos), sino que se buscaba tener un producto de calidad, sin poder dar mucha importancia a las curvas de nuestro personaje. Ahí está el ejemplo del primer Metroid, que hasta el final de la aventura no se desvelaba que el personaje era una mujer (la cosa ha ido cambiando bastante en entregas posteriores). Es cierto que en algunas portadas resultaba un método muy socorrido para captar al público, pero en el propio juego las limitaciones técnicas no lo hacían tan fácil. Continuar leyendo »
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