Ahora que buena parte de los dron llevan cámara, la mayoría de los problemas técnicos, torpezas y otras cagadas quedan registrados en vídeo, por lo que podemos ver cosas tan curiosas como ésta. Alguien no calculó bien la batería que le quedaba a su dron, y éste comenzó a precipitarse suavemente sobre el mar. Suerte que su dueño estaba en bastante buena forma, porque se tuvo que echar una buena carrera, y cualquier segundo más que le hubiese llevado le hubiese supuesto serios problemas. Un salvamento ajustado a más no poder.

Vía: Wtf? Microsiervos

Speederbike

Cuando hace unas semanas comentaba el dron tuneado para parecerse al Halcón Milenario estaba convencido de que estábamos al principio de una avalancha que empezará a llevar por todas partes versiones voladoras de naves famosas, sean o no de Star Wars, aunque está claro que la famosa saga galáctica se va a llevar la palma.

De momento, lo mejorcito que he visto es este speeder bike pilotado por un stormtrooper del Imperio, e integrado en un cuadricóptero. Ha quedado casi como si fuese un producto oficial, y además con la cámara que lleva se pueden hacer unos videos que parecen los de cuando en alguno de los juegos de Star Wars pilotábamos este vehículo con cámara en primera persona. Su creador es Adam Woodworth.

Hoy en día se han puesto de moda los drones. Se venden como churros y cualquiera puede hacerse con uno, aunque si lo vuela fuera de su casa puede estar cometiendo un delito porque la legislación al respecto (que en España aún está poco depurada) es bastante restrictiva. Pero en general aunque puedan ser un peligro para la privacidad por sus indiscretas cámaras, no suelen resultar muy peligrosos y como mucho te pueden dar un coscorrón. Sin embargo, este aficionado ha equipado su dron con fuegos artificiales y lo ha convertido en una peligrosa arma casera. Eso sí, le ha dado una espectacularidad al vídeo que lo hace parecer una compleja arma de guerra. Y hay que felicitar también al sujeto de pruebas, que se ha jugado el tipo para que hubiese algo a lo que disparar…

Vía: The Awesomer

Hacía mucho tiempo que no poníamos aquí nada del Will it blend?, el programa de vídeos de la marca Blendtec en el que ponían los objetos más diversos en una de sus batidoras/picadoras/trituradoras/armas de destrucción masiva para ver el resultado (por ejemplo, un mando de la Wii).

Pero es que su último vídeo ha resultado especialmente espectacular, ya que han metido unos imanes de neodimio, unas esferas de gran poder magnético que se convirtieron en un popular juguete en Estados Unidos, pero que se enfrenta a varios problemas legales por su peligrosidad (niños que se tragaron estos imanes y sufrieron perforaciones estomacales por su potencia) que llevaron incluso a su prohibición en algunos países. El caso es que lo que pasa dentro de esa batidora es una sorprendente bacanal de chispas… no deben ser una broma las bolitas esas…

Vía: Gizmodo

Investigadores del ETH Zürich y de Disney han creado el Beachbot, un robot de pequeño tamaño capaz de hacer grandes dibujos en la arena. La clave es que se desplaza por unas ruedas similares a globos gracias a las cuales no va dejando huella de su paso, por lo que la única marca visible será la que tenga que hacer para el dibujo correspondiente, que traza con una especie de rastrillo.

Zweir Spanjer estaba haciendo su primer vuelo con su flamante dron DJI Phantom II, que en Estados Unidos vale unos 700 dólares, cuando se terminó la batería antes de lo previsto, e hizo lo posible por acercar el dron a la posición en la que él estaba, bastante cerca de un lago con el agua muy fría. En el vídeo podéis ver el avance hacia la tragedia ¿inevitable?

Vía: Kotaku

nada

Probablemente te habrás visto en alguna ocasión en la situación de tener que regalarle algo a alguien que tiene de todo, por lo que al final acabas comprándole un objeto que probablemente ni le guste ni lo usará. Ahora puedes regalarle nada.

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Cangrejo (1)

A los japoneses le gustan mucho las frikadas tecnológicas, dar sustos y comer cangrejo. Sumando todo ello han creado estos cangrejos teledirigidos, cuyos ojos se encienden en un brillante rojo y mueven aceleradamente sus patas como si estuviesen vivos.

Les veo el acabado un poco «plasticoso» para poder hacer realmente una buena broma con ellos. Pero si tuvieran una apariencia más realista, a alguno que otro le podría dar un vuelco el corazón con la sensación de que su comida está viva.

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