Uno de los juegos más divertidos de fútbol ha sido sin ninguna duda Nintendo World Cup de Technos para la plataforma NES en 1990. No es un simulador, no pretende eso, aquí nunca te pitarán un fuera de juego o una falta, es más, la forma más eficiente de recuperar el balón es darle un poco de tarrasca gratuita al contrario. Tampoco hay 11 jugadores, hay 6 por cada equipo contando al portero. Además, los marcadores al final del partido tienen más pinta de un partido de balonmano que de fútbol.
Los jugadores son caricaturas al estilo Super Deformers. Cuando reciben un golpe se les salen los ojos de las órbitas y vuelan por los aires. Como tienen una resistencia limitada, si reciben muchas faltas ya no se levantarán del campo a menos que se meta un gol (en ese caso será necesario darles otra empujoncito para que vuelvan a tumbarse).
Nosotros controlaremos a un jugador en todo momento, pero podemos dar órdenes a nuestros compañeros de equipo para que tire, para que nos pase o para que entre al contrario.
Uno de los puntos fuertes del juego son los tiros especiales, que hacen que puedas marcar desde casi cualquier sitio del campo con un poco de suerte.
En resumen, es un juego que merece la pena jugar y que hoy en día sigue siendo tan divertido como entonces.
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