Bautismo pixelado
Un videojuego es como un hijo y como tal hay que ponerle un nombre. Afortunadamente no estamos restringidos y podemos ponerle el que queramos. De hecho, es prácticamente obligatorio ponerle un nombre que nadie haya usado antes. Como en la vida real, hay padres que deberían ser inhabilitados como tales, por culpa del nombre que le han puesto a su retoño. En los videojuegos pasa lo mismo, y si no que se lo pregunten a los que bautizaron su creación como «Frogger».
En este artículo trataremos sobre este a priori poco apasionante tema. No parece tan asombroso como hablar de las últimas tecnologías gráficas, o de los periféricos más estrambóticos, pero cuando uno se mete en el fregao descubre multitud de cosas curiosas. Veámoslas pues.
Tipos de nombres
Bautizar un juego, más que un arte, se ha transformado en una ciencia exacta. Nadie innova mucho en los nombres, y esto es así prácticamente desde que los juegos existen. Desde Missile Command hasta Street Fighter IV, la mayoría de los juegos tienen un nombre decepcionantemente estándar. Tanto esto es así que se pueden clasificar en diversos tipos, los cuales intentaremos enumerar a continuación.
Ególatra de tomo y lomo
En primer lugar nos encontramos con los juegos titulados como el nombre de su protagonista. En principio, esto debería reprenderse rápidamente restregando el hocico del programador contra el nombre del juego mientras se le atiza con un periódico mojado y se le dice «¡¡No!! ¡¡No se hace!!», pero ha calado tan profundo en la cultura de los videojuegos que no ha habido más remedio que aceptarlo y encajarlo como buenamente se puede.
Esta clasificación la ejemplarizaremos con el título Sonic, que nos trajo SEGA el verano de 1991. Hizo que se vendieran dos Mega Drive por cada Super Nintendo en las navidades de ese año, así que le daremos el privilegio de perdonarle la vida.
Si queréis más ejemplos, los hay a puñaos, por lo que os jorobáis.
Pero entonces, ¿El robot ese no se llama Metroid?
En un sorprendente giro, alguna mente pensante se le ocurrió que, en lugar del protagonista, fuera un personaje secundario el que diera nombre a la videojueguil obra. En algunos, como Centipede, esto tiene sentido porque el personaje aparece tanto como el protagonista, pero en la mayoría es una decisión ciertamente lamentable.
El ejemplo que daremos en esta ocasión es, como debe ser, Zelda. El llamar el juego como la eternamente secuestrada princesa ha condenado al pobre Link a llevar nombre de chica el resto de su vida, sin ser transgénero ni nada. El pobre, por culpa de Albert Miyamoto Einsteiny de los malvados jugadores casuales, va a necesitar ayuda psicológica. No tiene gracia.
Por supuesto, hay muchos juegos de esta guisa. Metroid cabría (de refilón, admitimos) en esta categoría, puesto que la protagonista (¡En efecto, es una chica, y no un robot!) no se llama Metroid sino Samus Aran. El nombre del juego vendría, en esta ocasión, de una raza de gelatinas bastante puñeteras que hacen pupa. A destacar también Donkey Kong (cuyo protagonista es Jumpman, una especie de antecesor de Mario) o la serie Carmen Sandiego.
Pro-Super Evolution International Soccer ’98 Special Champion Edition Dash Turbo New Challengers III: The Final Frontier between you and the Cowabunga Asteroid
A base de añadir coletillas, prefijos, números y toda suerte de apelativos a un título, un juego que como Street Fighter (Capcom, 1987) puede convertirse en algo como Street Fighter III: Third Strike – Fight for the future.
Afrontémoslo: Cada día se hacen más secuelas innecesarias. Antes nos regocijábamos en el glorioso aparecer de una secuela de nuestro juego favorito como Sonic o Mario, y ahora aborrecemos cada tontería que los magnates del videojuego tienen la osadía de ofrecernos. Encima, a cada iteración, el cachondeo es mayor si cabe añadiendo más y más cosas al nombre.
Consola/Juego
¿Para qué andarnos con hosttonterías? Un juego se puede llamar simplemente como el nombre de la consola más lo que hace. A veces ni eso, simplemente se le pone como nombre de lo que trata el juego y ya está. ¿Que un juego entrena la mente? Pues Brain Training al canto. ¿Que sale Mario y la cosa va de pintar? Pues Mario Paint, qué más. En esta categoría está incluído, por supuesto, el mejor juego de la historia: Wii Music. Mención especial de todos modos al Grand Theft Auto.
Por fortuna, esto parece aplicarse sólamente a juegos tipo puzzles, de entretenimiento casual o más «útiles». Esto es así por diversos motivos, entre los que se incluyen que un juego llamado «PS3 2 horas de video cada 1 de juego» vendería mucho menos que uno llamado Metal Gear Solid 4.
Lo que firmo yo, vale millones
Si algo da calidad instantánea a un juego es que llegue un famoso y le ponga su nombre. A principio de los tiempos pudimos ver el Mike Tyson’s Punch Out, el juego de piñas y tollinas por excelencia de la NES, pero eso fue sólo el comienzo. Porque a ver, ¿Qué llamaría más la atención, un juego llamado «Codemaster’s Rally» o uno llamado Collin McRae (Q.P.D.)?
En esta categoría tenemos juegos que de otra forma podrían haber pasado perfectamente desapercibidos, como Tiger Woods 200X, u otros que nos hacen decir «¿Y quién demonios es ese tío?», caso de Clive Barker’s Jericho. Esto no le quita absurdo al asunto, y creo que dentro de poco tendremos en nuestras consolas juegos como «Eusebio’s Cinquillo» o «O. J. Simpson». Que irá de jugar al béisbol, esperamos.
Super 64. DS.
Dos generaciones seguidas haciendo el paripé. ¿Que portan un juego a nuestra consola? Pues que le pongan un «Super» delante o un «64» detrás. Años más tarde, cuando lo vuelvan a sacar exactamente igual pero con menos resolución, que le pongan «DS» detrás. Si es que no sé como se nos ocurrió antes. Aquí podría encajar también, aunque sólo un poco, el mejor juego de la historia: El Wii Music.
Está claro de qué hablamos en este apartado. Por alguna razón, los chavales de la gran N pensaron que un juego parecería más grande si le pusieran alguno de estos adjetivos. Con Super Metroid coló, pero la cosa se le fue de las manos con cosas como Super Swiv, Super Turrican, Super Chero, WaveRacer 64, Mario 64 y 5 + 64. La coletilla DS es para escribir un tema aparte.
S.P.O.U.L.A.O.G.T.Y.K.K.
Las siglas y acrónimos dan nombre, claro que sí. DEFCON, DARPA, Talgo, Láser, THC, LSD… La lista de acrónimos que molan es interminable. ¿Por qué no llevar esto a los juegos? ¡Hagámoslo! Y así se hicieron juegos como M.A.X. (Mechanized Assault and eXploration), KKND (Krush, Kill ‘N’ Destroy) o… D. Sí, hubo un colega que decidió ponerle a su juego de título una letra. Es más, hubo dos, porque a finales de los ’90 los Bitmap Brothers sacaron un gran juego llamado Z.
Lo mejor de todo es cuando se le decide dar una vuelta de tuerca al asunto y poner siglas que NO SIGNIFICAN ABSOLUTAMENTE NADA. Sí, hablo de la obra de David Perry MDK. Un juego que desborda calidad por los cuatro costados pero no explicaciones sobre su nombre, que según los chicos de Interplay significan lo que a tí te salga del trócolo en ese momento. Para acabar de arraglarlo, los muy becerros proponen acrónimos como Mother Day’s Kisses.
¿Cansado de las categorías de nombres? Yo también. Este tema no da para más y además es una tontería.
Nombres realmente curiosos y/o/e/u estúpidos
Como a un niño, a un juego se le debe poner un nombre. En consecuencia, se puede pifiar igual que se pifia poniéndole a un niño Wenceslao Hermenegildo, Pancracio Agapito o Apapucio Margarito. Por ello, es necesario hacer mención a juegos cuyo nombre es curioso, o simplemente para echárselo a los perros. En serio, esto merece la pena.
Lightening Force
¿Lightening? Chaquespeare debe estar revolviéndose en su tumba. Es bien sabido que los japoneses no saben mucho inglés que digamos, pero al menos podrían haberse asegurado antes de coronarse de esta manera. Por si alguien no sabe de qué estamos hablando, este es el título que Technosoft le dio a Thunder Force IV en el nuevo continente.
Lightning Force hubiera estado más o menos bien. Al fin y al cabo, Fuerza Relampagueante o Fuerza Relámpago evoca a algo destructor e instantáneo. Lightening Force, Fuerza Aligerante más bien suena a laxante, de ese que te da una diarrea imparable. Una pena.
Revengers of Vengeance
Compadezco a los ingleses porque entienden su idioma y tienen que aguantar este tipo de tomaduras de pelo. ¿Vengadores de la Venganza? ¿Pero qué $%&@#? Battle Fantasy, su título en tierras niponas, no es mucho mejor, ¡¡Pero no es necesario ponerle un nombre que parece que parodiase a las películas de los ’80!! Creemos que es necesario darle a este juego el premio al nombre más cutre de la historia del Universo.
Como es probable que muchas personas no conozcan este juego (para hacer honor a la verdad, el que escribe ni siqueira se ha molestado en verlo), diremos que se trata de una mezcla de shooter, juego de rol y juego de lucha. Las pantallas tienen que ser divertidísimas, pero vamos a dejar la diversión a otros, no vaya a ser que el juego consista en un cachas en pantalón corto y mullet tenga que aniquilar enemigos con traje de lycra.
Silhouette Mirage: Reprogrammed Hope
Este juego podría conformar perfectamente una nueva categoría de nombres: la de poner palabas al azar del diccionario inglés. Nada menos que «Espejismo Silueta: Esperanza Reprogramada». O peor aún, dado que se requiere que un licenciado en filología inglesa para decirnos cómo demonios traducir este título. Eso después de que a él se lo hayan explicado.
El juego parece un sidescroller de los de Treasure de toda la vida, así que muy malo no debe ser. Además tuvieron el detalle de eliminar «Reprogrammed Hope» del título fuera de Japón, que aunque no lo arregla del todo lo deja más limpito.
Y muchos más
- O.D.T. – Mazda Laputa, Mitsubishi Pajero… grandes productos que tuvieron la astucia de cambiar su nombre para ser lanzados al mercado español. No así con este juego, que se llamó nada menos que O.D.T. ¡O.D.T. tú!
- Advanced Dungeons & Dragons: Eye of the Beholder II — The Legend of Darkmoon – Premio al nombre más largo del que se tiene constancia.
- Gradius – ¡Vaya, el equívoco L/R de los japoneses ataa de nuevo! En lugar de Gladius, el arma romana que dio nombre a los gladiadores, se les escapó una R de rebelde. Por fortuna resutó un gran juego de todos modos.
- Half-Life – ¿Qué hace este juego aquí, si tiene un nombre buenísimo? Pues que el HOIGANismo ha condenado a este título a ser traducido como «Media Vida», en lugar de Vida Media, el cual se refiere al período medio de desintegración de los núcleos radiactivos. ¿O es que ese C14 de la portada te sonaba a un arma Yanqui? Por esto es por lo que no podemos tener cosas bonitas.
- Touch Dic – Otro de esos maravillosos «juegos para la DS». En español está claro que es un diccionaro táctil, pero en inglés pronunciado adquiere un matiz más interesante. No os hagáis los tontos que he visto una sonrisita.
- Megaman – Si Superman es popular, Megaman debería serlo mucho más, ¿no? Pues no.
- Beyond the Beyond – Venga hombre…
- Sticky Balls – Esto es tan incómodo que no voy a hacer más comentarios.
- Sensible Soccer – No, no significa Fútbol Sensible. Pero Fútbol Sensanto también es un nombre horrible. De todas formas es uno de los mejores juegos de fútbol que hemos tenido ocasión de jugar.
- Sea Men – Vale que el protagonista sea un pez con cabeza humana… que escucha tu voz. Pero, ¿Era necesario ponerle este nombre? (Para los que no se enteren de qué va la película, se pronuncia /’simen/, igual que eso que estás pensando.
- S.C.A.T.: Special Cybernetic Attack Team – Si no aclararan el acrónimo en el artículo sería para juzgado de guardia. Sobran las palabras.
- Project Gotham Racing – Apostaría un pie a que lo primero que piensa una persona al leer este título es en Batman. ¿Por qué? Grandes misterios de la vida.
Seguro que hay montones más… La mayoría ni siquiera tienen gracia. Pero por ahora es todo, sed felices.
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