A unos días del lanzamiento de un nuevo sistema al mercado doméstico del videojuego -la flamante PS Vita de Sony– las expectativas que se han creado con respecto a dicha máquina son altísimas. Que si va a ser una PS3 portátil, que su potencia va a ser desmedida, que viene más equipada que un Mercedes de gama alta… hype en estado puro para todos los públicos.
Viendo las características técnicas de la nueva plataforma y la cantidad de promesas que Sony ha realizado con respecto a la misma (las cuales desde un punto de vista histórico sería mejor no tener en cuenta) parece claro que no va a tener rival. La innovadora pero limitada 3DS de Nintendo parece un enemigo sencillo de batir, un escollo menor que apenas aguantará el tirón del nuevo gran titán. Eso al menos en cuanto al planteamiento teórico. Pero, ¿Realmente tiene PS Vita la batalla ganada? ¿Una máquina tecnológicamente superior garantiza ser número uno en ventas? En absoluto. Y eso es lo que vamos a ver en este pequeño texto.
En mi artículo de hoy no voy a alabar o denostar a ninguna compañía. El tiempo y la edad me han demostrado que es una estupidez discutir sobre que sistema es mejor, sobre todo pudiendo disfrutar de lo mejor de cada sistema. Por lo tanto hoy no vamos a hablar de que fue mejor o peor, sino de ejemplos en los que una mayor potencia técnica no se tradujeron en una victoria clara sobre la competencia. Consolas y ordenadores -por supuesto retro- que siendo claramente superiores a sus competidores terminaron mordiendo el polvo.