La Game Boy es para jugar al Tetris, o al menos eso es lo que debe pensar Oskunk, que en su galería de deviantArt ha colgado una serie de fotos de la consola decorada con coloridos y felices tetraminos.
Yo estoy de acuerdo con él y aún recuerdo el día en el que mis padres me trajeron a la vuelta de un viaje a Canarias la Game Boy. Jugué al Tetris turnándome con mi hermano hasta que se acabaron las pilas, más que nada porque no tenía otro juego. Años más tarde y por culpa de Amorín Uzuki, volví a engancharme en la Nintendo DS al juego de Alexey Pajitnov hasta que me dejó de funcionar uno de los botones de la consola de tanto apretarlo. Supongo que jugaré al Tetris de la 3DS en cuanto me haga con una consola, pero como sacaron ese joystick raro a modo de injerto creo que lo suyo será esperar a que Nintendo lance un nuevo modelo. Atrás quedaron los tiempos en los que las videoconsolas portátiles, cuanto más grandes, mejores. Y si no que se lo digan a los que tenían la lupa o la hyperboy.