Este video resume la triste historia de un pobre empleado del gremio de la banca en Australia. El sujeto en cuestión, un trabajador ejemplar, disfrutaba de una mañana tranquila, tanto que hasta se permitió mirar unas fotos eróticas, con el único objetivo de recuperar motivación y fuerzas, y poder así seguir rindiendo al máximo para la entidad que le daba de comer. Pero hay ocasiones en que la diosa Fortuna abandona a los hombres a su suerte, y el destino quiso que una cámara de televisión lo estuviera grabando mientras la guapa modelo Miranda Kerr hacía acto de presencia en su monitor… horas después, el trabajador, ese mismo que mira con cara de pena al final del video, era expulsado de su trabajo.
Sin embargo, la solidaridad mueve montañas, y una web australiana llevó a cabo una campaña para que David Kiley, que así se llama el sujeto, pudiese recuperar su trabajo. Lo defendían alegando que las fotos no eran subidas de tono, y que el hecho no era para tanto… hasta la propia Miranda Kerr suscribió la campaña. Pues bien, como he podido leer en El País, la entidad se ha ablandado, y Kiley ha sido readmitido.
Una historia con final feliz, pero también con moraleja: mirad atrás antes de poner las fotos, y no después…