Es raro imaginarse a alguien que de verdad disfrute con los videojuegos y jamás se haya hecho para sí, esta pregunta…Vamos, es el pan de cada día (o mejor dicho, de cuando volvemos a rejugar a nuestras joyas y ese gusanillo de necesidad y amor nos hace ejercitar el cerebro), el ser o no ser de cada uno de nosotros/as, con enfados bien fundados a veces y albergando esperanzas en vano de ver cumplida alguna de elllas…
– “¿Y si hicieran un Remake de…?”
O también la tan socorrida:
– “¿Y si hicieran una continuación de…?”
Tantos “¿Y si…?” y tan pocas respuestas. Nuestra afición esta plagada de lagrimas vertidas en oscuros cuartos de juego o en banales conversaciones de Messenger, contestaciones de hilos que se pierden en los archivos y que, (para nuestra desgracia) nadie jamás leerá o las convertirá en realidad.
Éxitos de antaño que catapultamos a la categoría de “Obras de Arte”, donde el hype de hoy día se queda corto a su lado, donde rapiñar monedas cual buitre entre los cojines del sofá de salón nos hacía estar meses ahorrando para comprarlo, en definitiva, los juegos de nuestra infancia que ahora sacaremos del baúl de los “retroerdos” para que el personal entienda el título del artículo.