A estas alturas creo que sobra decir que el mundo del manga y el del anime se han dado la mano con el de los videojuegos japoneses en numerosas ocasiones. Muchos grandes diseñadores se han dado a conocer por sus diseños para videojuegos (esto daría de hecho para otro artículo), pero la mayoría de los que han dejado una huella imborrable en nuestros ojos y corazones son profesionales con una caché hecha y derecha en el mundo del manga y/o el anime que fueron contratados por compañías de videojuegos para añadir calidad y marketing a sus títulos. Éste es un pequeño homenaje a algunos de ellos.
Se suele dejar la artillería pesada para lograr un gran final, pero prefiero empezar fuerte nombrando primero a Akira Toriyama. El autor había cosechado un excelente éxito con su manga Dr.Slump, y desde hacía unos años serializaba en Shônen Jump el que rápidamente se convertiría en uno de los mangas más conocidos de todos los tiempos, Dragon Ball, cuando la compañía Enix decidió ponerse en contacto con él para contratarlo como diseñador del que era el título estrella de la compañía (y de todo Japón), Dragon Quest.
Su trabajo como diseñador de la saga continúa hasta nuestros días, pero no fue su único trabajo en el mundo de los videojuegos ni mucho menos. Ya para Square diseñaría el inolvidable Chrono Trigger y Tobal No.1, además de Blue Dragon para Mistwalker, que acabó de romper la maldición europea que pesaba sobre los juegos en los que trabajaba, de éxito rotundo en Japón, pero sin salida por estos lares, tras el lanzamiento meses antes de Dragon Quest VIII.