El éxito de la Wii y de la DS ha traspasado fronteras y jugadores de todas las edades y de ambos sexos se han apuntado a la generación actual de consolas de Nintendo. Para este nuevo público han surgido una serie de juegos que se han denominado “casual”. Juegos sencillos y simples que pueden ser disfrutados por cualquiera. Solos, en familia o con los amigos estos títulos no requieren horas delante de la pantalla, están pensados para disfrutarlos al momento y pasar con ellos un buen rato.
Pero esta reciente universalización de los videojuegos ha traído consigo una serie de títulos mediocres que copan las estanterías de los centros comerciales. Juegos creados para vender a los que no les importa en ningún caso la satisfacción del nuevo usuario final, aún inexperto, desinformado y carente de criterio.