The Embodiment of Scarlet Devil – Cazando vampiros al estilo oriental
En las apartadas tierras de Gensokyo ha sucedido algo extraño: Una niebla escarlata de origen desconocido ha comenzado a cubrir todo cuando hay a la vista. No hay luz y, por ello, los youkai que viven en ese extraño mundo han comenzado a salir de sus escondites al amparo de las sombras.
Reimu Hakurei intuye el origen de ese mal y, acompañada de Marisa Kirisame (que no tenía otra cosa que hacer, como siempre) se dirige a una extraña mansión levantada en una isla en medio de un gran lago.
Así comienza la primera andadura de Reimu y Marisa en plataforma Windows, su sexto juego en esta larga saga de shooters: Touhou Koumakyou.
No nos compliquemos la vida…
Éste parece ser el lema de Zun en esta sexta entrega de Touhou. Parece que eligió seguir en la tónica de sus juegos en PC-98 y traernos un juego en el que no hay impresionantes efectos gráficos ni jugabilidad compleja.
Lo cual no quiere decir que sea un mal juego. Todo lo contrario: Usando pocos elementos, ha logrado conjugarlos en un juego que, si bien no es magistral, sí que destaca enormemente en el género. Y entretiene mucho, que es lo que importa.
Comencemos mencionando a sus personajes: Hay dos personajes seleccionables, cada una de las cuales dispone de dos hechizos. Por lo general, todos los hechizos son bastante prácticos para lo que fueron concebidos, con la salvedad del “Illusion Laser” de Marisa que es un disparo bastante irregular y engorroso de utilizar, cosa que se solucionaría en entregas posteriores.
Por lo general, se puede acabar el juego sin ningún problema con cualquiera de los cuatro disparos, más que nada, porque lo que importa en “The Embodiment of Scarlet Devil” no es la potencia de fuego sino el manejo con precisión del personaje que lleves, logrando que logre sobrevivir a cantidades ingentes de disparos.
Declarando Spell Cards
Sin embargo, Zun quiso darle algo más de juego a esta entrega porque, evidentemente, un juego de estas características no se mantiene en pie sólo gracias a una premisa tan simple como el matar y evitar ser matado. Por eso incluyó dos elementos que aumentaron el interés sobre el mismo:
Los puntos de roce (o “Graze”): Cuando te acercas a una bala y ésta pasa a tu lado sin matarte, logras un punto de roce que aumentará levemente tu puntuación. Así, en seco, resulta poco llamativo. Hasta que peleas para encontrar hasta la última cadena de disparos que te permita rozar setenta balas seguidas que te dan más puntuación que matar tres hadas. Es espectacular ver a los grandes jugadores de EoSD rozar balas en extremo, incluso sacrificando bombas (vidas incluso) para conseguir una puntuación perfecta gracias a los roces. Aunque no deja de ser algo tomado de otros juegos (Psyvariar, sin ir más lejos) se usa con bastante elegancia en el juego sin meterle más profundidad que la simple acumulación de puntuación.
En segundo lugar, no se puede hablar de un Touhou de Windows sin mencionar las Spell Cards cuya primera aparición se da en este juego. Básicamente son una clase especial de hechizos que lanzan las jefas enemigas, normalmente, de especial dificultad que si son vencidos sin necesidad de usar bombas y sin perder vidas, otorgan una puntuación nada despreciable. De nuevo, decir que conseguir todas las Spell Cards a lo largo del juego no otorga ninguna ventaja adicional sino que sólo supone un desafío para los más jugones. No supone ser un reto nada sencillo porque, incluso en nivel fácil, hay Spell Cards complicadas de conseguir. Mencionar, aparte, que la puntuación que otorgan las Spell Cards en EoSD es una puntuación fija así que no hay método alguno para lograr que aumenten de valor como ocurre en juegos posteriores.
También se incluye por primera vez el PoC (Point of Collection), zona de la pantalla en la que, si tienes la potencia de disparo al máximo, podrás recolectar todos los items de puntuación o potencia que haya en la pantalla con sólo acercarte a la zona superior de la pantalla. Esto hará que, si quieres tener una puntuación decente, te dejes de darte paseítos por la pantalla en busca de los items que caen y te lances contra el borde superior para que vayan todos hacia ti (siempre y cuando puedas sobrevivir a todo lo que te puedas encontrar por el camino, claro está).
Se incluyen otros detalles interesantes como la bomba post mortem (que se presentó por primera vez en Touhou Gensokyo (Touhou 4, en otras palabras) o el botón de desaceleración que te permite esquivar con mayor facilidad lo que se te pueda venir encima (del mismo juego).
Viaje a la mansión Escarlata
El juego se compone de seis pantallas más una extra a la que sólo podrás acceder si te acabas el juego en dificultad normal (en dificultad fácil es imposible porque sólo te permiten jugar cinco pantallas). En el juego llevamos a las protagonistas a lo largo de un viaje hacia la misteriosa mansión Escarlata, lugar desde el que se está expandiendo la fortísima niebla que asola Gensokyo.
Ya por el camino se encuentran con varios youkai de carácter belicoso, tales como Lumia (aparentemente una simple niñita pero que no deja de ser un monstruo caníbal) o Cirno (la hada tonta del hielo que, simplemente, busca algo de gresca) que se aprovechan de la confusión para divertirse a su manera.
Una vez en la isla en la que se encuentra la mansión, la dificultad de los enfrentamientos aumenta por enteros, ya sea por las peleas que tienen que librar las chicas contra Hong Meiling, la guardiana de la mansión, experta en artes marciales chinas, y las diferentes habitantes de la misma como Patchouli Knowledge, bruja de enorme poder con una cantidad de sortilegios a su disposición impresionante (de hecho, dependiendo de qué personaje y hechizo lleves, sus ataques variarán casi por completo haciendo de esta cuarta jefa, una de las más fastidiosas de toda la saga… cosa que se nota en “Immaterial and Missing Power” donde la asmática esta es una God Tier de cuidado…); Sakuya Izayoi, la doncella perfecta de la mansión, mujer que es capaz de alterar el tiempo a su antojo y con ello lanzarte cantidades ingentes de cuchillos en todas direcciones (NdD: Igualita a Dio Brando) y, como remate final, la señora de la mansión, Remiria Scarlet, vampira de enorme poder y que, por simple capricho, ha oscurecido Gensokyo para tener un lugar cómodo en el que vivir y poder moverse.
A este reparto hay que añadir la presencia de Frandoll / Flandre Scarlet, hermana pequeña de Remiria, bestia infernal de poder inconcebible en un sólo ser vivo y que es capaz de destruir cualquier cosa con sólo desearlo… razón por la que lleva 495 años encerrada en el sótano de la mansión.
Es una buena variedad de personajes, cada cual, más carismático que el anterior (NdD: Nada de “el”: Todas son chicas).
Zun cogió su sintetizador
EoSD supone un salto gráfico en toda regla desde los juegos de PC-98 de tan genial autor (no se pasó los cuatro años que pasaron desde “Mystic Square” con los brazos cruzados, no…). Deja a un lado el estilo puramente 2D usado en sus anteriores cinco juegos y comienza a experimentar con los 3D aunque sólo sea en los fondos, los cuales son de gran belleza en general. Los mismo decir de los fondos de Spell Card, muy bonitos y temáticos (me encanta el reloj de Sakuya).
Los personajes están modelados en 2D, con sprites animados de una manera algo tosca pero, desde luego, bonitos. Sus ilustraciones pre-combate, por otro lado, son bastante lindas y expresivas, bien dibujadas y coloreadas.
Y, como siempre, pasemos al apartado musical. Ninguna queja cabe de las composiciones de este hombre: Todas son animadas, bien compuestas y mejor reproducidas. La música acompaña genialmente a los combates, ya contra haditas menores ya contra demonios mayores. Estas canciones son la salsa del juego. A destacar “Lunar Dial” la canción de Sakuya Izayoi y “U.N. Owen was her” de Frandoll.
Concluyendo
The Embodiment of Scarlet Devil tiene muy poco comentar: Es jugabilidad pura. Ni la historia ni el sistema de juego tienen mayor trascendencia porque lo único que llama realmente la atención es el juego en sí mismo, con todos los elementos mentados a lo largo de este análisis.
Sin embargo, no todo es perfecto: Si bien es muy jugable tiene el fallo de no saberse exactamente dónde está el hitbox de las chicas que manejas (el punto en el que, si te dan, te matan; que en Touhou son especialmente pequeños), desconocimiento por culpa del cual te podrán matar más de una vez por un simple fallo de cálculo.
También hay que señalar que las danmaku de este juego son bastante más irregulares que lo que se nos presentará en juegos posteriores, esto es, hay muchísimo disparo con trayectoria al azar (sobre todo peleando contra Remiria (NdD: Todo lo que leáis sobre ella vendrá a deciros que la niña es pura fuerza bruta y poco dominio de magia, cosa que se nota en sus disparos). Pero, por lo general, se trata de respetar un patrón base. Aunque a veces acabe siendo un poco caótico (Water Sign “Princess Undine” de Patchouli… eso sí que da dolores de cabeza si la pillas de malas).
Por su simpleza es un juego muy loable, lo mismo que es el más difícil de toda la saga a mi parecer.
Juzgad vosotros mismos
Enlace: Entrada del juego en TouhouWiki
Enlace: Página oficial de Team Shanghai Alice (aunque Zun sea su único miembro…)
Descarga: Demo de EoSD
La más estupida de todas las Spell Cards jamás vistas
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