Zelda, nostalgia y gameplays
El pasado día 14 pudimos contemplar al fin algo del gameplay del próximo Legend of Zelda, al cual podemos ya llamar por su nombre “Breath of the Wild”. Nintendo no presentó el juego en una conferencia al uso y el formato elegido desconcertó a quienes no estaban informados de cómo sería el evento, y esto, sumado al hecho de que Breath of the Wild no parece que vaya a ser una entrega continuista precisamente, ha divido a los fans de la saga en dos grupos.
Mientras que unos están encantados (y me parece que son mayoría) otros han montado en cólera o simplemente no entienden que es este nuevo concepto que nos presenta la empresa nipona.
Cada uno interpreta los cambios introducidos de una forma, positiva o negativa, y es que algunos quieren experiencias nuevas mientras que otros se pueden llegar a sentir traicionados cuando las cosas no resultan ser como ellos hubieran querido. Pero, ¿por qué cierta gente defiende lo “tradicional” a capa y espada?
Hay que tener en mente que esto no es la primera vez que pasa y prácticamente se ha convertido en una tradición en sí misma el criticar el tráiler de cada nueva entrega de la saga. Ocarina of Time fue bastante criticado por los fans más acérrimos de A Link to the Past, y lo sigue siendo. Wind Waker fue un fracaso en comparación con las otras entregas y su fama llegaría con el tiempo, cuando el jugador promedio maduró suficiente para ver que el estilo cartoon podía ser algo beneficioso para la experiencia y no necesariamente un lastre (por supuesto, depende de gustos). A Twilight Princess se lo criticó precisamente por lo contrario, es decir, por continuista y por querer ser “adulto” a la fuerza. Skyward Sword por su parte ha acumulado él solo tantas críticas por tantas cosas que no sabría ni por dónde empezar.
Que los juegos mencionados sean buenos o no es otro tema, pero las críticas hacia ellos han existido siempre y existirán, y aunque muchas de estas críticas tienen una base, la nostalgia juego un papel innegable en su origen.
Del Ocarina se decía que las tres dimensiones acabarían con la temática de exploración de los juegos y con los puzles que hasta ese momento la vista aérea había ofrecido. La sensación que tiene el fan es la de que la historia, el juego, se ha traicionado a sí mismo, que abandona su esencia y que dejará de tener sentido. La experiencia nos muestra que esto no es necesariamente así pero a veces es muy difícil deshacerse de ese sentimiento.
Esto es lo que pasa cuando creamos un vínculo con unos personajes y un mundo, un vínculo fuerte como el que podemos tener con un buen amigo pero aplicado a algo intangible. Me gustaría seguir con el ejemplo del Ocarina ya que es el que me pilla más cercano. Siempre he sido fan de la saga y es precisamente por este juego, ya que crecí con él. Y esto último lo digo de forma literal.
Si habéis jugado o conocéis un mínimo del juego sabréis que gira en torno a los viajes en el tiempo y que a lo largo de la historia controlamos a Link en su versión infantil y luego a una versión diez años mayor. Durante el juego veremos cómo nuestro personaje va pasando diferentes pruebas, superando adversidades y enfrentando enemigos cada vez más poderosos. Su poder crecerá al mismo tiempo que nuestra capacidad como jugador y teniendo en cuenta que Link no habla, nosotros somos quienes expresamos a nuestra manera como nos sentimos al ganar cada premio, tesoro y agradecimiento. Cada uno crea su propio Link, siendo el contexto lo único en común con el Link de cada uno.
El contexto es el mundo de Hyrule, o al menos la versión de Hyrule que corresponde a ese juego. También es contexto la historia, los sucesos que afectan al protagonista, sus proezas y sus errores. Y si además hemos rejugado varias veces el mismo juego porque nos encanta, nuestro cerebro acaba asociando cada detalle del mismo con el placer que nos proporciona la experiencia videojueguil.
Por ello es que cuando vemos una nueva interpretación del mismo mundo nos podemos sentir un tanto traicionados si no identificamos esta nueva versión con la que nosotros hemos aprendido a amar. Y a partir de ahí podemos acostumbrarnos y aprender a disfrutar la novedad o bien optar por quedarnos con lo ya conocido, opción que tampoco es necesariamente negativa.
Algunos de esos detalles que han preocupado a algunos fans son:
• Ausencia de la túnica verde.
• Ausencia de rupias como moneda.
• La vida no se recupera con corazones.
• Historia no lineal, podemos ir directamente hacia el final.
• Falta de música en la campiña de Hyrule.
• Múltiples armas y armaduras.
• Ausencia de NPCs.
• Inclusión de voces de doblaje.
• Mazmorras muy simples.
• Mucho más…
Me gustaría comentar brevemente lo dicho. La túnica verde acabará apareciendo por algún lado, aunque no necesariamente será el mejor traje puede que simplemente sea muy polivalente. En cuanto a las rupias, si que existen en el juego, simplemente fueron eliminadas de la demo ya que al juego aún le queda bastante desarrollo por delante y queda mucho que añadirle. Por el mismo motivo no vimos NPCs exceptuando al Old man. Esto me recuerda poderosamente, junto al mapa enorme y a la no linealidad, al primer Legend of Zelda. Es por ello que en todos estos puntos el juego no está rompiendo con sus raíces sino reencontrándose con ellas.
En cuanto a la salud del personaje, el juego se ha vuelto algo más realista (no mucho, no creas) y la salud se recupera mediante comida. No obstante, puesto que pudimos ver que la salud de Link se sigue midiendo con corazones, estoy seguro que ese enorme mapa estará lleno de piezas de corazón para ampliarla.
La falta de música orquestal se explica si comparamos lo que tardamos en cruzar el overworld de OoT y lo que tardaríamos en cruzar el de BotW. Simplemente, si sonara música todo el rato la acabaríamos cansando y la han sustituido por música ambiental. Estoy seguro de que en mazmorras y contra jefes finales, poblaciones y demás, tendremos música como siempre, y seguro que es genial. En cuanto a las mazmorras no temáis, lo que vimos en los gameplay son los llamados Shrines, de los que tendremos más de cien. A parte tendremos las mazmorras de siempre.
Respecto a la multitud de trajes y armas, así como el doblaje, eran cosas que tenían que acabar pasando y creo que es el paso lógico si la saga no quiere quedarse estancada, aunque por supuesto esto es una opinión personal. De todas formas, en cuando a las voces, tiene pinta que solo las tendrán el narrador y/o nuestra misteriosa guía (¿Hylia?) así que tampoco nos pasaremos la partida oyendo lo que nos dicen.
Por todo ello, aunque considero que queda mucho por ver para poder decidir si el juego será uno de los grandes o no, no puedo negar que tiene un gran potencial para acabar siendo no solo un videojuego de calidad sino además un gran Zelda. Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Tiene buena pinta este Breath of the Wild o la saga se va al garete?
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