Videojuegos: Consumir preferentemente antes de…
Cuando compramos un yogur podemos mirar la tapa para conocer su fecha de caducidad, pero cuando compramos un videojuego no hay ningún sitio de la caja en el que se nos alerte de la fecha aproximada en la que el producto obtenido se devaluará. Esto en otros tiempos sería totalmente innecesario, pero actualmente cada vez es más común que los juegos pierdan parte de sus funcionalidades pasado un tiempo, un problema que se ve agravado por actuaciones de las compañías que se pueden considerar totalmente desleales hacia el consumidor.
El último ejemplo ha sido el de NBA 2K14, que se ha convertido por deméritos propios en uno de los más lamentables casos de devaluación de un videojuego en tiempo récord. El 31 de marzo los servidores del juego cerraron, lo que suponía que solo habían estado activos durante 16 meses, una cifra realmente ridícula. Pero esto no fue lo peor, el cierre de servidores se llevó por delante las partidas guardadas de los modos MyCareer y MyGM, los modos de carrera y gestión, generando la indignación absoluta de muchos jugadores, que llevaban meses disfrutando de una experiencia en la que jamás se deberían haber quedado a medias. El tema es especialmente sangrante porque además 2K Games había afirmado que las partidas guardadas se convertirían en archivos offline el día que los servidores dejasen de funcionar, pero esto no ocurrió.
Por si fuera poco, el mensaje de la editora no ayudó a calmar los ánimos, pues avisaban de que esos archivos lamentablemente se habían perdido y que sería necesario crearlos de nuevo online. Vamos, que avisaban sin disculparse, muy oportuno, y para colmo aprovechaban el mail para incitar a los jugadores a comprar la nueva versión del juego: «Esperamos que disfrutarais de vuestra increíble experiencia con los servicios online de NBA 2K14, y tengáis ganas de la experiencia continua que ofrecen en NBA 2K15». Vamos, seguro que los jugadores que están echando pestes por la enorme faena que se les acaba de hacer en lo que están pensando es en empezar una partida en el juego siguiente sabiendo que tendrá fecha de caducidad… en fin, una campaña de marketing de las que hacen época.
Tal fue el despropósito y tan indignada la reacción de los jugadores que 2K Games le vio las orejas al lobo y decidió recular, señalando que el soporte online a los juegos de la compañía se ampliaría de 18 a 27 meses, y restableciendo el servicio online para NBA 2K14. El mal ya estaba hecho, pues las partidas perdidas no se han podido recuperar, pero al menos se han dado por aludidos. Eso sí, autocrítica poca, y nada de «perdón», «lo sentimos» o similares, por lo que su prestigio, ganado a pulso con la calidad de los juegos, ha sufrido un serio y evitable varapalo. Pero claro, con NBA Live en la UCI ni siquiera tienen competencia que los pueda molestar un poco.
Pero bueno, esto no es algo nuevo, el cierre de los servicios online en un plazo que parece poco razonable empieza a ser el pan nuestro de cada día, y lo es desde hace todavía más años para los usuarios de PC. Obviamente no vamos a esperar jugar en red al Phantasy Star Online en la Dreamcast en 2015, pero que los servicios de Pro Evolution 13 o NBA 2K14 estén ya cerrados a estas alturas es una cuestión de cierta gravedad, porque ya no solo nuestros juegos se devalúan porque hayan salido otros mejores o porque las plantillas estén desactualizadas, sino porque los capan cuando todavía hay una cierta base de jugadores usándolos (recuerdo el Pro Evolution 12, que hasta el día anterior al cierre de servidores ni una sola vez tuve problemas para encontrar rivales o me encontré torneos vacíos, pero cumplida la fecha cerró sin remisión).
Especialmente peligrosa es esta situación en juegos como M.A.G. (PS3, 2010), a los que solo se puede jugar online y que, por tanto, se pueden considerar como juegos muertos cuando, como es el caso, ha cerrado el servidor. Sony le echó el candado en 2014 a los servidores de M.A.G., algo que no ha supuesto una devaluación del juego, sino su desaparición. Echando un ojo en Amazon se puede encontrar por precios que oscilan entre los 12 y los 27 euros, sin que en ningún caso se nos alerte de que ya no puede ser jugado. En eBay sucede lo mismo, pudiéndose encontrar por menos de 6 euros con gastos de envío incluidos (precio tan bajo que ya puede resultar sospechoso) y llegando hasta los 30, de nuevo sin que se alerte del problema del juego, pues el «online multiplayer only» no dice nada sobre que los servidores ya estén cerrados. ¿Qué pueden hacer los que paguen ahora por este juego? Pues poco más que fastidiarse o como mucho reclamar al vendedor, que no estará obligado a nada.
¿Es esto ético? Evidentemente no vamos a esperar que las compañías mantengan este tipo de servicios eternamente, sobre todo cuando no los usa prácticamente nadie y siguen suponiendo un gasto. Pero creo que un poco de sentido común y mostrar una mayor preocupación por los consumidores debería ser la norma. No todo el mundo se compra los juegos el día que salen a la venta, y debe ser frustrante hacerse con un juego como M.A.G. tiempo después de su salida para comprarlo barato y tener que comérselo con patatas poco después (y ya no digamos no poder llegar a usarlo).
Sería quizá de recibo que los juegos llevasen en la contraportada una garantía de X tiempo de soporte para el servicio online desde el lanzamiento, para poder saber al comprarlo a lo que uno se atiene. Y, por supuesto, no meter la pata como 2K Games al llevarse por delante no solo el servicio online sino también unas partidas guardadas que en teoría estaban totalmente a salvo. También estaría bien integrar, aunque solo fuese en los modos más sencillos, la posibilidad de que uno de los jugadores hiciese de host de la partida, al menos para poder seguir jugando con amigos después del cierre de los servicios online. Yo todavía me conecto con unos colegas a la XBOX 360 para jugar unos piques al cuartel general de Call of Duty 2, y sabemos que mientras funcione el XBOX Live no perderemos esa posibilidad.
De las consolas podemos decir lo mismo. Wii y Nintendo DS ya no permiten jugar partidas online desde el año pasado. En la primera el servicio duró 8 años y en la segunda 9. No es poco, pero tampoco es ninguna maravilla, sobre todo teniendo en cuenta que hubo juegos, como por ejemplo Pokémon Black and White Versions 2, de los que solo se pudo aprovechar el online durante un par de años, y las consolas siguieron vendiéndose con ampliaciones y packs hasta poco tiempo antes del cierre de los servicios en red. Si alguien se decidió por una Nintendo Dsi en 2011 (un par de años después de su lanzamiento), no tuvo demasiado tiempo para disfrutar las funciones online de sus juegos.
Hoy en día lo retro triunfa, y mucha gente mantiene vivas sus viejas consolas. Si sacamos una Super Nintendo o una Master System podemos disfrutar al 100% de los juegos tal y como fueron concebidos originalmente, pero para consolas más actuales podemos encontrarnos con pérdidas sustanciales. No cabe duda de que hemos ganado mucho con el juego online, que es un extra sobre lo que había que nos ha permitido experiencias únicas, pero no me parecen de recibo algunas de las cosas que están pasando recientemente.
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