Las portadas de videojuegos son, por lo general algo bastante repetitivo y que no llama demasiado la atención. Lo comprobaréis dando una pasada rápida a los estantes de una tienda, en la que lo más probable es que la vista se os detenga en algún personaje que conozcáis o en alguna de esas carátulas de Ubi Soft que señaláis al amigo que os acompaña mientras le decís: «¿pero como pueden hacer esto y aún por encima venderlo?»; pero son pocas las veces que paramos en la caja de un juego que ni nos suena para decir algo como «anda mira, que original».
Por eso creo que las compañías debían devanarse algo más los sesos y pensar cosas diferentes, porque este Big Bang Mini, con algo tan sencillo y barato como una impresión lenticular (de esas que vemos moverse al cambiar el ángulo) seguro que destaca entre aquellos que lo reodeen.
Vía: La Gran N