Syndicate Saga
La época de 1994~1995 fue personalmente “movida” en cuanto a videojuegos. Los primeros reproductores de CDs llegaban a los hogares y recopilatorios como “CD-MIX” o “CD-Ponga aquí su mes” se distribuían de amigo a amigo cual droga en una discoteca. Gracias a estos CDs mucho conocimos títulos legendarios, hoy en día olvidados por la gran mayoría de los jugones y desconocidos por los nuevos. Uno de estos títulos o más bien títulos son “Syndicate” y “Syndicate Wars” del afamado grupo “Bullfrog”.
Si hace tiempo el compañero “Denymetanol” nos hablaba de “Hunter”, un precursor de los modernos GTA, hoy os quiero hablar de un par de títulos, que si bien en cuanto a perspectiva no podríamos relacionarlos, tienen mucho en común, además de ciertos aspectos que por diferentes motivos no se han vuelto a explotar.
Argumento
El primer “Syndicate” carece casi de argumento. Simplemente estamos a la cabeza de una mafia que quiere ganar terreno en los negocios negros y para ello deberemos de ir realizando una serie de misiones que nos hagan ganar dinero, terreno y popularidad. Poder, al final y al cabo.
En “Syndicate: American Revolt” la cosa se complica un poco: Todo comienza con una compañía llamada “Eurocorp” que controla al mundo entero. La fuerza y el poder de esta compañía viene dado por la invención de un chip que, implantado en los seres humanos, hace que perciban la realidad de una forma totalmente distorsionada provocando que vean y piensen que están viviendo en una especie de paraíso. En America, debido al gran peligro que existe en el país como consecuencia de la violencia extrema y las exageradas tasas, los ciudadanos han decidido revelarse contra “Eurocorp” para ganar de nuevo su propia libertad. Pero “Eurocorp” no esta dispuesta a perder el liderazgo, con lo que deberemos de tomar el rol de uno de los altos ejecutivos e intentar parar el levantamiento centrado en America.
Tras estos acontecimientos, y ya en “Syndicate Wars”, la compañía “Eurocorp” continua con su liderazgo mundial pero algo está amenazando ese privilegiado puesto como dueños mundiales: la aparición de un virus llamado “Harbinger” en el sistema de comunicaciones globales el cual daña el chip usado para controlar las mentes de los ciudadanos haciendo que estos empiecen a abrir los ojos y a darse cuenta que la utopia en la que pensaban que vivían en realidad es una distopia. Estos ciudadanos empezaran a unirse a la ya mentada insurrección comenzada por America.
Entre tanto, aparecerá un nuevo sindicato llamado “Church of the New Epoch” liderado por un grupo autodenominado “The Nine”. A pesar de las diferencias entre “Eurocorp” y la “Church of the New Epoch”, sus objetivos son los mismos: El control del mundo. Uno tratara de defender su posición eliminando la resistencia y luchando contra la competencia mientras la otra tratara de persuadir a ciudadanos liberados con mentiras y eliminando a todo agente de “Eurocorp” que se interponga en su sagrada cruzada.
Jugabilidad
La primera vez que tomamos control en Syndicate (refiriéndonos a partir de ahora a cualquiera de las dos partes o la expansión) pensaremos que nos encontramos ante un titulo simple, de matar enemigos y poco más.
Comenzamos con un grupo de cuatro personajes los cuales irán armados con armas simples y poco efectivas. Se nos dará una misión y deberemos de cumplirla. Una vez terminada la primera misión tendremos acceso al menú principal del juego donde veremos que la cosa se complica: Tendremos en nuestras manos todo un imperio para controlar. Deberemos de ganar dinero en nuestras misiones para poder invertirlo en mejorar armas, investigar en nuevas, mejorar a nuestros mercenarios, persuadir a científicos y ciudadanos para que se unan a nuestras filas… También podremos comprar diferentes items, como pueden ser botiquines.
Si bien confusa y un poco torpe, el modo de juego “directo” es divertido una vez que se le coge manejo y nos hemos memorizado parte de los atajos del teclado, que nos ayudara en más de una ocasión. Al ser un juego de principio de los 90, la resolución nos complicara mucho las vistas, pero podremos girar la cámara sin problemas lo que nos facilitara muchísimo la acción.
Llevamos a cuatro mercenarios los cuales podremos controlar al mismo tiempo, en grupos de dos, uno solo y tres juntos o todos por separado. Nuestro trabajo consistirá en guiarlos por el extenso mapeado donde nos encontremos, intentar pasar desapercibidos o ir “reventando” todo lo que se nos cruce en el camino para finalmente llevar a buen puerto la misión que nos ha sido encomendada. También podremos coger prestados vehículos de terceras personas, lo cual nos servirá para ir mas rápidos, pasar desapercibidos o eliminar un objetivo rápidamente desde el vehiculo. Aun con todo lo dicho, nos tocara usar estrategia y cabeza en mas de una ocasión y saber como, por donde y cuando debemos de atacar o defendernos.
El “otro modo de juego” resulta curioso y complicado a partes iguales. Nunca sabemos como va a ser la siguiente misión en calidad de dificultad así que dudaremos si invertir el dinero ganado en investigación o si debemos invertirlo en comprar municiones y medicamentos.
En cualquier caso, y a pesar de la dificultad del titulo, se disfruta mucho en ambos modos.
Sonido y música
En este aspecto es donde flojea el titulo. Las pocas canciones de las que dispone son aburridas y monótonas haciendo que optemos por poner nuestro disco de música favorito. Los efectos de sonido tampoco son gran cosa pero es normal para la época. Tengamos en cuenta que entonces los juegos no tenían millones de dólares de desarrollo y si se invertía en un aspecto normalmente iba a flojear en otro.
A destacar en este aspecto el escaso pero estupendo doblaje al castellano. Merece la pena escucharlo para olvidar los “wei” que nos regalan a día de hoy grandes empresas de reconocida reputación.
Gráficos
Si bien Syndicate no destaca en este aspecto, he de decir que Syndicate Wars me impacto en su época. Personajes en 2D con escenarios poligonales en vista isométrica y pudiendo rotar 360º la cámara, hacer zoom y quitarlo y algunos efectos de explosiones… Una delicia para los más exigentes de la época. Eso si, a mi Pentium II 233 MMX le costaba trabajo tirar con él y había que tener un muy buen equipo para hacerlo funcionar.
Conclusión
Como veis, en el aspecto de la jugabilidad, esta olvidada joyita de los ‘90 os puede hacer pasar un buen rato, contando además con un buen número de niveles y horas por delante. También cabria decir las diferentes versiones lanzadas al mercado para sistemas de ocio y entretenimiento, destacando la de Mega Drive/Genesis, por cutre, sosa e injugable.
Espero que este reportaje le haya traído recuerdos nostálgicos a más de uno, y a los que no, sólo puedo recomendaros que os animéis a probar los juegos y le deis una oportunidad por que se la merecen. Utilizar el truco de las armas para obtener la “Granada nuclear”, digna de la lista que escribió el pasado día nuestro compañero Krusher, e ir con ella demoliendo rascacielos, no tiene precio.
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