Street Fighter II: Spanish Version
Alguno de vosotros conocerá al comediógrafo Ernesto Sevilla, un actor polifacético que encarnó a personajes de la talla del Gañán en el desaparecido programa La Hora Chanante, ahora resucitado en Muchachada Nui. El caso es que el actor, en sus apariciones en la Paramount Comedy, desarrolló un tipo peculiar de monólogo: el españolizar películas, dando a las mismas situaciones y actores que se les hubiera dado si hubieran sido rodadas en España por españoles. Una de sus mejores apariciones fue cuando españolizó el film El Señor de los Anillos.
Pues en este caso vamos a hacer lo mismo, pero en lugar de con el cine con la pasión que ahora nos ocupa: los videojuegos. Concretamente, con una leyenda (viva): Street Fighter II.
En este juego se desarrollan una serie de combates que determinarán al mejor luchador callejero, cosa fina. Estos combates se libran alrededor del mundo, pero lógicamente en España esto no puede ser así, la cosa perdería gancho (¿han visto ustedes qué apropiado?) y aquí no hacemos las cosas de esta forma: los combates serían en diversos puntos de España. Veamos ahora los personajes.
Ryu y Ken Masters
Esta pareja de luchadores, de orígenes nipón y americano respectivamente, entrenaron juntos desarrollando una técnica de lucha similar, a la sombra de un gran maestro de las artes marciales.
No, no, espera. Si sale un americano en un producto español, o muere a la primera de cambio o tiene acento ridículo, por lo que no interesa. Estos personajes en nuestra españolizada versión se convertirían nada menos que en Andrés Pajares y Fernando Esteso, y por supuesto el maestro Shen Long no podía ser otro que Mariano Ozores.
Su historia transcurriría de la siguiente manera: estos personajes concurren en un cine porno de Madrid, conociendo a su maestro Mariano Ozores, que les enseña todas las técnicas que conocen. Lógicamente el hadooken no puede llamarse así, pero Mariano Ozores viendo la afición a Dragon Ball en nuestro país lo titularía simplemente ondas vitales. Pero ojo, esto no acaba aquí, porque en la versión española Mariano Ozores metería la mano, y en lugar de dos manos en el proyectil mágico se pueden discernir dos tetas, por eso de hacer lucha de destape.
Edmond Honda
Un luchador de sumo que es más fácil saltarlo que darle la vuelta es difícil de encontrar por nuestras latitudes. Este luchador, en su versión original, tenía la ambición de coronar el sumo como el arte marcial más poderoso del mundo.
En España cada vez que pensamos en un gordo de estas características pensamos en Florentino Fernández. Da la talla, también tiene las manos como un catálogo de rábanos y en lugar de Japón estaría afincado en Madrid. Lógicamente lo del sumo no es muy conocido en España, pero este luchador tendría una similar y peculiar arte marcial: sería especialista en dar collejas, guantás y tollinas.
Una caracterización alternativa sería, lógicamente, la de Santiago Segura, pero en este caso sería un personaje más huidizo y menos interesante.
Chun Li
Esta fémina, con más mala leche que un indio agazapado, es en realidad una policía de incógnito infiltrada en el campeonato, con el objetivo de vengar a su padre, muerto por la organización criminal que celebra el tinglao, la organización Shadowloo.
En este caso, este personaje correspondería a la actriz con más mala leche del panorama español, que no es otra que Nuria González. Solo que lógicamente no sería china, sería de Alcalá de Henares, que está cerquita y comparte rasgos culturales con Madrid.
La cuestión es que el Tai Chi no se popularizó en España hasta mucho después de que el juego saliese a la venta, por lo que el estilo de combate de la personaje evolucionaría hasta tener más mala leche todavía: Nuria se defenderá a base de patadas en los cojones e improperios varios.
Blanka
Blanka es un brasileño semidesnudo que va por ahí con una melena larga y un extraño color, cuya mala leche es destilada a través de sus poros en forma de energía eléctrica cual acorralada anguila.
Este caso es flagrante: en España tenemos un personaje idéntico que no es otro que Pocholo Martínez Bordiú. ¿Qué otro mejor candidato para mutante que el nieto de Franco? y además reúne todas las características del personaje original: es feo pa perro, tiene melena, colores extravagantes y va medio en pelotas a todas partes. Encima porta su tradicional mochila.
Este personaje lógicamente no podría provenir de Brasil, sino lógicamente de Ibiza, que reune similares características y lo tenemos más cerquita. Todas las demás caracterizaciones del personaje son idénticas al original: ataca con todo lo que le pilla, dando saltos, vueltas y volteretas, en este caso tras haber consumido una cantidad importante de drogas. Lo de la electricidad es lógico pensarlo, cosa de los genes.
Zangief
Un ruso enorme que practica la lucha libre contra osos, y que participa en el torneo por puro patriotismo. Ama a su país, está lleno de cicatrices y es más bruto que una infusion de pan rallado.
En España no tenemos personajes de este calibre, no obstante tenemos a alguien parecido físicamente que es Antonio Resines: más o menos alto y calvo. En realidad lo demás se adapta, dado que aquí choca ver a un tío en calzoncillos con más mataduras que un borrico viejo.
Sin embargo, aunque no tenemos la persona ideal, tenemos el trasfondo ideal: Antonio es del País Vasco, ama a su nación, y también es más bruto que un arado. No lucha contra osos pero levanta piedras de un quintal, y en este caso va con su txapela que lógicamente se quita antes de los combates. Además esto concuerda con el videojuego original, una época en la que Rusia era el enemigo del mundo libre según los conservadores.
William F. Guile
Americano de pro, rubio de ojos azules, ¡y con la bandera tatuada en el brazo! y encima de las Fuerzas Especiales, no te digo ná y te lo digo tó. Su motivación en el campeonato es la de investigar la muerte de su amigo Nash/Charlie (según versiones) de una forma similar a la que Chun Li busca a su difunto padre.
El patriotismo en nuestro país aún sigue vigente, pero lo cierto es que es enarbolado más bien por la derecha. Además, las fuerzas especiales españolas no venden tanto, así que la cosa se pondría en pie de la siguiente manera: El personaje sería un Guardia Civil, lógicamente con la bandera de España tatuada en el brazo, que investiga la desaparción de su compañero infiltrado en la organización del combate.
Como se trata de un personaje puramente patrio, estaría caracterizado por Imanol Arias, que tiene todas las características físicas para ser un Guardia Civil de pro, entre las que se incluye el siempre arregladísimo bigote y una característica mala leche.
Dalshim
Hinduísta, asceta y pacifista, se ve obligado a luchar en el campeonato para conseguir dinero para su familia. Es un maestro de las artes del yoga y exprime su cuerpo hasta el punto de poder levitar o lanzar bolas de fuego.
Aquí en España tenemos a nuestro viejo asceta por excelencia, que no es otro que Txumari Alfaro. Este personaje no escupiría fuego, sino su propia orina, dada su afición a beber tal efluvio corporal. No levitaría pero casi, dado que es más finito que un papel de fumar, el hombre. Lógicamente no tendría tres calaveras de sus hijos colgadas al cuello, sino tres cebollas, que más o menos abultan lo mismo y tienen un efecto similar en el contrario: le dejan pescando.
Dado que ninguna de sus terapias funciona, no tiene más remedio que pelear para conseguir el dinero y montar su propio programa de televisión definitivo, en el que los televidentes aprenderán a masticar el agua.
Vega
Aquí nos hallamos en un problema, ya que Vega (Balrog en el original) ya es de por sí un personaje español. Concretamente, un torero ninja que cubre su cara para que no resulte dañada en combate, portando una afilada garra.
¿Como solventamos este problema? Pues esto es España, ¿qué creíais? Los problemas, lejos de solventarse, se ignoran completamente, y simplemente no se menciona su origen.
En España tenemos una tradición centenaria del toreo, por lo que hay personajes de sobra para cubrir el papel de Vega. Pero dada la afinidad de España a la compraventa de caspa en estado puro, este papel sería adjudicado a Jesulín de Ubrique. El pobre es un poco más feo que Vega, pero tiene las mismas hechuras. También se mueve de forma similar, y portaría la misma máscara, pero en este caso para que no le vean la cara los paparazzis que suelen escondese debajo de las piedras.
Balrog
Boxeador caído en desgracia, Balrog (Mike Bison en el original) es natural de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. Se unió a la organización Shadowloo cuando mató a un rival en un combate, tuviendo que retirarse y quedarse sin trabajo. Es un sucio matón, y lanza unas hostias del calibre 50.
También en España tenemos a nuestro boxeador venido a menos, que es el mítico Policarpo Díaz Arévalo, más conocido como Poli Díaz: el potro de Vallecas. Ni siquiera hay que cambiar apenas el personaje original: campeón ocho veces del título europeo, si bien en los pesos ligeros en lugar de los superpesados. Lo que sí hay que cambiar es que este buen hombre no mató a nadie, sino que llevaba una vida poco saludable que le impedía que transcurriese su carrera de boxeador, por lo que acaba haciendo películas pornográficas tituladas «El potro se desboca».
Sagat
Sagat y su compañero Adon (que no aparece en esta entrega de la serie) son luchadores de kickboxing, un arte marcial que combina el boxeo con demoledoras patadas. Sagat, hasta el anterior combate, era el líder de la lucha callejera mundial, pero le fue arrebatado el título a manos del karateka shotokán ryu. Sus principales características son su enorme cicatriz dejada por Ryu con su famoso puño del dragón (shoryuken) y su parche en el ojo.
En España el más famoso personaje que llevaba un parche en el ojo se remonta finales del siglo XIX y principios del XX, José Millán Astray. Un militar loco que popularizó el grito «¡A mí la legión!» y «¡Viva la muerte!». Además, entre otros paralelismos al juego, se unió con el tío mas cabrón que ha conocido la historia reciente de España, Franco. En este caso lógicamente está aliado con el jefe de la organización criminal.
Además representaría al ideólogo de la organización criminal, pero en este caso sin un némesis como Unamuno.
Mike Bison
Y por fin llegamos hasta las raíces del mal, un misterioso hombre que posee unos formidables poderes psíquicos, oculto tras sus tres mortíferos secuaces, Mike Bison. (Vega en el original)
Aquí en España el psíquico que más nos ha marcado es el célebre doblador de cucharas televisivo, un fakir de nombre Uri Geller. Es cierto, no es un personaje español sino Israelí, pero sus apariciones en televisión le convirtieron en parte de la cultura de este país al achacarle la deformación de las cucharas cuando comemos helado demasiado duro.
Dado que no se conocen demasiados detalles de este peculiar personaje salvo que es un fraude evidente, puede encajar (con calzador, reconocemos) en Mike Bison. Aunque realmente nos hubiera gustado poner algún personaje más polémico, pero el que escribe ya ha tenido antes problemas con la justicia y no tiene ganas de repetir.
Conclusiones del autor
Creo que está de más decirlo, pero como las sensibilidades parecen estar fabricadas de cartón y se arrugan a la primera de cambio, lo diré: Este artículo es puramente una coña marinera, nada de lo dicho es remotamente real. Ni Imanol Arias va a ser Guardia Civil ni el País Vasco está lleno de brutos, sólo se usan tópicos con fines humorísticos.
Por lo demás, se agradece en los comentarios cualquier sugerencia para mejorar este tipo de artículos, y se apreciarán aportaciones para futuras segundas partes.
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