Saga Golden Axe: Espada y brujería «made in Sega»
Ax Battler se dirige hacia la gran batalla en la tierra media por los frondosos bosques de Firewood, a los que el otoño ha despojado de su majestuosidad habitual. Junto a él caminan Tyris Flare y Gilius Thunderhead, dos grandes guerreros con los que ha compartido innumerables aventuras. Pero esta ocasión es diferente. El objetivo de la guerra no es solo conseguir la paz del reino y rescatar a los monarcas. En esta ocasión la batalla adquiere tintes personales. Nuestros héroes buscan venganza. Venganza por la muerte de sus seres queridos a manos de las hordas de Death Adder, tirano que ha sublevado y masacrado vilmente a la aterrorizada tierra media gracias a la mítica golden axe, arma a la que se atribuyen innumerables propiedades mágicas. Arrancar el hacha dorada de las gélidas manos del hombre serpiente y devolverla al castillo real es garantía de tranquilidad y prosperidad para todos los habitantes del reino.
La soledad y aparente serenidad del bosque mantiene ciertamente inquietos a nuestros héroes. Solamente se vislumbran los arrasados campamentos del ejército del rey, donde ningún hombre queda en pie. Todos yacen muertos y salvajemente mutilados en el suelo, junto a sus armas todavía envainadas. Debió ser un ataque por sorpresa, ya que todas las víctimas formaban parte de la Guardia Real. No hay ningún soldado del ejército enemigo pudriéndose en el devastado terreno. Mal augurio para comenzar una batalla tan importante.
De repente, nuestros héroes observan una figura en la lejanía que avanza agonizante hacia ellos, un guerrero de la corte. Difícilmente puede caminar, por lo que utiliza su propia espada como improvisado bastón. A cada lento paso que consigue dar derrama tras de si una ingente cantidad de sangre. Está gravemente herido y pronto abandonará este cruel mundo que le ha tocado vivir. Pero esta figura no es un soldado más, al menos para Ax Battler. Este guerrero moribundo es Alex, amigo del bárbaro y soldado de la guardia personal del rey. Un guerrero extremadamente habilidoso que abandonó muy joven la aldea donde se crió para prestar servicio a la corona. ¡Que caros le han costado sus sueños!
Balbuceando como buenamente puede, Alex cuenta a los valientes guerreros como el ejército enemigo les tendió una emboscada nocturna en la que no tuvieron oportunidad alguna. Todos sus compañeros perecieron, logrando él defenderse con suficiente gallardía como para salir con vida -aunque gravemente herido- del fatal envite. En su último aliento, Alex suplica a su amigo que derroque al enemigo y establezca la paz en el reino, vengando así su muerte y la de su pueblo. Con el gesto impasible pero completamente consumido por la rabia, Ax promete al moribundo soldado la ansiada venganza. No parará hasta destrozar al último soldado del villano y recuperar el hacha dorada.
Sin tiempo para lamentos. Ax, Tyris y Gillius se ponen en marcha hacia la isla de la tortuga, primera parada en la ruta hacia el castillo de Firewood donde el villano mantiene prisioneros a los monarcas. Un camino hacia la libertad en el que se encontrarán con innumerables enemigos y aliados sorprendentes. Una aventura épica que les convertirá en leyenda…
Con este espectacular inicio se presentaba ante nosotros uno de los beat´em up más importante de todos los tiempos. Sega puso en 1989 la guinda a una maravillosa década de triunfos en los salones recreativos con Golden axe, arcade que si bien no innovó en demasía dejó bien claro que la compañía estaba de dulce, convirtiendo en oro cualquier título que salía de sus equipos de desarrollo. Y es que el juego que hoy nos ocupa se convirtió por méritos propios en uno de los videojuegos más queridos y recordados por el aficionado medio, por lo que en este artículo vamos a rendirle un pequeño homenaje recordando el devenir de la saga, que fue de más a menos hasta terminar apagándose como una estrella fugaz.
Golden axe es un beat’ em up de corte clásico en el que nuestra misión consiste en machacar a cualquier forma de vida que se cruce por nuestro camino. Como elementos diferenciadores que le situaron por encima de sus rivales contemporaneos podemos destacar la posibilidad de elegir entre tres personajes completamente diferentes entre sí -cada uno con sus propias características-, el empleo en la batalla de poderosas bestias de combate y, sobre todo, la posibilidad de realizar devastadores y espectaculares conjuros mágicos con los que limpiar la pantalla de enemigos y hacer las delicias de los aficionados al género de la espada y brujería. Pero si por algo destacaba el legendario título de Sega es por ofrecer una jugabilidad marca de la casa, potenciada hasta el infinito por un modo multijugador delicioso.
Como cualquier juego de éxito que se precie, Golden axe tuvo un gran número de conversiones domésticas más o menos acertadas. Especialmente destacables resultaron las realizadas para PC, Amiga y Master System, siendo la mejor de todas ellas la sensacional adaptación a Mega Drive, que contaba con un apartado técnico excelente y un par de niveles adicionales que llevaron al éxtasis a los fans mas acérrimos. Por contra, la versión para PC Engine resultó ser una de las peores que se recuerdan, con un apartado gráfico y sonoro impropios de una máquina tan competente.
Tras el enorme impacto del original, los aficionados clamaban por una segunda parte a la altura de su predecesor. Fue en 1991 cuando Sega decidió complacer al público lanzando Golden axe II, continuación en las que nuestros guerreros favoritos repetían protagonismo con el fin de derrocar en esta ocasión al temible Dark Guild. Fue lanzado en exclusiva para Mega Drive, siendo «adaptado» para las populares máquinas recreativas Megatech de Sega -una Mega Drive con temporizador dentro de un mueble clásico-.
Como era de esperar al ser diseñado para un hardware menos potente, esta segunda versión contaba con un apartado técnico inferior al original de las placas arcade, siendo ligeramente superior a la adaptación de su antecesor para Mega Drive. Las pequeñas modificaciones artísticas que se introdujeron no fueron del gusto de todos los aficionados, dando como resultado un título menos bonito en el que ciertos escenarios y personajes quedaban por detrás del original. Mención especial merecían los horripilantes efectos sonoros, impropios de una máquina con potencia de 16 bits.
Pero no todo fue oscuridad en esta secuela. El apartado jugable seguía a un nivel altísimo, manteniendo su divertidísimo modo multijugador y habiendo mejorado claramente el sistema de combate. En cuanto a la posibilidad de lanzar conjuros, el método empleado para lanzarlos cambió para bien, dándonos el programa la posibilidad de seleccionar en todo momento la potencia del mismo.
A pesar de no ser el título épico que los aficionados esperaban, Golden axe II fue un gran éxito para la compañía del erizo, vendiendo un gran número de unidades y quedando grabado a fuego en el corazón de los afortunados poseedores de una Mega Drive.
Esta segunda parte no fue el único Golden axe aparecido en 1991, surgiendo dos spin-off de la saga en las consolas menores de Sega. Dos títulos rodeados de una gran polémica que les impidió obtener el reconocimiento que tal vez merecieron.
Golden axe warrior apareció en ese mismo año para Master System, tratando de dar un giro diferente a la franquicia hacia los Action RPG más clásicos. En esta nueva aventura controlamos a un joven guerrero que ha de recuperar diez gemas mágicas con el fin de derrotar a Death adder y vengar la muerte de sus padres. A lo largo de la aventura los protagonistas principales de la saga aparecerán secuencialmente para ayudarnos en las más diversas situaciones.
A pesar de contar con un sistema de juego muy pulido y un apartado técnico excelente, el título destacó principalmente por su polémico parecido con Legend of Zelda, al que literalmente fusilaba en algunos aspectos y momentos puntuales. Tal similitud provocó la ira de la crítica especializada, que injustamente le dio de lado en su momento. Una verdadera pena, ya que el título está entre los mejores RPG de la consola y resulta un reto atractivo y desafiante a partes iguales.
Por su parte, Ax Battler: Legend of Golden Axe apareció en el ya mentado 1991 para Game gear. En esta ocasión controlábamos a Ax (protagonista de los dos primeros juegos) en su camino hacia la batalla contra Death Adder, que ha robado el hacha dorada y amenaza con utilizar sus inmensos poderes para esclavizar al mundo.
Gráficamente discreto y con una jugabilidad lastrada debido a un planteamiento equivocado, poco se habló -al menos en España- de su parecido con Zelda II ya que la crítica decidió centrarse en sus otros defectos, que desgraciadamente eran más visibles. Y es que el mayor problema que este spin-off arrastraba es que resultaba tremendamente monótono y la historia no conseguía engancharnos en ningún momento. No alcanzó un éxito reseñable, por lo que quedó enterrado entre los recuerdos más oscuros de la franquicia.
Un año después, los salones recreativos de medio mundo recibieron con algarabía el que hasta el momento es el mejor juego de la serie. Golden Axe: The revenge of Death Adder empleó la misma fórmula que había triunfado anteriormente, pero elevándola al máximo exponente en todos sus aspectos.
Mientras que en el anterior título oficial de la saga su apartado artístico fue duramente criticado, en esta continuación volvió la excelencia. Gráficamente solo se puede calificar de soberbio, con unos sprites enormes y llenos de detalle que para colmo se movían de forma increíble, gracias a las trabajadas animaciones que adornaban a cada personaje y enemigo. La belleza en este apartado le hizo verdaderamente llamativo para el público, siendo acompañado por un conjunto de melodías épicas que acompañaban perfectamente a la acción. Pero si por algo destacaba este retorno a los orígenes fue por su perfecta y refinada jugabilidad, ofreciéndonos una gran variedad de golpes y posibilidades por cada personaje, además de un buen número de caminos diferentes para completar la aventura. En esta ocasión eran cuatro los personajes que podíamos controlar (Sterm el bárbaro, Dora la centaura, Goah el gigante y Trix el elfo), siendo especialmente destacable la opción para cuatro jugadores simultáneos que la placa ofrecía, una verdadera fiesta jugable para compartir con nuestros amigos.
Aunque pueda resultar contradictorio, el mejor Golden Axe jamás creado no obtuvo el éxito en los salones arcade que merecía, eclipsado sobre todo por los grandes beat’ em up de Capcom y -de forma indirecta- por el éxito de Street Fighter II, que trajo como consecuencia el declive de este género en favor de los juegos one VS one. Semejante maravilla lúdica no fue jamás versionado para sistema alguno, siendo muchos los que clamaban por una conversión del mismo a Sega Saturn que encauzara el pobre devenir del sistema. Tal vez en un futuro no muy lejano lo tengamos como una apetecible descarga en las ofertas de los bazares digitales actuales, pero por el momento la única opción de disfrutar con él es a través de MAME.
Tal vez por la dificultad de adaptar el magnífico Revenge of Death Adder -32 bits de potencia- a su consola de 16 bits o bien por oscuros intereses comerciales, Sega anunció en 1993 el lanzamiento de Golden Axe III para Mega Drive, una continuación que no tenía absolutamente nada que ver con el senscional arcade. Desgraciadamente, el juego no estuvo a la altura en ningún aspecto, siendo considerado como uno de los peores capítulos de la saga. Ojo, no hablamos de un mal juego, sino de un patito feo dentro de un lago de cisnes.
Si en su antecesor consolero el problema principal fue un diseño artístico que no aportó nada nuevo, en este caso es que directamente los diseñadores se fueron de vacaciones. Enemigos horribles, escenarios vacíos y muy pobres, personajes poco definidos, movimientos ortopédicos…un auténtico desastre a nivel visual. Su apartado sonoro no brilló en exceso, quedando en un nivel aceptable pero bastante alejado del talento visto en sus antecesores. Pero si algo claramente empeoró en esta tercera parte fueron sus efectos sonoros, de una calidad impropia incluso para una consola de 8 bits.
Es una pena que la primera impresión que ofrece sea tan nefasta, ya que tras ella nos encontramos con un juego bastante entretenido que nos puede proporcionar buenos momentos si le damos una oportunidad. Aunque el sistema de combate esté por debajo de lo visto en Golden Axe II en cuanto a respuesta y movimientos disponibles, Golden axe III se deja jugar bastante bien. Es demasiado sencillo, pero sigue manteniendo cierto toque que recuerda al original, y los diferentes caminos que se nos ofrecen para alcanzar la guarida enemiga seguro que logran enganchar a aquel que sepa admirarlo en conjunto. Mejor todavía si no recordamos que pertenece a tan legendaria saga.
Ya en 1994 y como consecuencia del mencionado interés de los aficionados hacia el género de los juegos de lucha one vs one, Sega decide dar un paso adelante con Golden axe: The duel, adaptación de la serie a un género de rabiosa actualidad por aquellos días. Aunque en esta ocasión el trabajo fue sensacional, una vez más los chicos de la compañía del erizo volvieron a llegar tarde.
Y es que ante un mercado saturado de títulos del mismo corte, Golden Axe: The duel pasó prácticamente desapercibido. Solo en su excelente conversión a Sega Saturn alcanzó cierto protagonismo, aunque no llegó a establecerse como un juego importante dentro del catálogo de la 32 bits de Sega.
El programa nos ofrecía controlar a 10 fornidos guerreros que representaban fielmente el mundo visto en las anteriores entregas. Desde un musculado bárbaro, el poderoso enano y la bellísima amazona hasta el temible Death Adder. Su apartado técnico soberbio (con un zoom que recordaba enormemente a clásicos de SNK como Art of Fighting) y una versátil plantilla de luchadores no evitaron que el público le diera de lado. Y es que aunque todo estaba muy cuidado no aportaba prácticamente nada al género, no conseguía separarse de sus rivales contemporaneos en ningún campo.
Tras este último descalabro, Sega abandonó temporalmente la franquicia para dedicarse a otros menesteres. Los aficionados tuvimos que esperar hasta el año 2003 para ver una nueva entrega de este clásico. Fue con motivo del lanzamiento de la serie Sega Ages, centrada en crear remakes poco acertados de los éxitos más importantes de la compañía. Como no podía ser de otra forma, Golden Axe tuvo su correspondiente adaptación a los nuevos tiempos en un título que directamente defecaba sobre el maravilloso trabajo original.
Y es que la versión que se perpetró para homenajear a nuestro juego de hoy debería haber conseguido que todos sus programadores acabaran en Guantánamo siendo sodomizados por gorilas de más de dos metros. Ni siquiera haciendolo a propósito hubiera salido un engendro peor parido: graficamente tosco, con movimientos ortopédicos, bruscos e irreales, unas animaciones vomitivas y una rutina de detección de golpes que espantaría al aficionado más acérrimo de la serie. En nuestro país pudimos «disfrutarlo» a través del recopilatorio Sega Classics Collection. Si se os pasa por la cabeza la idea de comprarlo por darle una oportunidad debo advertiros que es más productivo que gastéis ese dinero en comprar un buen bote de cicuta y echároslo en el cola-cao matutino. Seguro que sufrís menos.
La última aparición de la saga en nuestras vidas hasta el momento ha sido hace relativamente poco tiempo. En el año 2008 Sega contratacaba con Golden Axe: Beast Rider, un intento de devolver la franquicia al olimpo de los grandes clásicos, lugar que jamás debió abandonar.
A medida que se iban mostrando imágenes y vídeos todo parecía pintar muy bien. Controlaríamos únicamente a Tyris Flare, pero el juego prometía ser un hack´n slash de una calidad sobresaliente, un digno competidor para la franquicia God of War. Una vez apareció en el mercado, nuestro corazón volvió a romperse una vez más.
Los bonitos gráficos que se nos prometieron en las previews estaban ahí, eso es cierto. Pero su sistema de combate era caótico, haciendo de la posibilidad de defenderse una auténtica quimera. Para colmo, la respuesta a los controles no era nada precisa y resultaba repetitivo a los pocos minutos por la escasez de movimientos de nuestra protagonista. Una vez más, Sega nos la dió con queso, vendiendo un título mediocre que de no haber contado con el título que ilustraba su portada no hubiera sido siquiera mencionado.
¿Que nos deparará en un futuro esta veterana saga? Posiblemente poco más. Aun así, el que aquí os escribe sigue soñando con la posibilidad de disfrutar del magnífico Golden Axe: The revenge of Death Adder en Xbox 360 o PS3. Es la única opción que tienen los chicos de Sega para convencer a los nuevos jugadores de que hubo un tiempo muy muy lejano en el que habían grandes hack´n slash que no tenían nada que ver con God of War.
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