Rusia y los juegos patrióticos
¿Os acordáis de los arcades soviéticos de los tiempos de la Guerra Fría? Suponían un ejemplo excelente de la utilización de los videojuegos con fines políticos, evitando los que venían de fuera por considerar que podían ir acompañados de propaganda peligrosa, y creando los propios, a los que poder dotar, en caso necesario del conveniente mensaje patriótico.
Actualmente el control de la cultura en Rusia no es tan enorme como en aquella época, pero desde luego no se puede hablar de una libertad completa, y el nuevo plan que se está poniendo en marcha en el país resulta bastante sorprendente: Rusia financiará juegos que favorezcan una educación patriótica, y podría censurar aquellos que considere que distorsionan la historia.
(¿Protagonizará Putin el próximo Metal Gear para el mercado ruso?)
La medida viene del ministro de cultura, Vladimir Medinsky, que también dirige la Sociedad de Historia Militar de Rusia, y comenzará con la producción de un videojuego centrado en la aviación militar rusa durante la Primera Guerra Mundial, que saldrá en 2014. Luego, la idea es aportar dinero para juegos «patrióticos», favoreciendo así su proliferación.
Según palabras del ministro, el objetivo es conseguir videojuegos que ofrezcan «realistas e históricamente fiables representaciones de hechos«. Lo que para el Gobierno ruso es una «Historia fidedigna» lo deja bien claro otra frase de Medinsky «La creación de una imagen negativa del guerrero ruso es inadmisible».
Con ello, las autoridades culturales rusas quieren responder a juegos de fuera que, según el referido ministro «desacreditan al soldado ruso» y «distorsionan hechos históricos». Uno de los últimos ejemplos fue el de Company of Heroes 2, cuya distribuidora dejó de venderlo en el país ante la avalancha de críticas por su interpretación histórica, poco acorde con la «Historia oficial» predominante en Rusia.
Está claro que hoy en día los videojuegos se han convertido en armas de propaganda muy poderosas, y para un Gobierno que quiera controlar la visión histórica que se ofrece en su país, puede ser ya tan importante controlar los libros de texto como hacerlo con los videojuegos. Pero quién sabe, si logran buenas producciones quizá desde el resto del mundo queramos importar un poco de esa otra perspectiva…
Vía: Destructoid – Joystiq
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