El de Skull Kid, de Zelda Majora’s Mask, no es precisamente un cosplay fácil, pues para hacerlo bien son muchos los detalles que hay que tener en cuenta. Pero este trabajo de PhasersonFun me ha parecido casi insuperable. El detallismo llega hasta el extremo de que lleva dos máscaras, la de Majora por encima, y otra por debajo para dar esa apariencia de cara hecha de corteza de árbol.
No creo que pueda ver mucho, pero para las fotos luce que da gusto…
Me encantan los vídeos de Brental Floss, del que ya hablamos en Pixfans, un cantante que pone letra a los temas musicales más emblemáticos de los videojuegos. Pero de entre todos los vídeos que tiene este peculiar cantante, me quedo con esta versión la canción del Contra / Probotector.
¿Jugasteis alguna vez al mítico Zombies Ate my Neighbors?, si la respuesta es positiva seguro que recordáis a los burrísimos vecinos, que era normal que se los comieran los zombis porque no hacían nada para evitarlo. Este simpático vídeo en inglés de los chicos de College Humorreflexiona de una forma muy divertida sobre esas incomprensibles reacciones ante un ataque de muertos vivientes…
No puedo negar que le he sacado gran provecho a mi fugaz visita a la última edición del Salón Internacional del Cómic de Granada. Me fijé en muchas cosas, compré y sobre todo y lo más importante, me lo pasé en grande con la «fauna» del lugar y con la gente con la que viajé. Sin duda para repetir otro año, y otro, y otro, y otro más… Aún tengo pendiente un pequeño reportaje sobre lo mejor del Salón, así que estad atent@s a lo que publique próximamente…
El tomo que me ocupa, «Hellboy: La Cacería Salvaje» («The Wild Hunt«), es sin lugar a dudas una de las mejores adquisiciones que realicé mientras buceaba por el océano de “stands” del recinto ferial. Nunca está de más cualquier material llegado de la mano del Maestro Mignola y de nuestro queridísimo agente secreto infernal.
Mignola cuenta, una vez más, con la maestría plástica del señor Duncan Fegredo, que hizo su debut paranormal en la anterior entrega de la saga, «La Oscuridad Llama«, dejando constancia de su buen hacer. Recuerdo que la primera vez que le eché una ojeada a ese tomo, pensé: «¡Caramba! ¡Sí que ha cambiado el estilo de Mignola con los años!«. Tonto de mí. Aun no era consciente de que lo que ocurría en realidad era que el Maestro había encontrado al aprendiz idóneo (y lo digo dentro los márgenes de Hellboy, porque este señor tiene ya un currículum más que considerable a sus espaldas), al que aspira con todos los honores y predicciones a ser el que lleve las riendas del personaje cuando la agenda de Mignola esté apretada. Y lo hace bien, francamente bien. A resumidas cuentas, para que me entendáis, el estilo de Fegredo es parecido al de Mignola, pero añadiéndole más curvas, más detalles y más tonalidades, pero conservando al mismo tiempo ese estilo característico del creador de Hellboy: colores sencillos, trazos rectos y angulosos y un dominio magistral de las luces y las sombras, que son el elemento más característico de las historias del demonio rojo. Decenas de veces me he topado por ahí con estilos que intentan emular erróneamente a Mignola, pero sin duda alguna Fegredo lo ha bordado, recogiendo la esencia original pero añadiéndole detalles de su propia cosecha. Disfrutaréis como críos, además, con el apéndice de bocetos comentados por el dibujante, en el cuál os daréis cuenta de que algunos de los personajes secundarios son invenciones del propio Fegredo, cada vez más influenciado por su mentor.
Hace mucho (exactamente 8 años) que los del blog Bombergames empezaron su Streets of Rage remake, un homenaje a la saga de beat’em up de SEGA que arrasó a principios de los 90. Por fin la han terminado, y ya está disponible para los usuarios, con nada menos que 103 fases, 19 personajes a elegir y 83 melodías que remezclan las originales. Un trabajo estupendo que los amantes de estos juegos no pueden dejar pasar.
Desde la aparición de las primeras recreativas, hemos utilizado un término bastante conocido para referirnos a los videojuegos que aquellos muebles contenían, más que nada para diferenciarlos de las consolas domésticas, el ultraconocido «Arcade«. Dentro de esta denominación podemos distinguir multitud de generos. Shooters, de lucha, conducción o deportivos abundaban en las recreativas de los 80′, y aunque no se parecieran demasiado a la realidad por la tecnología existente, no importaba, la jugabilidad era el buque insignia y no se miraba tanto por los gráficos como en estos tiempos que corren. Mientras en los bares y locales donde solían estar instaladas estas máquinas triunfaban unos ciertos géneros, existían otros menos conocidos, algunos de forma injusta.
El título en el que me voy a centrar ahora cumple los requisitos que buscaba para escribir esto; simple, no muy popular, y como no… Divertido. Si los que no tenían ni idea de videojuegos acuñaron en su momento palabras como «matamarcianos«, «maquinitas» o «comecocos«; yo meto Super Qix en la de «divide-pantallas«. La mecánica es similar a la vista en Volfied o en un minijuego del Canis Canem Edit de PS2 (en las clases de dibujo). Personalmente me gusta más el Volfied, pero inexplicablemente he echado bastante más horas a Super Qix, muchas veces acompañado de mi padre. El objetivo común de ellos es el de ir partiendo el área que se nos muestre hasta llegar a un porcentaje estipulado de éste, a la vez que sorteamos los diferentes obstáculos que se nos presenten.
A los fans de Metroid, la jugabilidad de toda la vida y el minimalismo, seguro que les hace mucha gracia este peculiar homenaje jugable y gratuito a Metroid, que conserva la esencia de los capítulos en 2D de la saga, pero con todavía menos píxeles.
Un pequeño grupo compuesto por el programador Tokinsom, el artista gráfico Betatronic y el compositor Jamie Billings está dando vida a este juego que, si bien no está todavía terminado, si tiene ya una demo técnica de 27 megas para el que se quiera dar una idea de como será.
De todos es conocido el amarillismo que suele caracterizar las informaciones del diario británico The Sun, que pese a ello tiene gran repercusión por sus elevadas cifras de lectores. Pues bien, parece que hoy el periódico ha comenzado una campaña contra la Nintendo 3DS, que puede tener una parte de realidad, pero que con el sensacionalismo que caracteriza al diario londinense puede ser peligrosa.
En dicho artículo se asegura que se cuentan por millares las personas que han sufrido mareos jugando con la nueva consola de Nintendo, y que se han encontrado con que la compañía nipona no devuelve el dinero a los usuarios con este problema. Concretamente aportan el dato de un usuario al que una tienda GAME le ofreció 176,99 libras por su consola, por la que había pagado 30 libras más unos días antes.
Nintendo ya se ha apurado a señalar que “La información publicada es incorrecta. Solo un puñado de personas ha solicitado la devolución del dinero por la consola. Los efectos que produce no son duraderos y la mayoría de la gente puede continuar jugando tras un descanso”.
Sinceramente, yo aún no he tenido opción de probar la Nintendo 3DS, pero esto tiene pinta de campaña para vender periódicos, e intuyo que la gente que se ha mareado no habrá hecho mucho caso a las advertencias de no jugar demasiado tiempo seguido con el 3DS activado.
¿Cómo lo veis vosotros?, ¿Os habéis mareado con vuestra 3DS? ¿Os parece que Nintendo debería devolver el dinero a estos usuarios?
Disegnodacoloraremondo.com quiere ser tu portal favorito donde dar rienda suelta a tu amor por los colores, ofreciéndote una amplia y…