Muerte por chocolate y otras escabrosas ideas de la II Guerra Mundial
Seguro que alguna vez habéis escuchado lo de «muerte por chocolate» asociado a un postre, y os estaréis imaginando una exquisita y apetitosa combinación de dulces de chocolate. Sin embargo, una idea para una trampa mortal de la Alemania nazi y los servicios secretos británicos podía permitir aplicar este término de una forma mucho más literal.
Existen insistentes rumores de que esta tableta de chocolate explosiva se planeó utilizar en un intento de asesinato de Winston Churchill, aunque no está muy claro cómo pensaron los alemanes que se la podían hacer llegar al mandatario británico.
La ilustración es obra de Laurence Fish, que realizó varios bocetos de ideas concebidas para utilizar como «contra-sabotaje» por el Servicio Secreto británico. Entre ellos había más ideas sorprendentes: potentes explosivos escondidos en una lata de aceite de motor, bombas incendiarias con forma de termos, ollas de campaña del ejército con bombas ocultas bajo las salchichas y el puré y otros objetos en los que sería difícil detectar la presencia de una bomba. No todas las ideas llegaron a hacerse realidad, pero la idea de Victor Rothschild, responsable de estos trabajos, era la de crear una especie de manual del que los agentes pudiesen tomar ideas para preparar las trampas sobre el terreno.
Uno de los principales objetivos de estas explosivas ideas era que se pudiesen infiltrar en barcos enemigos para dañarlos e intentar hundirlos. Por ejemplo en esta ilustración se refieren a la «bilge keel» (quilla de balance), un punto débil de los navíos que se podía dañar a través de la colocación de bombas en puertos neutrales.
Convertir objetos de uso corriente como una lata de aceite para motor en explosivos de gran potencia era una forma ideal de realizar atentados sin levantar sospechas. La clave estaba en los falsos fondos, que permitían que incluso si se comprobaba el contenido de la lata todo pareciese estar en su sitio.
Otro tremendo ejemplo es esta olla, con un falso fondo que permitía rellenarla con algo para que pasase mucho más desapercibida, pues a no ser que se metiese la cuchara era imposible sospechar algo. Hay chorizos picantes que podrían acercarse en efectividad, pero no en todas partes conocen la fórmula…
¿Y qué me decís de este sencillo termo? Se podía invitar a alguien a un trago antes de hacerlo saltar por los aires.
La muestra, de un total de 25 ilustraciones, se difundió al público el año pasado, y si os interesa podéis verla en más detalle en este vídeo de la BBC.
(Laurence Fish, autor de las ilustraciones, en los años 40).
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