Megaman X, un nuevo comienzo
Megaman X no es sólo la primera entrega de esta saga de esta exitosa saga en 16 bits, también es el comienzo de una nueva y exitosa sub-serie que, conservando la combinación de acción y plataformas con un pelín de aventura de la serie original, apostará por un tono más serio y realista dentro de su contexto.
Lanzado inicialmente para Super Nintendo en 1994, y un año después en PC, es también uno de los juegos incluidos en Megaman X Collection para PlayStation 2 y GameCube. Por si esto no fuera suficiente, existe también un remake para PSP conocido como Mega Man Maverick Hunter X.
La historia nos sitúa años después de los distintos eventos acontecidos en la saga original y comienza cuando el doctor Cain, un científico arqueólogo, descubre las ruinas de lo que antaño fue el laboratorio del doctor Light. Entre los escombros halla una capsula de hibernación en la que reposa “X”, el último y más avanzado de todos los robots creados por este genio, el primero capaz de tomar sus propias decisiones y albergar un razonamiento independiente. El doctor Light, plenamente consciente de lo peligrosa que podía resultar una máquina capaz de pensar por sí misma, y creyendo que el mundo no estaba preparado para recibirle, decidió utilizar la capsula de hibernación antes mencionada para que su obra fuera evaluada y testeada. Esta maravilla de la ciencia será el modelo con el que Cain dará vida a los reploides, una nueva generación de robots inteligentes al servicio de la humanidad cuya misión será encargarse de la realización de tareas de extremo riesgo.
La armonía se extiende por todo el mundo como una bendición, el estado de bienestar se dispara, todos son felices con excepción de las perdices que están siendo exterminadas y… y… esto… ¿No había dicho antes que este era un juego de acción? Capcom bien podría haber hecho un simulador de gestión de recursos, pero resulta que ha hecho un juego de acción y por lo tanto es de esperar que surjan problemas.
Algunos reploides, a los que se bautizará posteriormente como Mavericks, empiezan a mostrar tendencias agresivas frente a los seres humanos, por lo que se considerará necesaria la creación de un nuevo escuadrón que se encargue de mantener a raya a los violentos disidentes. Los miembros de este escuadrón descubrirán lo cerca que están de su principal enemigo cuando Sigma, el que antaño fuera su líder, se convierta en un Maverick y encabece la rebelión de los robots contra la raza humana.
X, considerándose en parte responsable de este conflicto, pues él fue el molde que se utilizó para dar forma a los reploides, carga el problema sobre sus hombros y parte en un viaje que le enfrentará a los cabecillas de esta revuelta. Para él, este tortuoso camino implicará sufrimiento, reflexión, perdida… ¡Y para los jugadores horas de diversión! Si los personajes de los videojuegos pudieran ver como es el mundo al otro lado de la pantalla quizás se sentirían como las mariposas que pierden sus alas en manos de crueles mocosos…
Aunque esta introducción pueda sugerir lo contrario, lo cierto es que el juego no tiene demasiado texto y gran parte de la historia es explicada únicamente en el manual de instrucciones o en entregas posteriores.
Nuevos héroes para una nueva generación
¿Qué le ha pasado a Megaman? No lleva la misma armadura, ni el mismo casco, su apariencia denota una mayor madurez y por alguna extraña razón no dejan de llamarle X. ¿Ha sido remodelado? No, sencillamente hablamos de robots diferentes, ambos creaciones del doctor Light. El protagonista debe su nombre a la variable algebraica X, con la que se pretenden simbolizar sus ilimitadas posibilidades.
X no cuenta con la ayuda de animales robóticos como Rush o Beat, y tampoco puede realizar el clásico movimiento de la zancadilla, pero sigue contando con su mega buster, ahora denominado X-buster. Estamos todos de acuerdo que con eso no basta, ¿verdad? Afortunadamente, y como cabe esperar, tiene sus propios recursos exclusivos. El primero que descubriremos será una asombrosa habilidad para engancharse a las paredes, y utilizarlas para darse impulso. No es el único, pues a medida que vayamos avanzando podremos hacernos con más habilidades. Eso sí, parece mentira que un genio de la talla de Light, responsable de una IA tan prodigiosa como la de X, siga empeñado en construir robots incapaces de disparar hacia arriba o en diagonal. Nos tocará seguir apuntando tan sólo al frente, pero si tenemos en cuenta que la jugabilidad está adaptada a esta regla, no la puedo considerar un defecto.
X no está solo en su lucha, y encontrará en Zero, actual líder de los maverick hunter, un valioso amigo. Según palabras de Kenji Inafune, padre de Megaman, Zero iba a ser en un principio el personaje principal del juego, es decir, el mismísimo “Megaman X”. Sin embargo, temiendo que el notable cambio estético hiciera que los jugadores fueran incapaces de identificarse con él, fue convertido en el principal aliado del protagonista que todos conocemos. Zero ganaría importancia con el paso del tiempo, llegando a protagonizar su propia saga: Megaman Zero.
Estos Maverick no se van a rendir si no les convences
El esquema de juego resultará familiar para quienes ya hayan jugado a la saga clásica. Antes de poder afrontar las últimas pantallas, Megaman deberá enfrentarse a ocho robots enemigos diferentes. Cada uno de ellos preside su propio nivel, y podemos escoger el orden en el que queremos enfrentarnos a ellos. Sin embargo, existen algunas circunstancias que condicionan nuestra libertad de elección. Por ejemplo, cada vez que derrotemos a un villano nos apoderaremos de una nueva arma que resultará especialmente útil a la hora de plantar cara a otro de los jefes. ¿Qué significa esto? Significa que si les derrotamos en un orden específico, los enfrentamientos resultarán más asequibles.
El problema es que en un principio no conocemos el esquema de debilidades. Quiero decir, si nos enfrentamos con un pingüino que vomita fragmentos de hielo, siguiendo la clásica lógica de los videojuegos es fácil llegar a la conclusión de que nuestra mejor elección es el lanzallamas. Pero no siempre va a resultar tan obvio. Hay jefes que resultan muy peligrosos si no contamos con esta ayuda suplementaria, pero otros tampoco lo son tanto como para que realmente dependamos de ella. Así pues, es probable que, a pesar de contar con un variado arsenal, sean las brillantes ráfagas de nuestra arma por defecto, el X-Buster, las que hagan morder el polvo a varios de nuestros enemigos. Por si todo esto no fuera suficiente, también podremos pilotar, en momentos puntuales, unas armaduras de combate llamadas Ride Armor, que nos permitirán arrasar alegremente con todo lo que se cruce en nuestro camino. ¡Es una lástima que, al ser tan grandes, no las puedas llevar a donde quieras!
Derrotar a un jefe puede derivar en cambios en algunos obstáculos. Por ejemplo, si acabamos con Chill Penguin, jefe del nivel nevado, la amenazante lava de la fábrica custodiada por Flame Mammoth se congelará y resultará más fácil abrirse camino.
Los niveles, por lo general, son poco difíciles y cada vez que convirtamos a un enemigo en chatarra nos embolsaremos con frecuencia ítems revitalizadores. Eso significa que nuestro mayor reto será derrotar a los distintos jefes. ¡Y no hay que olvidar que hablamos de un juego de Capcom! Es muy probable que volvamos a encontrarnos con ellos aún después de haber ajustado cuentas…
Megaman X, en definitiva, no comienza una nueva sub serie con el propósito de abordar géneros inexplorados para estos robots azules, sino que da un lavado de cara al que ya era un esquema consolidado, una fórmula ganadora.
Megaman, el explorador
Al igual que solía suceder en la saga original, nuestro héroe podrá volver a jugar cualquier nivel con excepción de la zona de introducción (una novedad de esta entrega que se implantaría en títulos posteriores) y las últimas pantallas. Y hará muy bien en hacerlo si quiere enfrentarse a Sigma con garantías.
En los niveles podremos encontrar, la mayoría de veces ocultas, las distintas piezas de una armadura que nos entregará el mismísimo doctor Light sirviéndose de imágenes holográficas con las que se dirige a lo que pare él es un temido futuro y para nosotros el presente. La cosa no termina aquí, pues también podemos coger corazones, que aumentarán el tope de nuestra barra de vida, y E-Tanks, que podremos utilizar para curarnos en cualquier momento, siempre y cuando los carguemos antes de energía. No estamos obligados a coger estos objetos, pero a menos que queramos marcarnos un reto personal y hacer de nuestro héroe un saco de boxeo azulado, nos será de gran ayuda encontrar al menos unos pocos. Hay una complicación añadida: algunos de estos objetos son inalcanzables si antes no nos hemos hecho con una pieza de equipamiento o arma determinada, por lo que será recomendable memorizar todas esas zonas a las que no podemos llegar para volver a explorarlas en un futuro.
¡La música!
La música del juego es realmente fantástica y, de hecho, en su momento muchos no estábamos preparados para algo semejante. ¿Qué es lo único que nos falta cuando conducimos a X a lo largo de una ciudad en ruinas y le ayudamos a acabar con todos los robots que la están convirtiendo en humeantes pedazos? ¡Deleitar nuestros oídos con un impresionante tema musical que resalte tan épico momento! Sin duda, un trabajo estupendo por parte de los compositores.
Conclusión
Este título no se limita a ofrecernos un nuevo punto de vista sobre Megaman y resulta absolutamente sensacional como juego. No está entre las entregas más complicadas de la saga (a menos que pretendas pasártelo sin coger ninguna ampliación) por lo que es muy recomendable para estrenarse en la interminable lucha por el bien y la justicia de estos azulados héroes. Una maravilla todavía dispuesta a brindarnos horas de diversión.
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