La página 323 del diccionario Esencial
No recuerdo exactamente el curso o el año, pero sé que un profesor de lengua nos mandó comprar un diccionario para tenerlo de referencia en su asignatura. Unos días más tarde todos los chavales fuimos al colegio con el diccionario y en ese momento se establecieron dos clases de niños, los que tenían el diccionario Espasa y los que tenían el Esencial. ¿Por qué? Pues porque en la página 323 del diccionario Esencial ¡había una foto casi pornográfica! Un dibujo muy realista y detallado del cuerpo humano masculino y femenino.
Pincha encima de la foto para ampliarla.
Aunque ese dibujo visto desde una perspectiva actual pueda parecer algo corriente y normal, hay que tener en cuenta que a los chavales de entonces nos llamaba mucho la atención. Éramos de la época del porno del Plus en codificado y pechugas veíamos las justas, casi siempre en las películas de Ozores y Esteso. Además, conseguir algo de porno era una odisea, puesto que en el quiosco donde nuestro padre compraba la prensa no nos vendían material… ni tampoco en ninguno de los de alrededor. Si alguien se las apañaba para llegar con una revista X a clase era el mejor, hasta que alguien se fuese de la lengua y algún profesor le confiscase su alijo.
Ahora, con Internet el tema del porno ha perdido algo de gracia. Quizá los que crecimos en los 80s seamos la última generación inocente. Todo el material que un chaval de entonces pudiera soñar está disponible a tan solo un par de clics de ratón.
Entonces conseguir material era difícil, pero nos las apañábamos como podíamos. Un amigo, por ejemplo, programaba su vídeo para que de madrugada le llenase el VHS de contenido erótico. Aún hoy recuerdo la cara de su madre cuando entró en la habitación y se encontró a toda la pandilla viendo lo que él había grabado mientras comíamos gusanitos y decíamos ‘eso es asqueroso’. Pero la bronca no debió de ser muy grande ya que este amigo conseguía un montón de cosas distintas, desde barajas porno de camioneros a revistas vintage. Aunque no siempre le salía todo como quería. En un viaje decidió comprarse un montón de posters de Pamela Anderson desnuda y cuando estaba llegando a casa se arrepintió e intentó vendérnoslos tirados de precio. Tenía que haberle comprado alguno mientras tuve ocasión.
Pero volvamos a lo del diccionario. Pues sí, había dos clases de personas, las que tenían el Esencial y las que no (entonces éramos muy clasistas y a la mínima marcábamos a alguien). Quizá por este clasismo, muchos diccionarios Esencial fueron vandalizados con mingas y otros dibujos del estilo, o la página directamente arrancada por algún envidioso del Espasa. Así que si tenías un Esencial más te valía andarte con ojo y no dejarlo a la vista, para que nadie te estropease la mejor página de todas.
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