Final Fantasy VII: Lo que pudo ser y no fue
¿Queda alguien en el mundo de los videojuegos que no conozca Final Fantasy VII? Un ya clásico del JRPG, que aún después de quince años sigue dando que hablar, ya sea por sus reiteradas noticias sobre si habrá o no remake, o bien por los constantes enfrentamientos entre los fans del género sobre si está sobrevalorado o no. Todos aquellos que lo disfrutaron (y aún disfrutan) conocen a Cloud, a Aeris, a Shinra, a Jenova, a Sephiroth… Conocen su particular odisea en pos de salvar al Planeta de su lenta muerte por la extracción de energía Mako y de su inminente destrucción por un meteorito. Pero… ¿fue siempre así su aventura?
Todos los juegos suelen pasar por un largo proceso de desarrollo que afecta tanto a su parte técnica como a su argumento. Y la historia, personajes y jugabilidad de Final Fantasy VII cambiaron numerosas veces, tantas, que muchos conceptos finales tan importantes como la “materia” no fueron añadidos hasta mucho después, y otros quedaron guardados en los cajones. ¿Jenova fue desde el principio un ente extraterrestre? ¿Vincent fue siempre un miembro de los turcos silencioso y oscuro? ¿Aeris estaba enamorada de Zack? Final Fantasy VII pudo ser muy distinto a lo que ahora conocemos. Estos son algunos de los esbozos más curiosos de su historia y sistema de juego.
DESPIERTA TU JENOVA
Jenova iba a ser mucho más inofensiva de lo que ahora conocemos. De hecho, Jenova ni siquiera iba a ser una criatura física, ni malvada, ni extraterrestre. En los primeros conceptos, el “Jenova” constituía cierta parte del cerebro, o bien cierto tipo de genes, que serían los que permitían hacer magia. En el vocabulario del juego, “usar Jenova” o “despertar el Jenova” significaría “saber hacer magia”, y aquel que tuviera este dominio sería un privilegiado. Solo había dos maneras de poder hacer uso de él: de forma natural siendo descendiente de los Cetra, o bien de forma artificial siendo miembro de SOLDADO (Idea que evoca a Final Fantasy VI, donde Terra podía hacer magia de forma innata por su naturaleza y Celes por los experimentos a los que había sido sometida). Esta habilidad tomaría su nombre del “Libro de Jenova” un misterioso volumen, supuestamente escrito por los Cetra, que iba a tener importancia en la historia y en el que de forma tan críptica como exacta se describía cómo funcionaba esta capacidad.
UN SISTEMA DE PROFESIONES MÁS CLÁSICO
Los creadores, cuando empezaron a dar forma a cómo se desarrollaría el sistema de juego, tomaron en principio como base lo que ya tenían en Final Fantasy VI y anteriores entregas. Una serie de personajes, cada cual con una profesión, cuyas habilidades específicas solo podían ser usadas por ellos en la batalla. Anteriormente se ha hablado del Jenova como la capacidad de hacer magia y que esta solo podía ser usada por descendientes de Ancianos o miembros de SOLDADO; está claro que esto se estipuló para delimitar los magos negros (posiblemente Red XIII) y blancos (obviamente Aeris) dentro del grupo. Cloud iba a ser el caballero, Barret el artillero, Tifa la monje, Cait Sith el mago azul, Yuffie la ninja, Vincent el berserker y Cid el clásico dragoon. Pero con la introducción de la materia, todo esto cambió, aunque en el juego final aún se puede captar la esencia de estas profesiones en la forma de luchar y los “límites” de los personajes.
UN TRASFONDO MÁS OSCURO
Aunque gracias a su ambientación podemos adivinar que el mundo de Final Fantasy VII, concretamente Midgar, es un lugar triste, injusto y distópico en cierto modo, anteriormente se pretendía enfatizar esto con una serie de detalles cuanto menos, espeluznantes. De esta forma, íbamos a conocer como Shinra consiguió hacerse con el dominio mundial, descubriendo que la compañía proveyó de armas a ambos bandos de una guerra entre “el país al que pertenecía Shinra” (al que nunca se le pone nombre) y otra nación (lo que en el juego final seguramente fue la “Guerra de Wutai”). Las circunstancias y consecuencias de este conflicto iban a tener más peso en el trasfondo de la historia de lo que tuvo finalmente.
También conoceríamos supervivientes que habrían escapado de las “escuelas de SOLDADO”, terroríficas escuelas del horror en el que el duro adiestramiento militar estaría mezclado con experimentos con Mako que provocarían a la vista pública una “alta tasa de suicidios y muertes accidentales”, cuando lo que realmente pasaría es que bien los candidatos morían a puñados o bien quedaban mentalmente tocados.
En el juego final conocimos las terribles consecuencias de sufrir una sobreexposición al Mako, pero antes tenía una consecuencia más, que finalmente fue desechada: iba a ser terriblemente adictivo, provocando un síndrome de abstinencia especialmente agónico. Esto tendría protagonismo en la historia, ya que Sephiroth iba a sufrir esta adicción, aunque debido a su naturaleza especial, la viviría de otra forma. Su personalidad iba a ser parecida a la de Kefka; se mostraría sanguinario y cruel a cada momento, pero su síndrome de abstinencia incrementaría esta locura todavía más, haciéndolo más perturbado. Su peligrosidad radicaba en que, a diferencia que un ser humano normal, Sephiroth podía permanecer calmado durante este trance, haciendo imposible adivinar su estado y enfatizando su sangre fría a la hora de cometer actos crueles.
CLONES, “INSPIRE”, UN DON JUAN Y UNA FLORISTA ENAMORADA
Los protagonistas del juego sufrieron numerosas transformaciones en su historia personal y en sus propias personalidades. Se cambiaron nombres, se cambiaron pasados y se añadieron y quitaron multitud de personajes que les hizo pasar por un auténtico tornado de variantes hasta que finalmente acabaron tal como los conocemos.

Cloud iba a tener un carácter mucho más chulesco y desagradable, puesto que en las primeras concepciones de la historia, el personaje de Zack no existía y no sería añadido hasta más tarde. Tampoco existía el concepto actual de Jenova, y por tanto, tampoco el concepto de “Unión”. De esta manera, la razón de esta personalidad radicaría en un experimento en el que se iba a tratar de conseguir un ser con las habilidades especiales de Sephiroth, pero en cuerpos adultos. Uno de los efectos secundarios de este proceso sería que, en las mentes débiles, el “espíritu de Sephiroth” prevalecería sobre la personalidad original de la persona, creando así una especie de “clon de Sephiroth” (¿no toma ahora un poco de sentido este concepto tan discutido siempre?) que podía ser controlado fácilmente por el original. De esta forma, Cloud no estaría “imitando” a Zack, sino a Sephiroth, exhibiendo de esta manera un peor carácter. Su personalidad original volvería, como en el juego final, tras el evento en la Corriente Vital, al que se le iba a añadir una dramática escena en la que Cloud moriría, siendo revivido por Tifa a través del boca a boca.

Tifa no sufrió muchos cambios en cuanto a personalidad, pero si en cuanto historia personal. En principio, tendría una cicatriz en la espalda debido a una herida recibida (provocada por Cloud) durante los eventos de Nibelheim. Esto iba a provocarle un trauma que le impediría recordar los eventos sucedidos en el pueblo, algo con un poco más de lógica que la versión final, en el que Tifa simplemente se los callaba. En otros cambios, iba a tener una conversación secreta con Aeris en la que hablarían de cómo ambas conocieron a Zack y en la que le enseñaría la foto que se hicieron en Nibelheim hace cinco años, que Tifa guardaría en un colgante. También en Nibelheim podríamos encontrar su diario, en la que sabríamos qué pensaba de Cloud en su juventud.

Aeris tampoco tuvo cambios apreciables en su personalidad inicial, pero sí de trasfondo. Su madre Ifalna iba a ser usada para crear Ancianos artificiales, siendo Sephiroth el único conseguido. Esto puede tener que ver con la posibilidad de hacer hermanos a Aeris y a Sephiroth, que los creadores barajaron en las primeras versiones de la historia. En otra vertiente, hasta la creación de Zack, Aeris iba a tener un amor platónico jamás correspondido, encarnado en un hombre misterioso que le compraba flores cada vez que la veía, sin que ella llegara a saber nunca de quien se trataba. Este hombre era Sephiroth, algo que averiguaría Cloud a través de pistas.

Red XIII iba a ser un SOLDADO. Su capacidad de entender el lenguaje humano vendría de los experimentos con Mako a los que habría sido sometido. Además podría usar magia a causa de ello. Iba a tener dos clones igual que él pero en color azul (aunque podían cambiar el color de su pelaje), llamados Cobalt 14 e Indigo 15, creados por Hojo. Tendríamos que pelear contra ellos varias veces. En una de ellas la batalla consistiría en identificar al verdadero Red XIII entre los tres, con diversas consecuencias en el ensayo y error.

Desde su origen, se supo que Cait Sith iba a estar controlado por Reeve y que iba a ser un espía de Shinra dentro del grupo. Sin embargo siguió teniendo sus pequeñas diferencias, la más destacada, el hecho de que Reeve iba a ser un “inspire” (o inspirador), un concepto finalmente desechado, que consistía en seres humanos capaces de dotar de vida y controlar objetos inanimados. Esto le permitiría manejar mentalmente a Cait Sith (lo que habría dado explicación a una de las cuestiones más discutidas por los fans) y otras máquinas, como en una escena eliminada en la que iba a ser capaz de apagar de golpe todos los reactores de Mako. Inicialmente su arma no iba a ser un megáfono, sino un látigo o cartas de juego a modo de arma arrojadiza.

Yuffie fue sin duda el personaje con más cambios en todos los sentidos. Para empezar, iba a ser más mayor (25 años). Como no existía el concepto de “materia”, Yuffie iba a ser una cazarrecompensas obsesionada con el dinero, con una finalidad parecida a la definitiva, conseguir dinero para ayudar a pagar los fuertes impuestos aduaneros que imponía Shinra. Su sistema de reclutamiento iba a ser especialmente curioso: a lo largo de la aventura encontraríamos unos posters de Se Busca reclamando a Yuffie. En cada cartel aparecería con un aspecto y edad diferentes. A la hora de encontrárnosla, bien en batalla o mientras intenta robarnos en una posada mientras el personaje duerme, su nivel y apariencia dependería del último cartel que hubiéramos visto. Quizás la esencia de esta particularidad, posiblemente desechada por incapacidad técnica o falta de tiempo, haya quedado reflejada en los panfletos del “Paraíso de la Tortuga”. La historia de Yuffie en Wutai iba a ser más importante y con más personajes. Una gran sacerdotisa llamada Izayoi, una jovencita mimada llamada Sasame, princesa de Wutai, y una sibilina empleada de Shinra llamada Sera protagonizarían una trama sobre una conspiración para destruir la ciudad y construir un reactor sobre las ruinas. Menos frívolo que las ansias libidinosas de Don Corneo, ¿no creeis?

Si Yuffie fue la que más cambios sufrió, el piloto Cid fue sin duda el que menos. Solo se desechó su fobia al número ocho (número de tanque de oxígeno por el que tuvo que abortar el lanzamiento del cohete para salvar a Shera). También se cambió ligeramente la parte en la que el cohete despegaba hacia el meteorito. Todo iba a transcurrir igual, excepto que no existía la “materia enorme”, no estaría el grupo y la escena estaría protagonizada solo por Cid y Shera.

Barret iba a ser el padre verdadero de la pequeña Marlene, y la historia de su pasado iba a ser ligeramente distinta, historia en la que el papel de Shinra como compañía despiadada quedaba mucho más patente. Shinra habría comprado las minas y el pueblo de Corel para poner a trabajar a sus habitantes en la construcción del primer reactor de Mako. Tras finalizarse, la compañía habría destruido el pueblo y matado a todo el mundo con el fin de proteger el secreto de otras compañías rivales, en vez de hacerlo a causa de una supuesta rebelión, como quedó en la versión final. Por otra parte, el personaje de Dyne iba a tener otros nombres, como Vicks o Duel.

Vincent fue el personaje cuya personalidad dio el cambio más brusco imaginable. Su trasfondo y carácter definitivos no quedaron especificados hasta las fases finales del juego. Antes de ello, una de las muchas ideas que tuvieron para Vincent hacía que el apellido “Valentine” le quedara que ni pintado. Iba a tener tendencias donjuanescas, colmando de piropos a las féminas del grupo con actitud elegante, siendo un personaje más simpático. Antes de ser un Turco, su profesión iba a ser la de detective privado especializado en lo paranormal (tipo agente Mulder de Expediente X), con gusto por lo terrorífico. Sus servicios serían contratados por una empresa rival de Shinra, para que se infiltrara en el equipo de Hojo y averiguara el contenido de sus experimentos, un trabajo que había causado la renuncia de otros detectives por los terribles rumores que arrastraban. Vincent, atraído por el morbo, se haría pasar por periodista y entraría en los laboratorios de Hojo con la excusa de hacer un reportaje sobre su trabajo. Allí conocería a Lucrecia, la única mujer del grupo. Esta se mostraría a favor de Vincent en una discusión ética que tendría con Hojo y que le revelaría como espía. Tras ello, el profesor drogaría a Lucrecia y experimentaría con ella contra su voluntad (a diferencia del juego final, en el que se sometía voluntariamente). Vincent caería víctima de Hojo cuando este tratara de rescatarla. Como consecuencia, sería inducido al sueño y modificado para que, al enfadarse, se transformara en monstruos clásicos de terror, constituyendo su ataque límite. Vincent no sería consciente de estas transformaciones y, como nota curiosa, si seguía transformado al acabar la batalla, aparecería en el campo con esa forma, influyendo en ciertas conversaciones en escenas.
LOS CETRA Y LOS TAUMATURGOS
Los “Ancianos” y los humanos convivían juntos. Estos últimos se relacionaban con ellos a través del comercio o bien eran sus esclavos. Se dice que la convivencia con los Cetra permitió a algunos humanos aprender a usar la magia, y que en la actualidad, aquellos que saben usar magia de forma natural pueden ser descendientes de estos humanos. Esta clase de personas se las llamaba “taumaturgos”. Cuando no existía Jenova en el argumento, la causa de su merma y desaparición fue que vivían en una gran ciudad, aniquilada por una sola noche por la magia “desintegración”. Para evitar que algo así volviera a pasar, los pocos supervivientes crearon la magia “sagrado” y construyeron la “Torre Blanca” en el centro de la ciudad desintegrada, donde un Anciano podía aprender a invocarla para defenderse de magias igualmente poderosas, como “meteorito”. Es posible que la Torre Blanca fuera la antecesora del Templo de los Ancianos en el juego final.
Los taumaturgos pueden hacer magia, pero también tienen la habilidad de sentirse entre sí por empatía. Los Turcos estarían especializados en encontrar taumaturgos por este sistema, lo que hace pensar que ellos mismos fueran taumaturgos o que bien hubieran conseguido esta habilidad por medios artificiales.
EL HOMBRE DE LA CAPA NEGRA

Aquellos que conozcan la banda sonora del juego recordarán un tema llamado “Chasing the Black-caped man” (“Siguiendo al hombre de la capa negra”). El argumento jugaba con la confusión que se podía producir entre Sephiroth, que vestía de negro, y una serie de figuras tatuadas con números que deambulaban por el mundo envueltas en una capa, también negra. Estos personajes, en principio, iban a estar encarnados por uno solo, un misterioso ser que aparecería en determinados momentos de la historia. Los protagonistas creerían que perseguían a Sephiroth, pero la verdadera identidad del personaje sería Jenova, que en cada encuentro dejaría atrás partes de su cuerpo a las que el grupo tendría que enfrentarse. Esto no sería muy distinto del juego original, en el que cada aparición de Sephiroth, que en realidad se trata del cuerpo de Jenova transformado en él, lleva a una batalla contra partes de Jenova. Aunque en la versión anterior, habría cinco encuentros en vez de tres, y los monstruos resultantes llevarían el nombre de partes del cuerpo, como “Jenova: brazo derecho”, para hacer más evidente su identidad. ¿Se referiría la canción a este personaje o a sus versiones posteriores?
UNA FORMA NUEVA DE VER LA HISTORIA
Tras conocer todas estas anteriores versiones, es posible que ahora veáis el argumento desde otra perspectiva. Incluso es posible que consigáis entenderlo más. Resulta especialmente curioso como los creadores intentaron hacer una versión de la historia más mascada y menos complicada, con conceptos más clásicos y menos personajes. ¿Cuántos de vosotros hubierais preferido la anterior personalidad de Vincent, la posibilidad de ver a Yuffie con diferentes apariencias o la carga dramática de ver a Aeris asesinada por la persona que amaba?
- Fuente: Final Fantasy VII : Ultimania Omega (Studio BentStuff/ Square-Enix, 2005).
Deja tu huella
Crea tu avatar