«El Asombroso Cabeza de Tornillo», otro episodio piloto aparcado en el olvido
Todo buen fan del cómic de autor ha practicado alguna que otra vez la sana afición de rebuscar todas y cada una de las creaciones de su ídolo, desde lo más conocido hasta lo que nadie se imaginaba que pudiera existir. Con «The Amazing Screw-on Head» («El Asombroso Cabeza de Tornillo«) ocurre exactamente eso. Mignola se aparta momentáneamente de las aventuras del demonio rojo para crear una pequeña y exquisita «mini-serie» -es difícil de catalogar, no llega a ser una mini-serie en sí, ya que se compone de diversas historias cortas que Mignola no ha llegado a explotar mucho- en la que vuelve a experimentar con sus elementos habituales (misticismo, monstruos y deidades primigenias al estilo de Lovecraft) de una forma mucho más excéntrica y desenfadada que en Hellboy, llegando a rozar la paranoia.
En «The Amazing Screw-on Head» se narran las aventuras y desventuras de un héroe de hojalata llamado, lógicamente, Cabeza de Tornillo: una especie de autómata metálico con sentimientos propios de corte steam-punk cuya misión es asistir al mismísimo presidente Abraham Lincoln en la lucha contra lo sobrenatural, librando una auténtica guerra secreta contra lo desconocido, tras el trasfondo de la Guerra de Secesión en los EEUU.
Pero no es el cómic en sí la materia que me ocupa en esta entrada. En lugar de eso, voy a comentar un poco por encima una extravagante pieza perdida en el olvido, que muy probablemente a estas alturas sólo se pueda localizar en la red. Se trata de un episodio piloto que en su día supuso la intención de trasladar las aventuras de este peculiar personaje a la pequeña pantalla; un pequeño proyecto de Mignola y el guionista Bryan Fuller, que por desgracia no salió adelante. Sin embargo, en 2006 fue publicado en una edición en DVD con algunos extras y comentarios de sus responsables.
Lo primero que llama la atención es el elevado nivel de fidelidad con el que se ha trasladado el estilo artístico de Mignola al campo de la animación, aunque con algunos toques de producción oriental en los movimientos y en el acabado final, que no deja de ser igual de sobresaliente (la primera impresión que tendréis al verlo será: «¡No puede ser, los dibujos de Mignola se mueven!«).
A lo largo del episodio, que apenas dura unos 22 minutos, se hace una adaptación bastante fidedigna de la primera aventura con la que el autor presentó al personaje en el mundo de las viñetas: ¡Lincoln¡ llama desesperadamente a su fiel agente, Cabeza de Tornillo, para investigar el secuestro de un traductor de manuscritos antiguos, que estudiaba un antiquísimo manifiesto escrito a puño y letra por el Emperador Gung, un héroe primigenio que conquistó el mundo allá por el 10000 a.C., con la ayuda de oscuros poderes sobrenaturales (ahí se nota una obvia influencia de Robert E. Howard, junto con la habitual de Lovecraft). ¿El autor del secuestro? El viejo archi-enemigo de Cabeza de Tornillo: El Emperador Zombie, un malvado muerto viviente aficionado a hacer el mal de forma cínica y desenfadada, sirviéndose de un peculiar ejército de esbirros, compuesto de dos ancianas con poderes sobrenaturales, una vampiresa (ex-novia de Cabeza de Tornillo) y un chimpancé experimentado en el uso de armas de fuego (no sé si habrá algún tipo de conexión con otro primate que en su día disparó con un revólver a Hellboy, en una historia corta). Para hacer frente a la amenaza, Cabeza de Tornillo cuenta con la inestimable ayuda de su sirviente, el Sr. Groin (supongo que un guiño a Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne), el Sr. Perro (un canino no-muerto relleno de arena y que se mueve gracias a una plataforma de madera con ruedas: si esto es un homenaje a algo, lo ignoro por completo) y su interminable arsenal de cuerpos metálicos (supongo que otro pequeño guiño, en esta ocasión, a Iron-man), los cuales puede intercambiar desenroscando y enroscando de nuevo su «cabeza de tornillo» (¿hace falta que lo explique?), cada uno de los cuales con su particular despliegue de ingeniosos y letales gadgets de diversa índole.
El corto cuenta, además, con un considerable elenco de actores de doblaje, con nombres como Paul Giamatti (Cabeza de Tornillo), David Hyde Pierce (Emperador Zombie) o Molly Shannon (Patience, la vampiresa). Eso sí, si queréis disfrutarlo en español, tendrá que ser con subtítulos. Y todo ello narrado a un buen ritmo, con acción, humor, las desternillantes ironías del Emperador Zombie y, lo mejor de todo: con el tremendo lujo de poder contemplar el arte de Mignola en movimiento. También tengo que hacer mención especial, a la característica forma del autor de criticar el conservadurismo americano, plasmándolo en alguna de las frases del héroe: «Por eso siempre digo, Sr. Groin, que todas las personas verdaderamente inteligentes de este país deberían ser cremadas por motivos de seguridad nacional«, llegando incluso el mismísimo Lincoln a reprocharle su exceso de fanatismo patrio.

En definitiva, una pieza única que los amantes del arte de Mignola y de las rarezas donde las haya no pueden dejar escapar. Por otro lado, otra muestra más de como a veces se pierden en el olvido proyectos de series televisivas que podrían haber triunfado con creces (como por ejemplo, el genial «Korgoth of Barbaria«).
Saludos mutantes.
Deja tu huella
Crea tu avatar