Coches de videojuego
El mundo del motor también ha estado presente en los videojuegos, normalmente representando glamour, poderío o a veces incluso caspa y mediocridad. En otros simplemente estaban ahí, pasando completamente desapercibidos a no ser que fueras un aficionado a cierto coche en particular. En cualquier caso, muchos juegos no serían lo que son si no fuera por el vehículo.
En esta pequeña lista veremos algunos de los coches que han aparecido en videojuegos de forma que definan el estilo del mismo, acompañen su estética o sean simplemente un elemento más de entre una apreciable calidad. Se ha enfatizado en coches reales, dejando a un lado los juegos de carreras ya que entonces la lista sería infinita.
Half Life 2 episodio 2 – Dodge Charger ’69
Si hay un coche que representa el espíritu de los muscle car americanos es, con permiso del Mustang, el Dodge charger del ’69. Con un motor HEMI V8 que desplazaba nada más y nada menos que SIETE litros, este clásico de los coches americanos es un músculo que hace felices a las compañías petroleras. Conocido también por su aparición televisiva den Los Duques de Hazard, un coche naranja con las puertas soldadas y una bandera confederada en el techo apodado El General Lee.
En el Half Life 2 episodio 2 conducimos a Jalopy, un Dodge Charger del ’69 desguazado y preparado por la Resistencia. Con él recorremos más de la mitad del juego, incluso atropellando a los peligrosos hunters o incluso echando una carrera con Dog. Imperdible la batalla final a lomos de este vehículo, uno de los mejores momentos videojueguiles de 2008.
Street Fighter II – Lexus LS 400
Si no has destrozado este coche en Street Fighter II no tienes infancia. De hecho no conoces una de las mejores fases de bonus del mundillo, rememorada después en Street Fighter III, aunque con otro coche. Street Fighter no es una saga que tenga mucho que ver con la automoción, pero este clásico merece estar en la lista sólo por factor nostalgia.
Y aquí está, el buque insignia de la firma Lexus a principio de los años ’90. Este coche, también conocido como Toyota Celsior en Japón, era un gran sedán con un motor V8 de cuatro litros y 250 caballos, con la habitual para estos coches transmisión automática de cuatro velocidades. También fue un coche muy innovador para su tiempo, y cumplía pese a todo con las especificaciones EPA al poder recorrer algo menos de 23 millas por galón.
Cadillacs and Dinosaurs – Cadillac Fleetwood Brougham
Un juego que incluya la palabra «Cadillacs» en su nombre es seguro que contiene algún que otro vehículo interesante. En este cómic, del que surgió uno de los mejores (si no el mejor) beat’em up callejero de la historia, el protagonista, Jack, tenía un portentoso Cadillac Fleetwood Brougham del ’54. Este monstrenco costaba unos 12.000 dólares americanos de la época, algo sólo accesible a pertrechados bolsillos. Un competidor directo de los Rolls Royce en la américa de los años 50.
En el juego su aparición es marginal, salvo en la tercera fase dado que podemos llamarlo con una radio para recorrer la mayor parte de ésta, atropellando a los enemigos a nuestro paso, para enfrentarnos a un jefe de final de fase montado en una motocicleta. Una escena clásica donde las haya, de todos modos.
Age of Empires 2 – Shelby AC Cobra
¿Qué demonios hace un coche en un juego de estrategia histórico? Pues a merced de un pequeño truco podemos adquirir este vehículo, absolutamente demoledor y muy rápido. Lógicamente sin el truco no hay manera de conseguirlo, lo cual no quita que sea muy curioso.
El AC Cobra fue uno de los primeros modelos en incorporar un chasis ligero y una carrocería de aluminio junto con un potente motor V8 americano, de 7 litros y 429 caballos. Un mítico competidor en las series de Le Mans, tenía en mente competir con el Chevrolet Corvette, pero no se vendía bien. Sin embargo, el coche posteriormente adquirió estatus de culto, habiéndose vendido uno por 2,8 millones de euros en 2006.
Another World – Ferrari GTO
Nuestro científico, Lester Chaykin, se embarcó en una extraña y épica aventura en un mundo extraterrestre. Pero antes de todo eso, llega derrapando con un precioso Ferrari GTO negro. Del coche no se sabe nada más en todo el juego, salvo que probablemente, dependiendo de donde lo aparcara, se lo podría encontrar a la vuelta apoyado sobre cuatro ladrillos y sin ruedas.
Esta preciosidad de Ferrari se construyó sólamente entre 1984 y 1986, compitiendo directamente con el Porsche 969. Su motor de «sólo» 2855 centímetros cúbicos biturbo daba unos increíbles 400 caballos, lo que permitía al vehículo alcanzar una velocidad máxima de 305 kilómetros por hora. Este coche compitió en el apasionante Grupo B de Rallies de la FISA, contribuyendo a que ésta fuera una de las categorías de velocidad más interesantes de la historia.
Sam and Max – Chrysler DeSoto ’59
Una de las mejores aventuras gráficas de los ’90, de la mano cómo no de Lucasarts, protagonizado por los personajes de Steve Purcell. Esta pareja de extravagantes policías «freelance» se desplazaron por toda USA con el Desoto, un coupé americano de pura raza que usaron, entre otras cosas, para romper las señales y carteles de las autopistas. Aménde muchas otras burradas.
El DeSoto, nombrado así por Hernando de Soto, era uno de los coches más emblemáticos de la américa de entreguerras, y los modelos de después de la segunda guerra mundial no se quedaron atrás, aunque su elevado consumo y la incipiente recesión de 1958 le hizo desaparecer a principios de los ’60. También esponsorizó el programa televisivo de Groucho Marx «Apueste su vida».
Initial D – Toyota AE86 Sprinter Trueno APEX
El paso a videojuego de la serie Initial D se hizo de forma irregular, produciendo juegos de calidad modesta por parte de SEGA. Esta serie cuenta con unas 10 iteraciones para Arcade, PSP, PS2 y PS3 entre otras, pero ninguna con calidad sobresaliente y prácticamente sólo se ha distribuído en Japón, donde la serie Intial D es más popular.
Esta serie nos narra la historia de un chico de 18 años que conduce desde los 13 un Toyota AE86 Sprinter Trueno por los sinuosos pasos de montaña japoneses como repartidor de tofu por encargo de su padre. La práctica diaria le ha convertido en un piloto excelente, y un día en su quehacer habitual adelanta a un potente Mazda RX-7 de un equipo local de carreras clandestinas. Entonces, desafíos mediante, empieza a interesarse por el mundo de las carreras en pasos de montaña japoneses (tôge) en una de las mejores, si no la mejor serie de animación sobre carreras de coches.
¿Por qué nos gusta tanto este pedazo de chatarra? Es probable que por su ligero peso, unos 910 kilos, la tracción trasera y sus 120 caballos, características que hacen de este coche un pequeño torbellino. Ideal para las competiciones de dorifto (Drift, derrape) japonesas, atrajo la atención del Rey del Derralpe, Keiichi Tsuchiya, conocuido también en la televisión japonesa probando coches con sus compañeros, llevando la aguja de las revoluciones mucho más allá del corte sin reparo alguno.
OutRun – Ferrari Testarossa
Por último no podía faltar el ejemplo paradigmático en el que un coche define a un juego, y éste a su vez define al coche. Hablamos por supuesto del clásico de SEGA de conducción por antonomasia, el veterano OutRun, que allá por 1986 reventó la placa System 16. Un gran paseo de costa a costa por maravillosamente asfaltadas autopistas de 6 carriles a los mandos de un precioso Ferrari Testarosa, con una rubia en el asiento del acompañante. Si alguien dice que no dejaría su trabajo por eso miente.
Poco se puede decir de este clásico que no se sepa ya. Un clásico de los amantes de la conducción, que pese a ser de los más comunes entre los Ferrari también es de los que más adeptos tiene. Su nombre, cabeza roja, viene por la pintura de la caja de balancines que recubre la culata de sus doce cilindros en V, que desplazan 4,9 litros y dan una potencia de unos 430 caballos. Debido a su motor central y su transmisión manual de cinco velocidades, se trata de un coche ideal para los que disfrutan conduciendo. Un coche muy reconocible por sus entradas laterales de aire, que enfrían su motor central.
Conclusión
No están todos lo que son, pero sí un buen puñado. Hay montones de juegos que exponen preciosidades de 4 y 2 ruedas, pero son tantos que es imposible hacer un artículo completo, por lo que serán necesarias segundas partes para tan tamaña tarea. Si es que gusta éste, claro.
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