Blaster Master: una saga desaprovechada
A finales de los 80′ y principios de los 90′ Sunsoft era una compañía de videojuegos puntera, responsable de algunos de los mejores juegos de la historia de la NES, tales como Journey to Silius o Mr. Gimmick, y también adaptaciones de famosas películas como Batman o Gremlins 2. Normalmente los juegos de Sunsoft no eran grandes éxitos comerciales, pero se trataba de juegos cuidados hasta el último detalle y deliciosos a nivel técnico y jugable, que han pasado a ser juegos de culto con el paso de los años. En 1988 Sunsoft lanzaba en Japón uno de los mejores juegos jamás creados para la NES: Blaster Master (Chö Wakusei Senki Metafight en Japón).
BM es un juego de acción con vista horizontal en el que llevamos un tanque blindado futurista con amplias posibilidades armamentísticas -que iremos descubriendo durante el juego-. Iremos explorando el mapeado hasta encontrar pequeñas puertas, y para entrar en ellas tendremos que hacer salir a Jason, el conductor del tanque. Dentro nos esperan oscuras mazmorras y el juego pasa a tener vista aérea, convirtiéndose en un shoot’em’up estilo Mercs (aunque algo más enfocado a la exploración). Enormes y monstruosas criaturas nos esperan al final de estos niveles, y si las vencemos se nos obsequiará con una mejora para nuestro tanque, que normalmente nos permitirá acceder a un nuevo nivel.
Blaster Master cuenta con unos gráficos muy elaborados para la época y una banda sonora sublime y ampliamente recordada. La dificultad es endiablada, y se conocen pocos individuos que hayan conseguido acabar el juego (¿algún lector de Pixfans lo ha conseguido?) puesto que carece de puntos de guardado o passwords, y hay que acabarlo de una tacada. Siendo como es un juego largo y complicado, ya veis que finalizarlo con éxito es una ardua tarea digna de un hardcore gamer.
Sunsoft y Tokai Engineering hicieron un gran esfuerzo en la programación del juego, y el máximo responsable del mismo, Yoshiaki Iwata, se propuso exprimir al máximo la NES para dotar al juego de unos gráficos nunca vistos en 1988 y, mirándolo objetivamente, poquísimos juegos le podían hacer frente en aquella época. Pese a su calidad, la verdad es que Metafight tuvo una pobres ventas en Japón y fue en el mercado americano donde triunfó. La división yankee de Sunsoft exigió algunos cambios jugables, gráficos y de guión. Se rebajó un poco la dificultad y en la surrealista parte del ‘salto al vacío‘ -ver vídeo a continuación- se añadieron unas plataformas, ya que resultaba casi imposible no morir en dicha escena.
(¿Dónde está mi plataforma?)
El cambio argumental fue radical: En el juego original la acción se sitúa en el año 2052, donde el insaciable emperador espacial Goez planea conquistar uno de los pocos planetas que quedan fuera de su dominio: Sophia The 3rd. La única esperanza de los habitantes de Sophia es el poderoso tanque “Metal Attacker”, pilotado por el intrépido Kane Gardner. La adaptación americana, por su parte, nos explica (mediante una intro inédita en el juego original) como el joven Jason pierde a su mascota, una rana llamada Fred, que por culpa de unos residuos radiactivos cercanos a su casa se convierte en una monstruosa rana gigante, adentrándose además en un profundo agujero que parece salido de la nada. Jason sale raudo en busca de su mascota, arrojándose por el misterioso conducto. Es entonces cuando encuentra el tanque “Sophia The 3rd” -el nombre del planeta en el que se desarrolla el juego original- en el cual entra sin dudarlo para ir en busca de Fred. Como veis, la trama japonesa es algo típica, pero la americana roza el absurdo (aunque reconozco que le tengo un cariño tremendo a esa intro).
El éxito del cartucho en Occidente propició una secuela para la Génesis creada por el estudio americano Software Creations. Blaster Master 2 sólo salió en el mercado norteamericano y, sinceramente, no le hacía justicia al juego original (el equipo responsable de la primera entrega no quiso tomar parte en la creación de la secuela y se nota). También se lanzó en Occidente Blaster Master Jr. para la Game Boy, que no era más que una localización de Bomber King: Scenario 2, un spin-off de la serie Bomberman, que poco o nada tenía que ver con el juego original. Para Game Boy Color se publicó Metafight EX, llamado Blaster Master Enemy Below en tierras americanas. Un notable remake del juego original con algunos cambios y novedades (aunque los cambios -sobretodo de mapeado- son a peor a mi humilde parecer). En 2001, Sunsoft lanzó Blaster Master: Blasting Again, una nueva secuela del juego original esta vez para PlayStation, que curiosamente tomaba el argumento occidental como punto de partida, ignorando la trama nipona. Se trataba de una juego de plataformas en 3D, con una aceptable calidad en todos su aspectos, pero sin sobresalir de la media (su éxito tampoco fue nada del otro mundo).
Finalmente, tuvimos que esperar hasta 2009 para que Sunsoft y GaijinWorks nos brindaran nueva secuela de la serie, aunque más bien se trata de un pseudo-remake: Blaster Master: Overdrive está disponible en el Wiiware desde julio del 2010 y se trata de un notable juego, homenajeando al cartucho original en cuanto a gráficos y banda sonora (sin duda de lo mejor del juego). Aunque la trama y los niveles son distintos, se respira un aroma inconfundible al original de NES. Aunque no carente de defectos técnicos y jugables, BMO es un juego aceptable que vale los 1000 Wii Points que cuesta, sobre todo si eres fan de la saga -aunque debería decir “fan del juego original”, puesto que es el único realmente bueno-.
Una pena que una saga con tanto potencial (dos tipos de juego en un mismo cartucho, una gran banda sonora, una propuesta original, un carisma más que suficiente…) no haya recibido ni una sola secuela que le pueda hacer sombra al pequeño cartucho de Famicom que originó la serie. Ojalá en un futuro no demasiado lejano Sunsoft me haga cambiar de opinión. De momento intentaré acabar el más que digno BMO.
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