Análisis de The World Ends with You
Cuando el mundo está lleno de RPGs tópicos con decenas de argumentos clónicos de jóvenes paladines que van a salvar el mundo de los brujos / dragones / catástrofes catastrofistas de turno en los que acabas tanto yendo a la mazmorra genérica a matar monstruos en combates reglados y por turnos, uno encuentra una gran placer en encontrarse un soplo de aire fresco como es este gran videojuego desarrollado para Nintendo DS por Jupiter y Square-Enix.
Mi nombre es Neku y no aguanto a la gente
Un buen día, un chaval muy pesimista llamado Neku Sakuraba se despierta tendido en medio del gran cruce de Shibuya sin memoria alguna de cómo ha llegado allí, sin que nadie le preste la menor atención, con capacidades telepáticas y rodeado de extraños monstruos animales.
En medio de esa confusa situación que todo el mundo parece ignorar como si fuese lo más normal del mundo, Neku sólo puede huir de esas extrañas criaturas para, al final, recibir un extraño mensaje en su móvil que le insta a cumplir con una “misión” so pena de ser “borrado”. Sin darse cuenta, Neku ha entrado a participar en el “juego de los Reaper” (Shinigami, en el original).
Así comienza el interesante argumento de este no tan al uso Action RPG urbano centrado en el barrio tokyoka de Shibuya.
Los pins son mis amigos
Un RPG con un argumento tan poco típico no podía tener más que un sistema a juego. Se puede asegurar que éste es uno de los juegos que mejor explotan las capacidades de la pantalla táctil de la Nintendo DS.
Los combates, normalmente, no son aleatorios: Para poder enfrentarte a los diferentes monstruos que pueblan ese extraño Shibuya, antes habrás de “escanear” el entorno mediante las capacidades telepáticas de los protagonistas para poder descubrir los símbolos que representan a los “noise” que están por todas partes. Tras encontrarlos, se habrán de arrastrar tales símbolos hasta el protagonista y el combate comenzará a los pocos segundos.
Y es aquí donde empieza la acción: Casi todo el juego se maneja con el stylus. Ya sea movimientos, ya evasiones, ya diferentes ataques y defensas, todo lo que implique mover a Neku se maneja con el stylus.
Neku tiene la capacidad de extraer de diferentes pins un “psych” o efecto psíquico en la realidad, ya sea tener poderes telequinéticos, piroquinéticos, generación de espadas mediante la mente… hay, literalmente decenas de poderes diferentes, cada uno con su propio pin. Y cada uno de esos poderes tiene su propia manera de ser activado: Mientras que unos requerirán de que traces una pequeña línea con el stylus, otros precisarán que puntees la pantalla, que traces un círculo, que toques al enemigo, que toques una superficie vacía, que arrastres a Neku, que soples al micrófono, que mantengas el stylus sobre Neku… como se ha indicado, para vencer en los combates habrán de explotarse todas las características de la Nintendo DS.
Pero claro, no es tan simple como tener los pins: Hay un límite a la cantidad de ellos que puedes llevar en combate así como cada uno de ellos tiene un límite de usos ya en cada combate, ya cada cierto tiempo. Saber administrar los psychs es vital para sobrevivir en los intensos combates que nos ofrece este gran juego.
Pero no sólo podremos sobrevivir mediante el uso de la pantalla táctil: Junto a Neku luchará siempre un compañero que lo ayudará desde la pantalla superior. Este compañero es de manejo harto más simple que el de Neku: Sólo habremos de pulsar derecha o izquierda en la cruceta (o los botones laterales en el caso de que seamos zurdos) para atacar y arriba y abajo para realizar acciones como cubrirnos, saltar o volar.
Cada uno de los personajes es capaz de recibir daño, sí pero la barra de energía es única. Así pues, el daño que reciba el compañero lo recibirá también Neku y viceversa. Puede resultar que el combate acabe en una contienda contra un enemigo mucho más fuerte contra el compañero que contra el esquivo Neku lo que supondrá una sangría de energía tremenda. Hay que mentalizarse de que el juego exige rapidez a la hora de acabar con la miríada de noises que atacan tanto en la pantalla superior como en la inferior.
Pero, por suerte, los compañeros pueden ayudar a Neku mediante ataques de fusión en el que ambos personajes realizan un ataque combinado que resulta en un daño terrible contra todos los enemigos así como un respiro para los personajes porque también supone una recarga de energía. El método para lograr estos ataques varía con cada uno de los personajes pero, normalmente, se resume en acumular una especie de “cartas” en medio del combate que, en ciertas cantidades, permiten variar la potencia del ataque. Según el índice de sincronización entre los personajes, éstas resultarán más o menos fáciles de conseguir.
Entre marcas anda el juego
Una de las señas características de este juego es que todo se ve influenciado por las marcas. Cada pin que lleves equipado se ve afectado por las tendencias actuales en cada una de las zonas por las que pases. Así pues, puedes ir equipado con un pin de la marca que esté en boga en ese momento y ver como tu defensa o ataque se ven beneficiados o, por contra, encontrarte con que lo que llevas encima es un pin de marca “débil” y ver como tus ventajas se reducen a la mitad.
Tales marcas también afectan a las “armaduras” que se usan en el juego que no dejan de ser las diferentes prendas y accesorios que se pueden comprar en las decenas de tiendas de moda que hay a lo largo y ancho de Shibuya. Así pues, puedes elegir comprarte ropa gótica (Lapin Angelique), de importación (Dragon Couture), ropa simplona (Mus Ratus), delicada (Sheep Heavenly), carísima (Pegaso)… Hay un total de catorce marcas cada una con sus ventajas y desventajas así como con ciertos poderes ocultos que te pueden revelar los dependientes de cada tienda según el nivel de amistad que tengas con ellos.
Tal nivel se aumenta, como no, comprándoles cosas y esto no sólo afecta a lo que te puedan revelar acerca de tu ropa sino a lo que, directamente, piensan de ti (recordemos que los protagonistas pueden leerles el pensamiento), todo ello con jocosos comentarios mentales acerca de lo tacaño que resultas al pasar por allá sin comprar nada. Eso sí, cuanto mejor cliente seas, también te permitirán acceder a diferentes artículos que no venden más que a clientes de confianza, ropas, comidas y pins que no se consiguen sólo con dinero sino con diferentes pins u objetos que puedes conseguir aquí y allá en el juego. Reunir algunos de ellos resulta ser todo un suplicio en algunos casos y conseguir algunos de los requisitos para conseguir esos artículos especiales es uno de los mayores retos del juego.
Pero, aunque consigamos diferentes ropas, aún tendremos que cumplir un requisito más: Tener el valor suficiente para ponernos tales prendas. Neku y compañía hay prendas que no piensan ponerse ni por todo el oro del mundo. Así pues, por mucho que tengas un traje que te dé la de dios de defensa y por más ventajas que tenga, si el personaje no se atreve a ponérselo, no podrás equipártelo hasta que logres el nivel de valor requerido.
¡Burp!
Pero los personajes no se alimentan sólo de aire (aunque no tengan mucho tiempo para pensar en comer): Para elevar sus diferentes stats habremos de alimentarlos debidamente mediante las comidas que podemos comprar en los diferentes restaurantes que hay por ese barrio tan comercial. Así, podemos acabar comiendo hamburguesas, ramen, comida china, medicinas o perritos calientes al estilo mejicano.
Tales comidas no nos servirán para recuperar energía puesto que al acabar cada combate toda nuestra energía resultará restaurada. Su uso es, exclusivamente, elevarnos los stats, ya sea ataque, ya defensa, energía, nivel de sincronización, valor y porcentaje de caída de pins de los enemigos. Pero no podemos comer cualquier cosa: Cada comida llena más o menos. Todos los personajes tienen un límite de comida de veinticuatro “mordiscos” por día real. Y por día real me refiero a veinticuatro horas en este lado de la realidad: No podremos comer más que veinticuatro mordiscos por día, aunque siempre quedan seis libres para comer aperitivos o bebidas pequeñas, eso sí, con efectos mucho más reducidos que los platos fuertes.
Estas comidas se digieren combatiendo: Un combate implica un mordisco digerido. Una vez digeridos todos y cada uno de los mordiscos, el efecto de la comida en cuestión se hará real y permanente.
La limitación de las comidas por días nos obliga a tener muy bien planificado lo que queremos comer cada día (y también alarga el juego cosa mala…).
SLAM!
Pero no todo el juego se reduce a luchar contra noises y reapers: En este Shibuya existe un juego bastante popular llamado “Tin Pin Slammer”, una suerte de juego de mesa en el que se usan pins. El concepto de juego es muy similar al sumo: Expulsa los pins del contrincante del campo de juego. Eso sí, no todos los pins son iguales: Los hay muy rápidos, los hay que por más que se golpeen no se mueven, los hay que giran mucho o que se impulsan muchísimo. O los hay con diferentes cantidades de habilidades.
Hay cuatro habilidades en cada pin y su sabia administración será necesaria para ganar estos entretenidos combates. Tales son “Stinger” (en resumen, un escudo), “Hammer” (por si no sois muy duchos en inglés, es un martillo), “Bomber” (el pin salta y vuelve a caer como un meteoro) y “Hand” (imprescindible para sobrevivir cuando te han lanzado fuera del campo de juego).
El juego requiere de bastantes reflejos y es bastante entretenido, así como te permite acceder a pins que no se pueden lograr de ninguna otra manera.
Por desgracia la IA del juego suele ser bastante escasa y no resulta demasiado complicada de vencer. Eso sí: Existe modo de dos jugadores vía WiFi para que se pueda catar el dolor de pelear contra otro ser humano (u otros tres, puesto que el límite está en cuatro jugadores).
Este diseño me suena…
Es de imaginar que a nadie que tenga una PS2 se le habrá pasado por alto el curioso diseño de personajes del juego. Sólo hay que observar la pantalla de título durante medio segundo para pensar “¿qué leches pinta Sora aquí?”. Y es que el mismo equipo de Kingdom Hearts: Chain of Memories (Jupiter) y los desarrolladores de Kindom Hearts de PS2 han participado en este juego por lo que las similitudes gráficas son demasiado evidentes como para ser ignoradas.
Pero, más allá del diseño, el juego es completamente diferente. Resulta bastante menos pasteloso que la saga de juegos de Disney, hasta cierto punto, más trágico y, ante todo y sobre todo, más complejo a nivel argumental. Durante la mayor parte del juego no entenderás en absoluto cuáles son las motivaciones de los reapers para realizar un juego semejante así como te costará comprender las reacciones de tus compañeros, ya sea por los secretos de la hábil Shiki; el “capullismo” del misterioso Joshua (a éste lo adoras o lo odias: No hay término medio) o la simplicidad e impulsividad del skater Beat. Hay una buena cantidad de enemigos carismáticos en el juego tales como el obseso por las matemáticas Sho Minamimoto (alias “Pi-Face”) o Mitsuki Konishi, una sexy gótica con actitud gélida.
Todos los personajes tienen su importancia, personalidad y carisma propios. Algunos de ellos no hacen nada para que los aprecies y, aún así, no eres capaz de pensar en la historia sin ellos de por medio.
Si hay algo que sobra en el juego es una buena cantidad de giros argumentales: Cada dos por tres, lo que creías que estaba bien, está mal y el que creías tu amigo o enemigo cambia de bando sin que te des cuenta. Todos ellos, sin embargo, tienen su razón de ser aunque, para comprenderlo, tengas que acabarte el juego más de una vez.
A nivel gráfico, el juego es precioso. Ya sea por las imágenes estáticas de los personajes en las conversaciones, ya por la animación de los mismos en medio de los combates, así como por los enemigos o los efectos, TWEWY no deja de ser un juego bastante espectacular.
Del sonido, tres cuartos de lo mismo: Los sonidos en el combate son muy buenos pero, si hay algo que destacar, es el genial doblaje del juego, en el que, con unas escasas frases por personaje, dan a entender la actitud de los mismos, su carácter. Ya pueden ser gritos de dolor o avisos en medio del combate así como los comentarios frente a las comidas que les das (da gusto escuchar a Beat con su parla vulgar).
Pero es musicalmente donde este juego realmente destaca. No será por falta de variedad de canciones deliciosas ni por cantidad de géneros diferentes: TWEWY tiene una gran variedad de geniales canciones que usa en cualquier situación variando constantemente la tonada que suena de fondo con deliciosas canciones de géneros que van desde el simple J-Pop al funk pasando por el heavy o el rap. El juego es muy urbano y se nota en su música, la cuál trata de repetirse lo menos posible, cambiando en cada combate o pudiendo cambiarla en el menú o, simplemente, cambiando de zona en el juego.
Ejemplos de las buenas canciones de este juego hay muchos pero escojo este en concreto: Transformation.
Conclusiones
The World Ends with You (o Shubarashiki Kono Sekai para los puristas) es un gran juego, muy entretenido y que explota muy bien las posibilidades de la DS. Si bien hay veces que el stylus no es la mejor herramienta para manejar el juego (a veces puede pecar de demasiado impreciso) o que los comandos para activar los psychs son demasiado similares entre sí, no deja de ser una gran experiencia jugable de bastante duración.
En la DS es todo un must have ya sólo por la música y por el ritmo frenético de los combates. El diseño, aún a pesar de cuánto recuerda a Kingdom Hearts, es muy resultón y es bastante agradable de ver. La historia, ya sea la primera vez, así como tras descubrir los “informes secretos” que profundizan en los secretos de la misma, es lo suficientemente enrevesada para tenernos pensando en cuáles son las razones para que los personajes reaccionen de una u otra manera.
La cosa es entretenerse y este juego tiene diversión para dar y tomar.
Enlace: Página oficial
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