Análisis de The King of Dragons
A comienzos de los 90 los salones recreativos estaban llenos de Beat´em ups, esos juegos en los que había que avanzar con scroll horizontal despachando enemigos sin cesar, pero que no venían de uno a uno como en los juegos de lucha, sino en hordas. Capcom fue, sin duda, una de las compañías que mejor explotó este género, al que aportaron nombres tan famosos como Final Fight, Captain Commando; Knights of the Round; o este The King of Dragons, del que analizaremos su versión para Super Nintendo.
Capcom, 1994, Beat´em up
El juego fue originalmente desarrollado para recreativas, apareciendo en los salones en 1991, y la adaptación a Super Nintendo se realizó en 1994, manteniendo mucha fidelidad con el original, a excepción del número de jugadores simultáneos, que fue reducido de tres a dos.
La ambientación y personajes de The King of Dragons recuerda mucho a la del universo Dungeons and Dragons (Dragones y mazmorras), con ese aire entre mágico y medieval, repleto de criaturas fantásticas, orcos, guerreros, magos, elfos y demás seres. Son muchos los beat´em ups que han seguido este estilo, hasta el punto de que muchas veces se habla de un subgénero, el de los Hack and Slash, que comprendería mitos como el Golden Axe, de SEGA, o Knights of the Round y Dungeons and Dragons, de la propia Capcom. Sin embargo, esta división ha extendido el género a los beat´em ups en los que se usan armas blancas en lugar de los puños, lo que ampliaría la categoría a juegos como Turtles in Time.
Al margen de la siempre complicada labor de situar a un juego en un compartimiento estanco, como es el de ponerle un género, The King of Dragons es un juego bastante completo en cuanto a posibilidades, pues además de obligarnos a pelear como posesos con ataques y magias, posee un sistema de mejoras que recuerda algo al de los RPG, y que permite que vayamos aumentando nuestro potencial a medida que avanzamos en la aventura. Para comenzar podemos elegir entre cinco personajes, con sus virtudes y defectos, y unas cualidades bastante tradicionales: Un guerrero (Fighter), que es el más compensado entre ataque y agilidad, aunque le falla la magia; un clérigo (cleric), lento como él sólo pero con un poderoso ataque y que no emplea mal la magia; un enano (dwarf), con mucha fuerza bruta y muy buen cuerpo a cuerpo, pero algo torpe con la magia; un elfo (elf), que no tiene demasiada fuerza y defensa, pero su agilidad y magia están a buen nivel y sus flechas alcanzan la otra punta de la pantalla; y finalmente un mago (wizard), lento y débil, pero con la más poderosa magia y un ataque que, si bien al principio es bastante débil, según avanzamos se convierte en muy poderoso. Sobre este elenco de personajes podremos elegir al nuestro, o combinar dos si jugamos con un amigo, la opción sin duda más divertida.
Técnicamente The King of Dragons está a un buen nivel, aunque los tres años que pasaron entre la recreativa y el cartucho para Super Nintendo se notaron un poco en este último, pero pese a no estar al mejor nivel de la 16 bits, cumplieron más que de sobra con unos decorados vistosos y variados, y unos personajes, que pese a ser algo más pequeños que en la recreativa, estaban bien animados.
A nivel sonoro, el juego de Capcom contó con una buena selección de temas, apropiados para los distintos escenarios y agradables de escuchar, aunque algo repetitivos. Los efectos sonoros, por su parte, son los típicos que tenía en la época cualquier juego de ese estilo, pareciendo a veces no muy apropiados.
El control es excelente, notándose el dominio de Capcom sobre un género en el que se especializó notablemente. Los personajes responden muy bien y sus acciones, aunque muy básicas, se realizan con total comodidad. Además el juego cuenta con un nivel de dificultad muy bien equilibrado, aumentando progresivamente la dificultad hasta hacerse difícil, pero nunca en exceso.
Posee 16 niveles, una cifra nada despreciable, aunque varios de ellos son muy cortos, pero en todo caso tiene una buena duración para un juego de estas características, ofreciendo un par de horas de diversión, por supuesto con el habitual problema del género de tener que jugarlo de un tirón.
No posee un argumento digno de mención, ni es excesivamente profundo, pero sí lo es mucho más que la mayoría de juegos de su estilo, gracias a la posibilidad de ir subiendo el nivel de nuestros personajes, y adquirir nuevas técnicas y magias. Además los escenarios y enemigos son bastante variados, destacando entre estos últimos unos jefes finales bastante interesantes.
LO MEJOR
+ Una experiencia divertida e intensa, sobre todo para dos.
+ La posibilidad de ir mejorando nuestra fuerza y habilidades.
+ Los personajes para elegir son muy variados.
LO PEOR
– La versión Super Nintendo perdió la posibilidad de jugar de tres.
– Se termina demasiado pronto.
– No es que sea precisamente un dechado de originalidad.
Review de The King of Dragons – Pixfans
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