Análisis de Soleil
Que allá por 1994 un juego de rol llegase a España era motivo de alegría, pues el género apenas se prodigaba en nuestro país; que además lo hiciese en castellano ya parecía más bien un milagro, pero tal fue el caso de Soleil, conocido en América como Crusader of Centy y en Japón como Ragnacënty, un Action RPG que hizo las delicias de los usuarios de Mega Drive.
El juego, desarrollado para SEGA por la compañía Next Entertainment, nos pone en el papel de un joven que acaba de cumplir 14 años, edad suficiente para que pueda iniciar su carrera como soldado, recibiendo además la espada de su difunto padre. Muy pronto se encontrará inmerso en un gran peligro, ante la ofensiva contra el mundo que van a llevar a cabo los seres de la oscuridad, malignas criaturas que anhelan la destrucción de los humanos, y que tras siglos ocultos, han dejado de temer la luz.
Tras la puesta a punto en su pueblo natal de Rafresa, nuestro protagonista emprenderá un viaje que pronto se verá marcado por una extraña circunstancia: pierde la capacidad de entender a los humanos (no es el único), pero ganará la de comunicarse con animales y plantas, que desde entonces se convertirán en nuestros mejores aliados y nos prestarán su ayuda. El primero de ellos será nuestro fiel perro, encantado de poder comunicarse con nosotros, y luego se nos irán uniendo más hasta sumar un total de 15. Cada uno de estos animales que reclutemos nos permitirá emplear una nueva habilidad, y deberemos combinarlas hábilmente si queremos resolver los múltiples enigmas que nos aguardan. Por ejemplo, nuestro perro se lanzará contra los enemigos paralizando sus movimientos; el mono nos permite saltar más lejos, la mariposa nos permite dirigir nuestra espada en el aire, el león nos permite hacer un ataque de fuego o el pingüino uno de hielo. Podemos equipar al mismo tiempo hasta a dos de estos animales, así que habrá un cierto componente estratégico a la hora de buscar la mejor combinación para cada momento.
Soleil es un Action RPG, al estilo por ejemplo de la saga Zelda, por lo que combatimos en tiempo real con un personaje que se va haciendo más fuerte conforme avanza el juego (aunque el factor rol es bastante superficial, y apenas hay posibilidades de equipamiento o al subir niveles). Como en todo juego de rol, visitaremos pueblos en los que obtener información y hacer compras, y mazmorras en las que superar puzzles y derrotar enemigos. Los combates son bastante sencillos, pues en general solo requieren unos cuantos espadazos, aunque en ciertos casos tendremos que explotar las habilidades de nuestros animales amigos para poder vencer. Algo similar sucede con los puzzles, que en general no tienen mucha ciencia, pero según avanza el juego nos encontraremos algunos en los que debemos combinar diferentes poderes para lograr resolverlos.
Desde el punto de vista técnico, Soleil es un juego que no destaca, pero cuyos gráficos son vistosos y cumplen perfectamente con lo que el juego necesita. Los escenarios pecan de bastante simples en sus texturas, pero por el contrario son bastante variados y su colorido los hace bastante agradables a la vista. Por su parte, los personajes son muy simples, con pocas animaciones (salvo el protagonista) y un modelado básico aunque también simpático; los enemigos destacan por su variedad, y en el caso de buena parte de los jefes finales, por su tamaño. Finalmente, podemos hablar también de ciertos efectos, como el agua o la lava, que están bastante conseguidos. En definitiva, no estamos ante un juego rompedor a nivel gráfico, pero está por encima de la media de Mega Drive y acompaña muy bien la experiencia jugable.
Respecto al sonido, nos encontramos con una banda sonora buena, con algunas melodías de gran calidad y que se adaptan bien a los diferentes lugares. Los efectos sonoros, por su parte, son muy convencionales y algo repetitivos, aunque tampoco molestan.
El control en Soleil es impecable, y aunque contaremos con muchísimas habilidades según vayamos consiguiendo animales, el manejo se ha simplificado al máximo, y con un par de botones lo podremos hacer prácticamente de todo, lo que no significa que el juego no sea complejo, pero a nivel de control todo es muy sencillo. Respecto al nivel de dificultad, está bastante bien ajustado, aumentando progresivamente; aún así, para los más curtidos en juegos de rol puede resultar un poco fácil, y tanto los combates como los puzzles no suponen un reto excesivo (salvo contadas excepciones). Saber a dónde ir tampoco será un problema, pues es bastante lineal, y además es un juego relativamente largo, pudiendo dar unas 15 horas de entretenimiento si no se juega con demasiada prisa.
Soleil es, en conjunto, uno de los juegos de rol más divertidos que salieron para Megadrive. Carece de la complejidad de otros exponentes del género, hasta el punto de que casi se le podría considerar una aventura, pero el sistema de combinación de animales aporta un componente de estrategia impagable, y es uno de los mayores aciertos del juego. Resulta muy lineal, pero también por ello es fácil de seguir y muy dinámico, los combates son muy numerosos, pero tan activos que difícilmente nos aburriremos de ellos, y entre los puzzles hay algunos muy bien concebidos. El argumento no está excesivamente trabajado, pero sirve como correcto hilo vertebrador de una aventura que vale la pena probar.
LO MEJOR
+ Las habilidades de los animales son geniales.
+ El control es muy cómodo.
+ Divertido y muy dinámico.
+ Algunos puzzles están muy bien trabajados.
LO PEOR
– Le irían bien más componentes de RPG.
– El argumento está poco desarrollado.
– Algunas partes son bastante monótonas.
Estas son las tres portadas del juego con sus respectivos cambios en el diseño y el título: la de la izquierda es la japonesa, en el centro está la europea y a la derecha la americana.
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