Análisis de Shin Megami Tensei: Persona 3
Eres un joven normal y corriente. Llegas a una nueva ciudad donde comenzarás a estudiar en un gran instituto. Allí aprenderás toda clase de materias y te entretendrás como mejor sepas al unirte a los muchos clubs que allá existen. Sin embargo, por las noches, sabes que ocurre algo extraño. Justo a las doce de la noche, comienza una hora extraña en la que grotescos monstruos empiezan a pulular por el mundo, tiempo durante el cual sólo tú y unos pocos elegidos sois capaces de permanecer conscientes.
Tú eres un simple adolescente más. Sin embargo tienes un poder que no todo el mundo posee. Y por ello, estás compelido a salvar al mundo de la amenaza de “las sombras”.
Tal es el argumento de este grandísimo (en muchos sentidos) juego desarrollado por ATLUS.
¿Qué es “Persona”?
La saga Megami Tensei es, por fuerza, una de las más populares sagas de RPGs (en Japón) y, objetivamente, una de las más largas (más de cincuenta juegos… ¡chúpate esa, Final Fantasy!). Durante más de veinte años llevan rondando por ahí montones de juegos basados en los demonios, dioses y demás mitos de este mundo nuestro, sin importar de dónde provengan y de los sujetos que los controlan en estos juegos.
Con el tiempo, la saga se fue dividiendo en varias sagas menores entre las cuales se encuentra la que nos ocupa: Shin Megami Tensei: Persona.
En los Megami Tensei normalmente se habla de vidas de gente normal que se ven truncadas por la llegada de demonios y hechos sobrenaturales variados. Y en Persona no es una excepción.
En esta saga no invocas a demonios de otra dimensión para que te ayuden sino que cuanta ayuda vas a poder encontrar, estará siempre dentro de ti. En esta sub-saga, la vida está formada por cuerpo y alma mas, en algunos casos, hay una tercera parte: El “Persona” (del griego, literalmente, “máscara”), que viene a ser un reflejo de la personalidad de su portador y que, en según que casos, se puede manifestar con la forma de alguna deidad / mito / leyenda / monstruo / demonio / etc. Dicho de otra manera, serían como doppelgänger (mito alemán del “doble”), daimonions / daemons (quien haya leído “La Materia Oscura” de Philip Pullman lo entenderá), Mitagos (basándonos en la literatura de Robert Holdstock) o Stands (del universo de “Jojo’s Bizarre Adventure” de Hirohiko Araki).
Cada personaje en este juego tiene un Persona propio y acorde con su personalidad, tanto en aspecto como en habilidades, siempre basados en uno de los veintidós arcanos mayores de la baraja del tarot. Todos… salvo el extraño y mudo protagonista del juego cuyo arcano, “El loco”, el número cero, le permite cambiar de Persona cuantas veces quiera adoptando sus características, personalidad y poderes.
Un mundo lleno de sombras
En este juego, el huérfano protagonista, cuyo nombre y apellido habrás de darle, llega a un dormitorio de estudiantes para asistir al instituto Gekkuokan como un simple adolescente más. Sin embargo, por el camino se encuentra con que, pasadas las doce de la noche, el mundo cambia de una manera muy extraña, oscureciéndose de una manera muy inquietante y haciendo que cuanto ser vivo estuviera por allí se haya transformado en una especie de “ataúd”… sea lo que sea, a él parece que ni le va ni le viene y va a su dormitorio con total tranquilidad, lugar donde tiene su primer encuentro con los que van a ser sus compañeros de fatigas en bastante tiempo.
Tras unos cuantos días en el dormitorio y un tiempo en el instituto, una peligroso monstruo ataca el edificio del dormitorio, acabando con toda la resistencia allí montada para detenerlo. El protagonista, comprendiendo las ambiguas indicaciones que unos raros personajes le habían estado dando durante esos últimos días, coge lo que parece una pistola, encara al monstruo, se la apoya en la sien.
Y dispara.
Provocando con ello, la primera invocación de su Persona originaria, Orpheus y derrotando al monstruo que amenazaba a sus nuevos compañeros.
Tras eso, se le explica que en ese dormitorio se iban agrupando a los diferentes usuarios de Personas para poder combatir a esos monstruos, llamados comúnmente “sombras”. Él fue uno de tantos seleccionados para cumplir tal deber al poseer un potencial que muy poca gente posee.
Un RPG muy japonés
Shin Megami Tensei: Persona 3 es, en base, un juego de rol con combates por turnos bastante usual aunque con detalles que le dan encanto. A saber:
Por un lado, en los combates sólo controlas realmente al protagonista del juego, siendo los demás personajes controlados por la IA del juego siguiendo instrucciones que les hayas dado en el menú de tácticas. Lejos de parecer un sistema defectuoso, le da bastante animación a los combates puesto que cada personaje tiene sus propias habilidades, fortalezas y debilidades, así como usan unas estrategias u otras para derrotar a los enemigos. Dependiendo del personaje que selecciones antes de meterte en la gran dungeon del juego (Tartarus), podrás sobrevivir o no.
En segundo lugar, habrás de relacionarte con los diferentes personajes que conocerás en tus idas y venidas al instituto o la ciudad para, con ello, lograr fortalecer los vínculos sociales que le dan poder a los Persona que podrás ir creando a lo largo del juego.
Tercero, habrás de estudiar, aumentar tu encanto personal y desarrollar tu valentía para poder realizar determinadas actividades que, de otra manera, no podrías hacer. Todo de las más diversas maneras, ya sea estudiar para desarrollar el intelecto; ya tomando café de feromonas (sic) para desarrollar tu popularidad o cantando en el karaoke para librarte de esa ridícula vergüenza que te impide relacionarte con según que personas.
Esto es, en definitiva, un RPG más simulador social. Tan japonés que hasta puedes ligarte a una o varias chicas de las que te encuentras en el juego.
El juego no ha sufrido localización alguna lo cual, para los puristas, se hace agradable que no hayan cambiado el nombre de Yukari Takeba a, por ejemplo, Jenny Gray. Todo permanece en el lugar del que viene y podremos escuchar palabras tan típicas de ese archipiélago oriental como “senpai”, “-san”, “-kun” y los diferentes nombres de los personajes sin alteración alguna.
Si tiene problemas con las sombras, llame al SEES
La primera de las labores importantes del juego que habrás de realizar, es la exploración de una extraña torre a la que llaman “Tartarus”, que se levanta en la localización del instituto al que acuden los personajes y lugar del que surgen sus enemigos que, a su vez, causan problemas varios a la población causando lo que es denominado como “síndrome de apatía”. Para evitar que esa enfermedad se extienda, los miembros del “Escuadrón Especializado de Ejecución Extracurricular” (SEES para los amigos) se encargan de exterminar a las sombras en el lugar del que proceden, evitando que proliferen demasiado.
Para lograr tal fin, usan diferentes tipos de armas y sus poderes de Persona. Cada personaje tiene su propio Persona y arma desde el principio del juego. Todos, menos el protagonista, no tienen ninguna libertad a la hora de seleccionar sus armas o poderes así que, parte del factor estratégico del juego se basa en seleccionar cuidadosamente a quien te vas a llevar en tal o cual sección de la torre dependiendo de la clase de ataques de los enemigos de la zona.
Una vez te enfrentas contra los monstruos que pueblas Tartarus, te das cuenta de que atacar a lo tonto sin pensarlo demasiado es una muy mala idea. Como se podía comprobar en el primer juego de la saga, una magia mal lanzada es capaz de ponerte las cosas muy difíciles o, ya directamente, acabar contigo, incluso si el enemigo es del montón pero con una defensa muy determinada que ya puede anular el daño, ya absorberlo, ya reflejarlo sobre ti.
Los personajes que no controlas normalmente se equivocarán a la hora de atacar y se llevarán una sorpresa al ver que en lugar de matar al enemigo lo han curado… pero, lejos de pensar que este sistema es malo, lo cierto es que la IA del juego no llega a ser tan idiota como en algunos otros juegos con sistema de juego automático: Una vez caigan en un error con un monstruo, nunca volverán a caer en él, detalle que honra a los programadores.
Conviene conocer las debilidades del enemigo para así poder derribarlo mediante los ataques más adecuados. Si logras derribar a todos los enemigos que haya en combate, podrás pasar a realizar un ataque de “todos a una” (jocoso el efecto de nube de polvo de dibujos animados que se ve entonces) causando un daño terrible en tus adversarios y, normalmente, la victoria completa. Así pues, conviene que tu personaje lleve siempre una buena variedad de Persona, con habilidades adecuadas para aprovecharse de las debilidades de los enemigos. Al fin de al cabo, es tu personaje quien realmente marca la diferencia en el grupo al ser el que más varía en sus formas de ataque, siendo, también, el único que puede invocar a dos Persona a la vez en diversas habilidades poco comunes y, normalmente, de dudosa utilidad (Narciso más Pixie te curará mucho… pero eso de hacer que los miembros de tu grupo puedan volverse unos contra otros resulta molesto).
Cada vez que explores Tartarus habrás de subir pisos y más pisos, acabando con las sombras, buscando objetos, dinero, escaleras de subida o ascensores de bajada, todo en escenarios generados aleatoriamente (hay muy pocos pisos que tengan una estructura fija). Y, todo ello, tratando de evitar la tremenda fatiga que causa a los personajes luchar en la hora oscura (no puedes estar eternamente en la torre: Si pasas demasiados combates seguidos dentro de la torre, se te irán agotando los personajes y, con ello, perderán mucha efectividad en sus ataques). Fatiga más que justificada teniendo en cuenta cómo se hacen las magias en este juego…
Salvando el mundo… antes de los exámenes
Que estés realizando una labor encomiable y de gran dificultad y riesgo para tu integridad física no significa que vayas a poder dejar de acudir a clase. Por desgracia para los personajes del juego, tendrán que compaginar la exploración a altas horas de la madrugada con sus clases en el instituto.
Así pues, tendrás que estudiar para mantener tu nivel académico a un nivel adecuado, habrás de relacionarte con otros estudiantes y podrás unirte a alguno de los muchos clubes del instituto. En ellos podrás conocer a diferentes personajes que, por su personalidad, reflejan el carácter de alguna de las veintidós cartas del tarot. Relacionarte con esos sujetos hará que la creación de según que Persona sea más poderosa. Así pues, podrás encontrarte con el estudiante inmaduro que está enamorado de su profesora (“El mago”), el estudiante de intercambio que no quiere volver a Francia (“La templanza”) o el deportista estrella del instituto (“El carro”) por poner sólo tres ejemplos. No sólo en el instituto podrás establecer estos vínculos sociales sino también en la ciudad, lugar donde te encontrarás a gente que sufre de problemas o que acude a ti como ayuda, apoyo… o simplemente a timarte.
El juego respeta el calendario de clases normal en Japón (con su “Golden Week” (un puente de tres días de fiesta seguidos en primavera), sus vacaciones en agosto o sus clases de seis días lectivos a la semana). También se notará que en épocas de exámenes, los clubes cesarán sus actividades y que limitarán tus relaciones sociales a unas pocas. En este sentido, el juego es muy dinámico, puesto que, a pesar de los avisos que hayan podido darte, normalmente se te olvidará en qué fecha estás.
Aspectos artísticos
Gráficamente, el juego es muy decente. Los personajes se mueven muy naturalmente y su modelado está muy bien hecho. Los escenarios realistas son, tal como he dicho, lo suficientemente realistas como para ambientar el juego a la perfección, ya sea con el dormitorio de estudiantes / cuartel general del SEES; ya con el instituto, con sus diferentes clubes cada cual con sus propios detalles; ya con las diferentes zonas de la ciudad, como sus barrios comerciales o su templo.
En cuanto al aspecto sonoro, sólo sé quitarme el sombrero ante el trabajo que ha hecho ATLUS en el juego: Musicalmente es genial. Con composiciones que mezclan hip-hop con techno y música clásica, Shin Megami Tensei: Persona 3 tiene una banda sonora muy variada y animada (NdD: Juraríamos que es prácticamente el único juego que conocemos que tiene una melodía de combate cantada…).
Por otra parte, el juego está doblado. Si bien es imposible comparar a los seiyuu japoneses con los dobladores de habla inglesa, la verdad es que han hecho un trabajo digno de mención, no sonando la voces forzadas en demasiadas ocasiones, manteniendo un buen nivel en general.
En cuanto a historia, es buena. Profunda, bien desarrollada, con sus sorpresas y bastante interesante. Y, lo mejor de todo, no toman a los jugadores por críos, esto es, ocurren tragedias varias, muertes aquí y allá, se ocultan secretos, hay venganzas personales, hay rivalidades… incluso alguna que otra escena picante. Los personajes no son héroes, sólo son adolescentes normales y corrientes con sus dudas, anhelos y miedos propios dela edad. Tal aspecto se refleja en el genial desarrollo psicológico de los personajes.
En cuanto a otros detalles, mencionar las animaciones en una preciosa animación tradicional 2D, con una estética anime, si bien algo extraña, sí que es llamativa y bien llevada. Mencionar también los “detalles de cómic” que se repiten durante la historia ya sea con emoticonos que reflejan lo que siente el personaje, ya con onomatopeyas tanto en la vida normal como en el combate (donde más se dejan ver es en los ataques de “todos a una”).
Conclusiones
Este juego es un “must have” para cualquier amante de los buenos RPGs, para cualquier otaku que se precie o para todo aquel que desee jugar a algo que se sale de los cánones del RPG tradicional.
Pero no es perfecto: El juego tiene un grave defecto que es que, si muere el personaje principal, se acabó el juego, sin importar cuántos otros personajes queden en pie. No hay discusión en ello… a menos que juegues en modo fácil en el que se te concede diez objetos que te resucitarán en el caso de muerte… pero que no se pueden reponer. Además, hay que mencionar que no está traducido al castellano: Está completamente en inglés, tanto textos como voces así que más te vale que hayas atendido mucho en las clases de inglés de la escuela…
Estrategia, profundidad, duración (el juego es bien largo… y me consta que tiene opción de “New Game +”)… no hay razón para dejar pasar tan genial juego.
Gameplay del juego
Enlace: Página oficial de Shin Megami Tensei: Persona 3
Por cierto, es sorprendente que el protagonista del juego, que se supone que soy yo, sea mucho más disciplinado con los estudios…
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