Análisis de «God of War: Chains of Olympus» para PSP
Kratos, el guerrero espartano que desafió a los dioses del Olimpo en dos excelentes juegos de SCEA para Play Station 2, vuelve a la carga esta vez en PSP, con una precuela en la que podremos conocer más sobre los hechos acontecidos entre el desgraciado incidente en el que asesina a su familia y su desafío definitivo contra Ares en el primer God of War.
Kratos era uno de los más poderosos guerreros de Esparta, y gracias a sus logros se convirtió en general, emprendiendo con su ejército una serie de conquistas que le llevarán muy al Norte de la Hélade. En una de sus batallas lejos de su tierra, la situación se torna insostenible, su ejército estaba siendo derrotado. Y él, a punto de morir a manos de un jefe bárbaro. Por ello un desesperado Kratos clama por la ayuda del dios griego de la guerra: “Ares, destruye a mis enemigos y mi vida será tuya”. Dotado de un poder divino y de las Espadas del Caos, Kratos aniquilará a sus enemigos, pero quedará a merced de Ares, al que servirá desde entonces.
En uno de sus servicios al dios de la guerra se producirá el hecho que marca la vida de Kratos, cuando tras realizar una masacre casi a ciegas en un templo, descubrirá horrorizado que entre los asesinados se encontraban su mujer y su hija, lo cual había sido una maniobra de Ares para que Kratos se pudiera convertir en el guerrero perfecto, sin nada que lo atara. Pero la reacción del espartano será jurar venganza al dios de la guerra y apartarse de él, momento en que una oráculo hizo que se pegasen a él las cenizas de sus seres queridos, lo que le dio a la piel de Kratos un color tan blanco y el sobrenombre de “Fantasma de Esparta”.
Desde entonces Kratos tendrá pesadillas constantes, y se pondrá al servicio del Olimpo como campeón de los dioses, realizando las tareas que estos le pidan, con la promesa final de Atenea de acabar con sus pesadillas. El último trabajo de este servicio al Olimpo será su desafío a Ares, que es con el que comienza la primera parte del juego.
Esta precuela se sitúa justamente antes, durante los años en los que Kratos, tras haber jurado venganza al dios de la guerra, estará al servicio de los dioses del Olimpo…
El estilo del God of War es muy beat´em up, y por ello el peso del juego recae fundamentalmente en las batallas y peleas contra los enemigos. Bien es cierto que una gran parte de la aventura nos la pasaremos resolviendo puzles, pero éstos suelen ser bastante sencillos y previsibles (tirar de una palanca, mover una estatua, introducir un objeto en un lugar…). Las batallas son muy espectaculares y no dejan un momento de respiro, en especial los enfrentamientos contra los enemigos más grandes o en aquellas en las que la pantalla está plagada de monstruos. Para acabar con ellos dispondremos de un completo abanico de magias, movimientos y combos que iremos ampliando durante el transcurso de la aventura, y en muchas ocasiones, apretar la tecla correcta en el momento justo será decisivo para vivir o morir.
God of War es un juego impresionante en el apartado gráfico, que sin ninguna duda es el mejor que ha visto la PSP hasta la fecha. En ocasiones, el juego acusa alguna pequeña ralentización, pero la mayoría del tiempo todo se mueve con un detalle y una fluidez pasmosa. Los escenarios están muy bien detallados, algunos enemigos son enormes, los destellos de las magias son preciosos y las animaciones que acompañan al juego y nos cuentan la historia rozan un nivel de calidad altísimo.
El apartado sonoro consigue crear una ambientación única. Una música épica de fondo acompañada de unos efectos sonoros increíbles nos sumerge de lleno en un mundo mitológico en guerra.
A lo largo de la partida dispondremos de numerosos check points donde grabar nuestro progreso, que fundamentalmente coinciden con el antes y después de las batallas más complicadas. Siendo la PSP una consola portátil, yo soy más partidario de que los juegos permitan grabar la partida en cualquier momento, pero el sistema que utiliza GOW es bastante bueno. Además, hay otros check points a donde volverás si mueres, y que pueden no coincidir con el punto para salvar. Esto se agradece ya que en ocasiones cuando aún no tienes muy claro como derrotar un enemigo que aparece tras varias batallas, no habrá que repetirlas todas para volver a ver su cara.
Un pequeño defecto del juego es que en los escenarios no queda del todo claro hasta dónde podremos interactuar con ellos. Por ejemplo, en ocasiones nos encontramos piedras rotas a las que de un salto podríamos subir sin problemas, sin embargo el juego no nos lo permite. No hay una clara distinción entre las cosas con las que podremos interactuar y las que no. Para solventar este problema, se ha optado por una pequeña luz que indica en ocasiones los objetos que podremos utilizar.
Otro defecto, muy criticado por los usuarios, es la escasa duración del título. Bien es cierto que el juego dispone de varios extras y niveles de dificultad que pueden incentivar a volver a jugar a esta aventura, pero, aún así, el modo historia se puede acabar en unas 5 o 6 horas.
De todas formas God Of War: Chains of Olympus si no es el mejor juego disponible del catálogo para PSP es uno de los mejores. Un juego que todo el mundo debiera tener en su estantería y que justifica el por qué de comprar una consola.
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