Análisis de Frontlines: Fuel of War
Año 2024, la escasez de petroleo ha llegado al limite, el mundo se encuentra dividido en dos facciones, la Coalición Occidental (EE.UU. y Europa) y la Alianza de la Estrella Roja (Rusia y China), por hacerse con las ultimas reservas de oro negro.
Con este planteamiento se nos presenta Frontlines: Fuel of War, un FPS de KAOS Studios y THQ, de corte tradicional aunque con algunas novedades interesantes respecto a otros títulos del genero.
La acción comienza con una larga y bien realizada introducción de estilo cinematográfico, totalmente en castellano como el resto del juego, que nos pone en situación. Como miembro de los «Perros callejeros» deberemos realizar 8 misiones que nos llevaran desde Turkmenistán hasta Moscú para acabar con la Alianza de la Estrella Roja y así tomar el control de las ultimas reservas de petroleo.
El argumento que se desvela entre misiones es realmente apasionante, sin embargo los chicos de KAOS Studios no han sabido llevar esta buena historia a la hora de tomar el control de nuestro soldado. Las misiones del modo campaña casi siempre comparten el mismo y simple objetivo, hacerse con determinados puntos de control para desvelar nuevos puntos en el mapa que también deberemos controlar, aunque no siempre de la misma forma, en algunas situaciones simplemente sera eliminar a los enemigos que se encuentran allí o en los alrededores, mientras que en otras deberemos resistir un determinado tiempo o destruir elementos claves con explosivos.
En general estamos ante un FPS de corte clásico, aunque con ciertas novedades como el manejo de vehículos no tripulados, por ejemplo un pequeño vehículo explosivo para deshacernos de tanques enemigos o incluso un helicóptero RC capaz de acribillar al adversario sin riesgo ninguno para nosotros mismos. Así mismo, el control de vehículos pesados que van desde tanques hasta helicópteros aportan variedad al juego, así como la utilización de armas especiales como lanzacohetes, señalizadores para bombardeos o la colocación de torretas de vigilancia.
En el apartado técnico si algo destaca de forma sobresaliente es la ambientación sonora, es una delicia escuchar el juego en un sistema 5.1, este apartado se ha cuidado muchísimo dando una sensación de inmersión total, una verdadera lastima que visualmente no se pueda decir lo mismo. Gráficamente el juego cumple, en general las texturas y modelos son buenos y los escenarios parcialmente destructibles, sin embargo algunos fallos como la aparición espontanea de vegetación y algunos objetos, así como ocasionales bajadas de frames y una notable falta de antialiasing, estropean un poco este apartado. El control es el típico de los FPS, el cual responde si problemas y es bastante intuitivo.
Frontlines: Fuel of War es un buen juego, el modo para un solo jugador es realmente entretenido y no te defraudara si te gusta el genero, pero solo 8 misiones saben y dan para muy poco, en poco más de 6 o 7 horas de juego esta parte del mismo sera historia. Afortunadamente, para compensar, nos queda el modo multijugador, la espectacular cifra de hasta 50 jugadores simultáneos nos asegura unas partidas multitudinarias en grandes escenarios a bordo de todo tipo de vehículos, incluso un caza-bombardero que no aparece en el modo principal. Las partidas con muchos jugadores y grandes escenarios se muestran bastante divertidas, no se puede decir lo mismo de los mapas más pequeños y con ausencia de vehículos ya que el objetivo de capturar puntos de control y mantener los mismos no se muestra demasiado atractivo por demasiado tiempo.
LO MEJOR:
+ El manejo de vehículos no tripulados
+ Multijugador online multitudinario
+ Apartado sonoro
+ Doblaje al castellano
LO PEOR:
– Modo principal excesivamente corto
– «Gameplay» demasiado tradicional
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