Amnesia: The Dark Descent
Amnesia, el último título de la desarrolladora independiente Frictional Games, más que un juego es toda una experiencia. Una experiencia única y aterradora. Una experiencia que todo el mundo con el valor suficiente debería probar. Una experiencia absolutamente recomendable.
Para disfrutar verdaderamente de esta experiencia es casi obligado colocarse unos auriculares y apagar las luces, tal y como nos recomienda el propio juego nada más comenzar. Y yo diría algo más, tienes que sentir a Daniel, el protagonista del juego, como una representación de ti mismo y actuar tal y como tú lo harías si te vieras en una situación así. La vista en primera persona y la ambientación excepcional harán esta tarea mucho más sencilla.
La aventura de Daniel da comienzo al despertar en un oscuro castillo sin recordar nada más que su nombre y que algo lo está persiguiendo. A partir de ahí el argumento se ira desvelando poco a poco en forma de «flashbacks» y de manuscritos del diario del propio Daniel que iremos localizando según avanza la aventura. Dicho argumento, y sin entrar en detalles, se desarrolla de una forma cautivadora a la par que sublime.
Hay dos elementos significativos que definen la experiencia jugable de Amnesia, la ausencia total de armas para defendernos y la importancia de la luz/oscuridad. El primer elemento nos obliga a escapar o escondernos de los moradores del castillo pero jamás enfrentarnos a ellos, lo cual provoca una importante sensación de vulnerabilidad y pánico ante cualquier encuentro. El segundo elemento también es vital en el desarrollo del juego, ya que además de la barra de salud existe un indicador de cordura que se reduce si Daniel permanece demasiado tiempo en la oscuridad, lo que puede llegar a provocar que nuestro protagonista acabe literalmente arrastrándose sobre el suelo. La forma de recuperar el juicio es creando luz ya sea utilizando yesqueros para encender velas o con el farol que encontramos al principio del juego. Sin embargo, el número de yesqueros es limitado y el acetite que utiliza el farol también, lo cual nos fuerza a encontrar un equilibrio entre luz y oscuridad durante todo el juego.
A parte de estos dos elementos el eje central de Amnesia, como aventura gráfica que es, son los puzzles. Una sucesión coherente de ellos nos permitirá ir avanzando en la historia. A destacar que el juego se aleja de los puzzles sin sentido o con combinaciones rocambolescas, la forma de resolverlos es totalmente lógica y será difícil quedarnos atascados más tiempo del debido.
No me quiero extender mucho más con esta breve reseña, simplemente destacar que la combinación de ambientación, argumento y la sensación de vulnerabilidad constante hacen que explorar el castillo sea algo único y diferente, que se aleja de forma magistral de los cánones habituales de los videojuegos y que hará disfrutar muchísimo a los amantes del terror. Personalmente he llegado a soltar las manos del teclado y del ratón para hacer aspavientos descontrolados con las manos provocados por algún susto repentino, y que yo recuerde eso nunca me ha pasado con ningún videojuego y ni muchos menos con alguna película.
Amnesia: The Dark Descent, esta disponible para Windows, Mac y Linux y puede ser adquirido por unos 15€ en diversas plataformas de distribución digital o desde la propia web de los creadores. Un precio excepcional para un juego de primera categoría.
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