He de reconocer que me encantan el tipo de historias «Y si…». De hecho la máquina del mismo nombre creada por el Profesor Hubert J. Farnsworth en Futurama me parece un invento de la leche. Este género se llama ucronías, siendo en literatura una de las más famosas El hombre en el castillo de Philip K. Dick cuyo argumento no aporta demasiado a este post.
Ciertamente la ucronía es un elemento muy utilizado, si lo consideramos recurso literario, en cine, televisión y de forma muy especial en el mundo del cómic. Una de las novelas gráficas más aclamadas de todos los tiempos, hablo de Watchmen, es una ucronía, cómo cambia el mundo tras la llegada de Manhattan. Esto viene a que después de haber escuchado algo acerca de un cómic, me entraron las ganas de leerlo y por fin lo he conseguido. Hablo nada más y nada menos que de Superman: Hijo Rojo
Y seguramente la Historia hubiera cambiado si Superman en vez de caer en un pueblecito de Kansas llamado Smallville lo hubiese hecho en, por ejemplo, Odessa, Ucrania. Esa es la historia que podemos leer en estos tres tomos que podríamos calificar como pasado, presente y futuro. Superman: Hijo Rojo nos muestra la vida del superhéroe kriptoniano en versión soviética, con cambio de símbolo en el pecho y todo, y cómo hubiera afectado esto en la Guerra Fría. Desde la creación del personaje, éste ha sido un ejemplo de «americanismo» y defensor de la American way of life, pero ahora tenemos la posibilidad de ver a un superhéroe soviético con sus problemas, sus dudas y su eterna lucha contra el capitalismo.
Leer más