En este artículo voy a hablar de un juguete que marcó época y que muchos de nosotros lo hemos disfrutado, el Telesketch.
Bautizado como «Pantalla mágica» por su inventor Arthur Granjean en 1959, este clásico juguete sería comercializado un año más tarde en Estados Unidos bajo el nombre de Etch-A-Sketch de la mano de la compañía Ohio Art, y permitía a todos los niños del mundo dejar volar la imaginación para pintar lo que quisiesen. Eso sí, con las limitaciones impuestas por las dos ruedas de dibujo y el tamaño de la pantalla. En España la encargada de la comercialización del Telesketch fue la compañía Borrás.
Siendo sinceros, yo no pasé de hacer edificios y casas con tejados torcidos, coches cuadriculados y alguna que otra cara deforme que probablemente en su día enseñase todo orgulloso a mi madre. ¿Por qué Arthur no añadiría un par de ruedas más para realizar curvas y diagonales de una forma más sencilla? Así nuestras madres se hubieran sentido más orgullosas al ver nuestras «obras de arte».