Treamcast
La Treamcast es una réplica china de la Dreamcast de la cuál ya había hablado hace tiempo en el artículo dedicado a las videoconsolas falsas y los clones. Es curioso que los chinos, tan expertos en imitaciones, decidieran fabricar una versión propia de una máquina que comercialmente fue un fracaso y al mismo tiempo el último intento de Sega por recuperar su cuota de mercado en los sistemas de videojuegos domésticos. Es más curioso todavía que la Treamcast lleve integrado tanto altavoces como una pantalla de TFT convirtiéndose en un sistema portable.
Aunque la Dreamcast haya muerto comercialmente hace tiempo, goza de una gran comunidad de usuarios y una scene muy viva. La Treamcast es una buena opción para disfrutar de ella. Por su parte, Sega siempre ha estado en contra de este sistema. Veamos qué nos ofrece y qué no.
El maletín
La presentación de la consola es impecable. En lugar de venir en una humilde caja de cartón, que es a lo que estamos más acostumbrados, llega en un bonito y práctico maletín que si bien, cumple su función, se queda un poco escaso y no nos permitirá por ejemplo, incluir en su interior un segundo mando.
Características
La Treamcast al igual que la Dreamcast, permite enganchar 4 controladores. Además, en la parte frontal de la caja dispone de un enganche para los cascos. En los laterales nos encontraremos con los ventiladores, los altavoces, el regulador de volumen y un puerto de expansión. Por otro lado, en la parte de atrás dispondremos de un interruptor para activar o desactivar la pantalla TFT, y la salida de vídeo y entrada de corriente.
La pantalla es una TFT de 5 pulgadas, que aunque queda muy curiosa, resulta insuficiente para disfrutar plenamente de los juegos. Dispone de dos botones para regular el brillo y otros dos para regular el contraste.
Sobre el controlador poco hay que decir, es el original de Dreamcast y lleva el logotipo de Sega por detrás.
A pesar de que ya sabía que los componentes de la Treamcast eran de inferior calidad que los de la Dreamcast, no me imaginaba que el plástico de la caja fuera tan cutre y diera tanta sensación de producto mediocre. Sin duda una de las cosas que pueden echar para atrás al comprador de uno de estos sistemas.
Los cables que incluye son bastante curiosos. El que va directo a la corriente no está pensado para nuestras tomas, y tendrá que ser sustituido por otro (yo lo sustituí por el de la Playstation 1, aunque multitud de sistemas electrónicos utilizan el mismo). Incluye un cable para enchufar la consola al mechero del coche y disfrutar de ella en los viajes, pero no incluye ninguno para conectarla a la televisión. Ese habrá que comprarlo a parte.
Conclusión
La Treamcast es un sistema muy curioso capaz de llamar la atención allá donde la lleves, y es una bonita pieza dentro de una colección de videoconsolas. Si lo que quieres es disfrutar simplemente de los juegos de la Dreamcast, intenta hacerte con una de segunda mano, ya que en este caso, la original se vende más barata que la copia.
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