Opinión sobre el panorama que deja el E3
Ya se va enfriando el E3 y es hora de sacar conclusiones de lo que nos ha deparado, pues en teoría el evento de Los Ángeles estaba destinado a aclarar y definir el panorama de los videojuegos del próximo lustro. Falta mucho tiempo para que las cosas se aclaren de verdad y han quedado muchas preguntas en el aire, pero sí es cierto que se impuso una sensación generalizada de que alguien lo ha hecho casi todo mal, alguien no ha hecho casi nada y alguien ha hecho unas cuantas cosas normales, lo que dado el papel de sus competidoras se ha traducido en una victoria muy sobrada. Por supuesto nos referimos, en este orden, a Microsoft, Nintendo y Sony.
Y es que Sony ha ganado por KO, pero nunca se la recordará por su grandioso E3, por haber dejado a la gente boquiabierta con la presentación de tal o cual juego, por haber mostrado un producto que parece definir una nueva forma de jugar o por un catálogo que aplastara al de la competencia. Este E3 será recordado como el del despropósito de Microsoft, como el del intento de tirar por la borda años de hacerse un nombre con prestigio en el mercado de las consolas por una serie de decisiones tan absurdas como mal explicadas.
Porque en el fondo estoy seguro de que PlayStation 4 acabará no siendo muy diferente a XBOX One en varias de las cuestiones fundamentales que tanto han desgastado la imagen de la consola de Microsoft desde su debut, y aún por encima la compañía americana le ha puesto en bandeja una oportunidad excepcional para meter sus nuevas «desventajas para los usuarios» sin que llamaran mucho la atención. Buena prueba de ello es el juego online obligatoriamente de pago, que quizá en otras circunstancias hubiese llevado los tomates a las puertas de la sede de Sony, y en esta ocasión no impidió a los usuarios tirarse en brazos de su cuarta máquina de sobremesa.
(Reacciones como ésta inundan la red, unidas a encuestas que dan siempre más de un 90% a favor de PS4…)
Y es que al final todo el desgaste de la XBOX One ha venido de cuatro cosas que han hecho olvidar las típicas comparativas de potencial de consolas o los propios juegos, y que si nos paramos a pensarlos son como para poner de patitas en la calle al responsable de marketing de Microsoft:
- Lo de Kinect y el espionaje fue un error de cálculo monumental. Hubiese bastado con que el primer día soltasen un simple «la cámara y el micrófono podrán ser desconectados por el usuario, o quedar operativos de forma que el jugador podrá encender su consola con la voz y esto y lo otro». Al final, lo más probable es que vayan a tener que dejar que se pueda desconectar sí o sí, porque se enfrentan incluso a problemas legales en caso contrario, pero la cagada ya está hecha. ¿Os imagináis que Nintendo hubiese presentado una 3DS en la que las 3D no se pudiesen desactivar? Pues eso, en vez de 30 millones de máquinas quizá estuviese teniendo problemas para llegar a 10.
- Sony ha exprimido la posibilidad de prestar juegos en PS4 como una de sus grandes bazas publicitarias (si lo pensamos fríamente es «para mear y no echar gota»), pero en el fondo, nada nos asegura que la realidad dentro de unos años no pueda ser prácticamente la misma que en su competidora, al menos en los juegos online, pues las compañías podrían acabar estableciendo cualquier tipo de DRM para restringir la segunda mano en sus juegos.
- Luego está la de la conexión a Internet obligatoria, que al final quedó en al menos una vez cada 24 horas. Claro, esto es necesario para que el sistema anterior funcione, de modo que, ya cogiendo ese camino, algo así tenían que haber hecho. Pero una vez más creo que no midieron bien las consecuencias. La inmensa mayoría de los posibles futuros compradores tendrían Internet, pero eso de que te obliguen no gusta a nadie, y al final solo sonó a un «queremos revisar cada 24 horas que tenéis todo pagado». Las declaraciones de un directivo de que tienen una consola para la gente que no tiene internet: la XBOX 360, yo creo que también se las podían haber ahorrado.
- Otra más ha sido la del bloqueo regional, que estará en la consola de Microsoft y no en la de Sony. Quizá no sea el aspecto más decisivo, pero es otro más para la lista. Y ya ni hablamos de la noticia de que de lanzamiento XBOX One no funcionará de inicio en todos los países, quedándose fuera toda Hispanoamérica (excepto México) o países europeos como Portugal o Polonia, entre otros muchos. Ésta última me parece una falta de respeto tan enorme que me extrañaría que no afectara al prestigio de la consola en los países que se queden fuera… y veremos lo que tardan en activarse en ellos…
- Y queda el precio, claro. Éste es uno de los más complicados, siempre lo ha sido, y a veces nos cabreamos por el hecho de que se presente una máquina y no se diga nada de su precio, pero aquí está la explicación. Si Microsoft hubiese sabido desde la presentación de PS4 que su consola iba a ser 100 «euro-dólares» más cara que su competidora quizá hubiese analizado las posibilidades de llegar al E3 con un precio menor, o quizá no… pero el caso es que se pegó una leche como un piano, y le concedió a Sony su último gran golpe de efecto. Si lo miramos con calma, podemos entender esos 100 euros como el precio de Kinect, que vendrá de serie mientras que el PS Eye no lo hará. Una vez más, un Kinect «opcional» podía haber salvado a Microsoft de la mitad de los problemas… y lo peor es que al final me temo que no se usará tanto como ellos creen, pues el de XBOX 360 ha quedado muy, muy infrautilizado.
http://youtu.be/xxtVd5BGDt8
(Ovación cuando se anuncia que Sony no impondrá restricciones a los juegos de segunda mano… ¿En serio? Desde luego, hay que ver a qué punto hemos …)
Luego miramos lo realmente importante, los juegos, y la diferencia no ha existido, incluso me atrevería a decir que demostró más XBOX One, porque PS4 tuvo pocas exclusivas potentes, pero Microsoft fue capaz de dejar eso en un segundo plano, convirtiendo en grandes virtudes elementos absolutamente normales de la nueva máquina de Sony.
Mención aparte merece Nintendo, que ya con su anuncio de que no iba a hacer conferencia como tal en E3 dejaba claro que no iba a por todas en la feria angelina. Decisión que me parece respetable, pero tal y como se antojaba la situación y ante el cúmulo de despropósitos de Microsoft, Nintendo tenía una oportunidad de oro para haber dado un golpe atronador en la mesa, pero este golpe no se produjo. La consola ya sabíamos la que era, nadie esperaba nada nuevo, pero aunque se presentaron buenos juegos, la mayoría ya se conocían, y salvo excepciones como Bayonetta 2 o X, todo era un poco «lo de siempre» en Nintendo. Un Metroid por parte de Retro (en vez de un Donkey Kong que estará genial pero cuyo anuncio resultó poco espectacular) y un vídeo que abriera bocas sobre un nuevo y espectacular Zelda podrían haber marcado las diferencias, pero no tuvieron lugar. Además, la reducción de apoyo de compañías como Electronic Arts o Ubi Soft le metió el miedo a mucha gente. En todo caso, yo creo que Nintendo se ha beneficiado en general de lo que ha pasado con XBOX One, dando una sensación de consola sencilla y pensada básicamente para jugar, que al final resultó la mejor publicidad…
¿Y el tapado? Para muchos la situación futura de las consolas de sobremesa, tal como se está planteando, podría dar una ventaja al PC que no tenía estos últimos años. Las consolas están integrando cada vez más elementos negativos de los juegos para ordenador, y los buenos se están notando menos. Me parece muy aventurado pensar que el PC pueda a corto/medio plazo convertirse en la plataforma de juegos por excelencia, pero para muchos ya lo es, y no me cabe duda de que en los próximos años para otros cuantos más también pasará a serlo.
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