Las recreativas de Dragon Ball Z
A principios de los ’90, el archifamoso manga de Toriyama se encontraba en plena época dorada, llegando al mundillo de las consolas de 16 bits y pegando fuerte en Super Nintendo y MegaDrive. Cómo no, esto se vio reflejado también en el mundo arcade (porque aunque ahora parezca imposible, en esa época teníamos salones arcade) y compañías como Bandai o Banpresto no dejaron pasar la oportunidad de hacer negocio con la serie del momento. En este artículo trataremos las tres primeras recreativas de Dragon Ball, las que pudimos disfrutar en su día en la ‘sala de máquinas’ del barrio, y dejaremos de banda los arcades actuales, más centrados en los juegos de cartas coleccionables que en el género de la lucha (exceptuando Super Dragon Ball Z, que apareció para PS2, y Dragon Ball: Zenkai Battle Royale, la última recreativa aparecida hasta la fecha). Sin más dilación, empecemos con este pequeño retro-paseo.
DRAGON BALL Z (Banpresto, 1993)
La compañía responsable de la saga Super Robot Wars nos traía esta recreativa en 1993, siendo un más que correcto arcade de lucha con 9 personajes disponibles (Goku, Goku Super Saiyan, Gohan, Vegeta, Piccolo, Freezer, Ginyu, Burter y Reecome). El apartado gráfico estaba bastante trabajado, con sprites enormes para la época y con un colorido que recordaba mucho al utilizado por Toriyama en las ilustraciones a color del manga. Lástima que los sprites en sí fueran un poco feos. Como elemento destacable, comentar que los personajes podían volar libremente por el escenario durante toda la partida, y muchos de los movimientos especiales se realizaban directamente en el aire.
La jugabilidad, por su parte, no estaba demasiado depurada, pero se dejaba jugar bien, saliendo los ataques especiales con bastante facilidad. La verdad es que este juego pasó bastante desapercibido en su momento, y poca gente lo jugó. La segunda parte, en cambio, tuvo un éxito más que notable.
http://www.youtube.com/watch?v=VMnedPM2hV4
DRAGON BALL Z 2: SUPER BATTLE (Banpresto, 1994)
Un año después llegaría la secuela del arcade de lucha de Banpresto, con un lavado de cara total y muy mejorado en todos los aspectos. Esta vez podíamos elegir a Goku, Gohan, Vegeta, Piccolo, Trunks del futuro, A-20, A-16, A-18, Célula y Satan. Los sprites eran más pequeños que en el juego anterior, pero con mucho más detalle y mejor animación. También brillaban con luz propia los escenarios, muy detallados y llenos de guiños a la serie animada (es especialmente curioso el laboratorio del Dr. Guero/A-20 o el ring de Cell, con los tanques del ejército de fondo). En lo que más se diferenciaba respecto a la primera entrega era en la jugabilidad, que daba un completo vuelco, acercándose más a los juegos de Super Nintendo. Podíamos luchar en tierra o en el aire, aunque no disponíamos de pantalla partida, así que los combates eran básicamente cuerpo a cuerpo.
El infravalorado Dragon Ball Z: Hyper Dimension, aparecido en 1996 para Super Nes, hereda mucho de este juego en cuanto a estética y sistema de lucha. Nos encontramos delante de un muy buen juego para la época, y recuerdo que en el salón recreativo de mi barrio esta máquina solía estar ocupada casi siempre, lo que es una clara muestra de su éxito.
http://www.youtube.com/watch?v=oNYVTbkp78U
DRAGON BALL Z: V.R.V.S. (Banpresto, 1994)
Este juego es sin duda el más curioso y desconocido de los tres. Utilizando la placa Sega System 32 de Sega, Banpresto lanzó este juego de lucha que, a pesar de utilizar gráficos en 2D, intentaba recrear un efecto 3D situando la cámara detrás de los personajes (al estilo Punch Out!). Con esta premisa, y con una jugabilidad un tanto extraña, debíamos vencer a seis enemigos hasta llegar al jefe final, un personaje original llamado Majin Ozotto.
Como personajes seleccionables teníamos a Goku, Gohan, Vegeta, Piccolo y Trunks -una plantilla bastante corta, todo sea dicho-. Gráficamente hay que admitir que estaba bastante currado, con unos sprites grandiosos realizados por los artistas de la serie de animación. Como curiosidad, comentar que aunque la máquina se controlaba con joystick tradicional y 3 botones, existía una versión “deluxe” (que no hemos podido ver en los recreativos de nuestro país ya que el juego no salió de Japón) que disponía de sensores de movimiento, con los que debíamos realizar puñetazos y patadas reales para controlar a nuestro personaje. Ríete de Kinect.
CONCLUSIÓN
Y hasta aquí este pequeño repaso a los semi-desconocidos arcades de Dragon Ball. Hoy en día, gracias a MAME, podemos jugarlos tranquilamente en nuestros ordenadores, así que si queréis probarlos lo tenéis fácil. Si os ha gustado este artículo, quizás me animo con una segunda parte hablando de las recreativas modernas de Dragon Ball (porque hasta 2005 no volvió a aparecer ninguna), aunque de algunas de ellas ya hemos hablado en Pixfans, como es el caso de Dragon Ball Heroes. Promete especialmente la arriba comentada Dragon Ball: Zenkai Battle Royale, que permite jugar a varios contendientes a la vez mediante Internet y muestra unos gráficos bastante decentes. No he tenido la suerte de probarla -por desgracia no vivo en Japón- pero no dudaré en hacerlo en cuanto tenga la oportunidad. En definitiva, las recreativas de Dragon Ball, sin ser una maravilla, eran un complemento curioso a los juegos de las consolas de 16 bits, y sin duda a mi me fliparon cuando las vi por primera vez en aquel desaparecido salón recreativo de mi barrio.
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